En la actualidad se procesan en la Secretaría Distrital de Planeación 783 solicitudes de factibilidad y permiso para la instalación de antenas de telefonía celular, que deberán cumplir con todos los requisitos exigidos por la ley.
El secretario Distrital de Planeación, Andrés Ortiz Gómez, precisó que a la fecha se encuentran aprobadas 1.076 estaciones radioeléctricas que ya están en su mayoría instaladas.
Suba, Teusaquillo, Usaquén y Chapinero son las localidades que registran un mayor número de antenas aprobadas.
El funcionario recordó que, en 2015, se realizó un inventario que arrojó como resultado 4.179 antenas ilegales, y 2.438 fueron reportadas voluntariamente por los respectivos operadores ante la Secretaría de Planeación.
A raíz de esto se expidió el Decreto 397 de 2017, que dio un plazo de tres años, contados a partir de febrero de 2018, para cumplir con los requisitos exigidos y poder legalizarse.
El Decreto 397 ajustó los parámetros para ubicar las antenas radioeléctricas (telefonía celular -voz y datos-) en el espacio privado, y estableció las nuevas exigencias para utilizar el espacio público.
Para ubicar las antenas en el espacio público se debe surtir un proceso ante la Secretaría de Planeación. Antes de emitir la factibilidad se revisará que el área donde se quiera ubicar la antena que se cumplan con los componentes técnicos, urbanísticos y arquitectónicos, y que la infraestructura a instalar sea la adecuada. Posteriormente, se dará el permiso si cumple con la norma nacional y distrital.
Ortiz Gómez recordó, que con la normatividad vigente se asegura el despliegue ordenado de la infraestructura de antenas, de la misma forma que opera en ciudades como Tokio donde hay una antena por cada 99 habitantes o New York con una antena por cada 313 habitantes, mientras que Bogotá tiene menos de una antena por cada 1.600 habitantes, y se espera que exista una antena por cada 731 habitantes.
De esta manera se atiende el llamado urgente del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, referente a tomar las medidas correspondientes para despliegue necesario de infraestructura de comunicaciones, y cumplir con la demanda de conectividad de los residentes de la capital.
Gracias a los últimos ajustes en la normatividad, el Distrito puede ahora cobrar a los operadores un arriendo por la ocupación del espacio público para la instalación de antenas. La ciudad está cobrando mensualmente cerca de 2 millones 700 mil pesos por cada antena.
“Además, Bogotá antes no tenía control de la legalidad y de los permisos. Hoy en día está exigiendo una serie de normas de mitigación, localización, y obligaciones en socialización. Estamos poniendo la casa en orden en este tema”, enfatizó el secretario.
Las nuevas antenas no impactan visualmente la estética de la ciudad
Gracias a la nueva reglamentación los habitantes difícilmente perciben la presencia de las nuevas antenas, las cuales no pueden exceder, por sí solas, los 3 metros de altura, y pueden estar integradas con el mobiliario público como estructuras de energía, semáforos y paraderos de transporte, entre otros.
Las antenas que se instalen en espacio público, con todo y la estructura que las soporta no pueden superar los 25 metros de altura. Así mismo, el cableado debe ser subterráneo.
“La actual reglamentación busca que estas estructuras sean discretas, planeadas, diseñadas y ubicadas en la forma y lugares permitidos, asegurando el respeto por los parques, la calidad de vida de las personas, y manteniendo los lineamientos de planificación urbanística”, concluyó Ortiz.