Luego de surtir las etapas de Seguimiento y Evaluación, Diagnóstico, Formulación y las dos primeras fases de participación ciudadana, la Administración Distrital hizo público el proyecto de Revisión y Ajuste General del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), donde se plantea el modelo de ocupación y ordenamiento territorial urbano y rural de los próximos 12 años.
La propuesta de POT fue radicada para la correspondiente concertación ante las correspondientes autoridades ambientales: la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) para tratar los aspectos ambientales rurales, y la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) para los ambientales urbanos.
“La planificación y el ordenamiento equilibrado del territorio de Bogotá y la Sabana deben partir de la búsqueda de una sostenibilidad integral, donde se tengan en cuenta los objetivos ambientales, sociales y económicos, de tal manera que se garantice la calidad de vida de las presentes y futuras generaciones”, puntualizó el Secretario.“Esta primera revisión general del POT constituye para Bogotá una oportunidad de revaluar la forma en que hemos construido la ciudad y nuestros entornos rurales, así como para replantearnos la imagen y la visión de territorio que queremos heredar a nuestros hijos”, manifestó el secretario Distrital de Planeación, Andrés Ortiz Gómez.
La propuesta de POT se fundamenta en la intención de alcanzar la felicidad como bien supremo de todos los ciudadanos. Su visión se basa en la noción de “Calidad de Vida”, entendida como medio ambiente sano, agua potable, vivienda digna, espacios públicos de calidad, recreación, áreas de trabajo, transporte público eficiente y el conjunto de edificaciones y equipamientos que se requieren para fomentar el desarrollo colectivo e individual.
Proceso de participación
En los próximos días se iniciará la tercera fase de participación ciudadana durante la etapa de “Concertación y Consulta”. La Administración Distrital llegará a cada una de las Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ) y territorios rurales de la ciudad (durante 100 días), con el fin de presentar la propuesta de POT para Bogotá. Así mismo, el Distrito hará presencia en diferentes escenarios de participación como foros y audiencias públicas, entre otros.
Luego de surtida la etapa de concertación ambiental, la propuesta de POT se presentará al Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD) el cual implica 30 días de evaluación, que aunque no es vinculante resulta fundamental para la construcción de la propuesta definitiva.
Posteriormente, el POT se presentará al Concejo Distrital, que dispone de 90 días para realizar el debate y aprobación del mismo.
Retos para Bogotá en el marco del nuevo POT
Bogotá debe ser una ciudad eco-eficiente, desarrollada de forma densa, compacta y cercana, que prevenga y se adapte con facilidad a la realidad del cambio climático y llegue a ser un modelo de resiliencia (capacidad de reacción ante contingencias ambientales), y bajo consumo de energía. Donde todos conozcamos y disfrutemos de los cerros, las reservas, los ríos y los humedales, y así los valoremos y protejamos.
La capital del país debe ser cada vez más sostenible, equitativa, competitiva y democrática, una ciudad en donde todos tengamos derecho a lo público, donde los más vulnerables sean protegidos, como los niños, ancianos, mujeres, y las personas con discapacidad, y donde sea universal el acceso al espacio público de calidad. Un territorio en donde todos tengamos cerca el colegio, el hospital, el parque y el transporte público masivo.
“Lo que el POT plantea es el equilibrio. Un balance entre proyectos de renovación urbana y la planeación del crecimiento de una ciudad densa, compacta y cercana, atendida por transporte público, donde el peatón y la bicicleta sean prioridad. Una ciudad que se acerque a los estándares internacionales de espacio público por habitante, ya que actualmente a los bogotanos les corresponde solo 4 metros cuadrados de espacio público. Y una ciudad donde, en la nuevas Actuaciones Urbanas Integrales, la exigencia de vivienda VIS y VIP sea el doble, es decir, no el 20% como dice la Ley, sino el 40%”, anotó el funcionario.
En relación con la gestión del riesgo y el cambio climático, Bogotá prevé la implementación de instrumentos de planificación como los Planes Integrales de Gestión del Cambio Climático Sectoriales y Territoriales, al igual que programas y proyectos de adaptación al cambio climático.
Modelo de ocupación del territorio que propone el nuevo POT
Modelo de ocupación regional: el distrito reconoce un modelo de ordenamiento y de ocupación supramunicipal desconcentrado (aunque su ámbito es superior al territorio del distrito), fundamentado en una red de asentamientos humanos funcional e interdependiente articulados alrededor del eje del río Bogotá, constituida por un núcleo central compuesto por Bogotá, Cajicá, Chía, Cota, Funza, Mosquera, Madrid y Soacha, los nodos subregionales de Zipaquirá, Facatativá y Fusagasugá.
Modelo de ocupación urbano: el territorio distrital debe ser denso, compacto y cercano, basado en directrices generales de ecoeficiencia, competitividad, equidad y gobernabilidad. Implica una mejor forma de vivir, a partir de la optimización del crecimiento de la ciudad, con un sistema de movilidad accesible, de bajo costo y alta frecuencia. Plantea la democratización de los espacios públicos, donde las personas se encuentran como iguales, se reconocen las diferencias y se protege a la población vulnerable.
El modelo de ocupación rural: se concibe integrado, protegido y productivo bajo el principio de la sostenibilidad ambiental y social. Implica un patrón de asentamientos humanos en una matriz de espacios naturales ordenados en función del equilibrio de la estructura ambiental y de espacio público, y de las áreas de producción rural.
Estrategia Espacial del POT
La formulación del proyecto de Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá integra estratégicamente las tres estructuras principales de las áreas urbana y rural: Estructura Ambiental y de Espacio Público, Estructura Social y Económica y Estructura Funcional y de Soporte. Cada una de ellas propende por la sostenibilidad en una articulación necesaria para su funcionamiento, pues es claro que ninguna de las tres funciona individualmente.
En lo relacionado con la Estructura Ambiental y de Espacio Público – EAEP, la propuesta contempla la integración y articulación de los ecosistemas ambientales con el sistema general de espacios públicos para garantizar la interacción, recreación y disfrute de todos los habitantes. Para su implementación se plantea la incorporación de grados de naturalidad para todos los espacios abiertos de la ciudad, así como una norma basada en el control de impactos ambientales.
La Estructura Social y Económica, se proyecta como la expresión espacial de la oferta equilibrada de servicios sociales y culturales sobre todo el territorio urbano y rural, procurando el acceso equitativo y la disminución de los tiempos de desplazamiento para toda la ciudadanía. Para su implementación se ha previsto la construcción de nodos de equipamientos (servicios sociales múltiples) para todos los territorios deficitarios de la ciudad.
Con respecto a la Estructura Funcional y de Soporte – EFS, el proyecto del POT propone los mecanismos necesarios para ordenar las infraestructuras viales y de transporte y garantizar la prestación universal y efectiva de los servicios públicos. Garantizar la conectividad e integración urbana, rural y regional, así como desincentivar el uso del vehículo particular, son características de los subsistemas viales, de transporte y de tráfico inteligente contemplados en el documento. Aunque el POT no determina exactamente dónde se ubicarán nuevas líneas del Metro o de Transmicable, sí prioriza los sitios donde existirá la necesidad de estos sistemas de transporte público masivo
“En cuanto al Transmicable, existe un CONPES que identificó los sitios donde debe estar, como San Cristóbal Norte, San Cristóbal Sur, Rafael Uribe, hay otro más en Ciudad Bolívar, que son las zonas de alta pendiente y alta densidad. Igual sucede con el Metro, el POT claramente define las fases dos y tres de la primera línea. La Fase dos de la calle 72 a la calle 127, la Fase tres de la 127 a la 170 y deja identificados la segunda línea, de acuerdo con los estudios de demanda de transporte, que busca conectar la calle 72 con Caracas (de la primera línea) con el Portal de la 80 y éste con el Portal de Suba. Todos estos con una gran densidad y alta demanda”, manifestó el Secretario Andrés Ortiz.
El funcionario también señaló que vías como la troncal de la Séptima le cambiarán la vida a miles de personas que deben realizar trayectos de varias horas para llegar a sus lugares de estudio o trabajo. Esto también ayudará a reducir el consumo de energía, las emisiones de CO2 y aumentar las oportunidades de acceso a la población.
“El POT deja clara la urgencia de conectar a Bogotá con la región. Plantea la necesidad de conectar por el norte la avenida Boyacá hasta Chía, y unirla con la Autopista Chía- Cajicá -Zipaquirá. La necesidad de hacer la doble calzada de la calle 170 hasta Cota. Propone la Avenida 63 de los Cerros Orientales hasta cruzar el Río Bogotá y llegar a la Autopista de Siberia a Funza. Plantea la conexión de la Avenida de Las Américas con el municipio de Mosquera llegando a Mondoñedo. La urgencia de que la Autopista Sur tenga un soporte en la Avenida Ciudad de Cali, que podría llegar hasta el sur de Soacha, para que esta importante población tenga por lo menos dos líneas de transporte público masivo”, explicó Ortiz Gómez.
Además, en el POT queda planteado el túnel de la calle 100 a La Calera, con el fin de conectar con la vía a Cáqueza, y tener así una segunda alternativa para ir a Villavicencio y al Llano”, puntualizó Ortiz.
Hacia una ciudad densa, compacta y cercana
“El POT estimula la renovación urbana pero donde hay soporte, donde hay espacio público suficiente y donde hay transporte público masivo existente o previsto. Plantea un equilibrio entre renovación urbana con densificación donde existan los soportes suficientes y una expansión planeada, densa compacta y cercana. No podemos seguir densificando aquellas zonas donde hoy la ciudad tiene más de 400 habitantes por hectárea, o sobre calles en donde las edificaciones en altura taparían la luz del sol durante todo el día”, indicó el funcionario.
De otro lado, en aras de mantener la memoria colectiva y el valor histórico y simbólico de los espacios más representativos y construcciones de la ciudad, el POT contempla la conservación de inmuebles, urbanizaciones, barrios o fracciones del territorio, dotadas de interés cultural como son sectores antiguos, barrios históricos, espacios y caminos históricos, bienes de interés popular, inmuebles de interés cultural y monumentos en espacio público.
En cuanto al tema de Equipamientos, el Secretario Andrés Ortiz indicó que el POT contempla un Sistema conformado por nodos de equipamientos sociales que hagan sinergia entre sí, equipamientos individuales o multisectoriales (servicios de diferentes sectores que se disponen en un mismo predio), agrupaciones de equipamientos básicos y complementarios.
El nuevo POT reconoce el estado físico actual de la ciudad
La estrategia para el diseño de las normas urbanísticas en el POT, contempla el estado físico actual de la ciudad, lo que demanda la revisión de la realidad física de los distintos sectores que conforman Bogotá y los asentamientos rurales; la delimitación de zonas con características semejantes (zonas urbanas homogéneas), y el análisis de las áreas de actividad de cada barrio, manzana o calle.
“El POT busca una ciudad dinámica donde se mezclen los usos de manera armónica. Involucra la revisión, actualización y simplificación de los usos del suelo que se presentan o que se permiten dentro de los ámbitos urbano y rural, así como la identificación de las acciones necesarias para mitigar los aspectos ambientales y funcionales que puedan generar los distintos usos que se presentan en el territorio”, precisó el Secretario.
“La propuesta normativa entiende cómo es la dinámica urbana. Los usos no son un problema por sí mismos. El reto es mitigar los impactos. La calle debe tener vida. Una de las mejores estrategias para la movilidad es disminuir la necesidad de la gente de desplazarse. La ciudad de usos múltiples es fundamental para cumplir ese objetivo. Es una realidad: Bogotá tiene mezcla de usos en sus calles, donde restaurantes y comercio conviven”, enfatizó el secretario.
Entre los aspectos normativos que fueron revisados y replanteados se incluyen: calles completas, prioridad del peatón y la bicicleta, antejardines públicos, no parqueaderos mínimos, cubiertas comunales, desincentivo al uso del automóvil particular, no cerramientos, relación edificio-ciudad (usos en primeros pisos), cambio de bahías de parqueo por espacio público, alturas variables, avenidas /boulevares, etc.
Programas y proyectos del POT
La estrategia de implementación del POT no se limita a un código urbano. La propuesta para el nuevo Plan de Bogotá hace énfasis en la ejecución de proyectos de distintas escalas: estratégicos, estructurantes, detonantes, y programas para intervenciones puntuales de tipo estratégico y de urbanismo básico.
Algunos de los proyectos estratégicos del POT son: Ciudad Norte (Lagos de Torca, Ciudad la Conejera, Ciudad Arrayanes y Ciudad Encenillos), Ciudad Río y Ciudad Usme, o de recuperación morfoloógica como Lagos del Tunjuelo.
Entre los proyectos estructurantes se destacan la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá, la continuación de la construcción de la rede de troncales de transporte masivo (Transmilenio), y la generación de un circuito ambiental para toda la ciudad.
Los proyectos detonantes buscan aprovechar las ventajas de la localización de intervenciones públicas de gan escala para impulsar la transformación de sectores definidos de la ciudad como: la renovación urbana de Alameda Entreparques, la renovación alrededor de las estaciones del Metro, la intervención integral alrededor del antiguo Bronx, la renovación de los bordes de la zona aeroportuaria, algunos sectores de las zonas industriales, los barrios incompletos legalizados, entre otros.
Los programas complementarios estarían dirigidos a consolidar, e intervenir de oficio los barrios tradicionales de la ciudad, así como los centros poblados rurales, lo que incluye la intervención estratégica de los Parques Ecológicos Distritales de Humedal, Parques Lineales Hídricos, un sendero peatonal en los cerros orientales, un malecón paralelo a algunos tramos del río Bogotá, y la conexión con Parques Ecológicos Regionales, así como la ampliación de la cobertura de los servicios públicos y la red de vías locales y demás infraestructuras necesarias la óptima prestación de los servicios públicos de la Bogotá futura, tales como la ampliación y construcción de las plantas de tratamiento de aguas residuales Salitre y Canoas
Para Ortiz Gómez, “este POT quiere recuperar algo fundamental para la trasformación y planeación de la ciudad, y son los grandes proyectos y programas”.
Por primera vez, el POT de Bogotá tendrá evaluación y seguimiento anual
El nuevo plan de ordenamiento territorial, es el primer POT de Bogotá que cuenta con líneas de base, programas y proyectos, con metas e indicadores, que permitirán hacer seguimiento y evaluación anual.
“De nada sirven los planes si no se concretan en hechos y obras, por esta razón el nuevo POT viene con una priorización en el tiempo. Hay metas de corto plazo para los primeros 4 años; de mediano para los 8 años y de largo plazo para los 12 años completos”, explicó el vocero.
La Secretaría de Planeación será la entidad encargada de actualizar la información territorial para el seguimiento y evaluación del POT, y debe presentar un informe anual a la ciudadanía y al Concejo sobre los avances en el programa de ejecución.
“Es importante articular los planes de desarrollo al POT, porque cada nueva administración se va a alejando de lo formulado y entonces la participación de la ciudadanía y la discusión de ciudad se va desdibujando, cuando en realidad el POT tendría que ser el derrotero principal”, concluyó el secretario.