Contar con una Central de Abastos moderna y acorde con las necesidades de la población, más y mejores equipamientos y promover el relevo generacional en el ejercicio agrícola fueron algunas propuestas de los participantes en la reunión sobre Soberanía y Seguridad Alimentaria, en el marco del diagnóstico del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá
Representantes y líderes de organizaciones sociales campesinas, investigadores y ciudadanos en general, compartieron sus aportes para fortalecer el diagnóstico y manifestaron que la actual emergencia deja en evidencia la necesidad de poner mayor atención en las zonas rurales para la seguridad alimentaria de la ciudad.
“La pandemia nos hace repensar la problemática de inseguridad alimentaria que tiene Bogotá, que además no cuenta con un perfil alimentario y una central de abastos moderna que responda a las necesidades de la ciudad”, fue uno de los comentarios registrados durante la reunión.
De acuerdo con el diagnóstico presentado por la Secretaría Distrital de Planeación, Bogotá cuenta con un 75% de suelo rural y un 25% de suelo urbano y de expansión. Sin embargo, la ciudad solo aporta el 5% de alimentos para su propio abastecimiento.
Cifras del Consorcio Rural 2020 revelan que, durante el 2019, ingresaron a Bogotá 987.703 toneladas de alimentos provenientes de Cundinamarca, lo que representa el 42% del total de productos.
Otro 15% ingresó desde Boyacá y un 12% del Meta, mientras que la ruralidad de Bogotá realizó un aporte de 110.545 toneladas, representando el 5% del total de productos que ingresaron a la ciudad.
“Es necesario fortalecer la ruralidad de la ciudad y resolver problemas como la tenencia de la tierra, asistencia técnica de calidad y permanente, vivienda digna, acceso a créditos blandos, vías de penetración, centros de acopio, defensa del mercado interno para la producción local y estimular la comercialización directa por parte de los campesinos”, señalaron los ciudadanos.
Aumentar la oferta de equipamientos y espacio público para que la comunidad pueda intervenir en cada una de las localidades con agricultura urbana. Más y mejores equipamientos rurales y urbanos para promover y potencializar la vocación agrícola y promover el relevo generacional, fueron otras de las observaciones.
“La mayoría de los agricultores es mayor de 50 años de edad y aumenta el éxodo de los jóvenes a los centros urbanos por falta de oportunidades labores y calidad de vida en el sector rural”, agregaron.
Indicadores nutricionales en la ciudad
Funcionarios de la Secretaría Distrital de Planeación y de la Secretaría Distrital de Desarrollo, presentaron cifras respecto al estado de seguridad alimentaria en la ciudad.
De acuerdo con la Encuesta Multipropósito 2017, un 2.5% de la población en Bogotá consume menos de 3 comidas diarias. De otra parte las Estadísticas Vitales a septiembre de 2019, indican que un 13,8% de recién nacidos presentó bajo peso al nacer.
Datos del Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (SISVAN), a septiembre de 2019, indicaban que un 1,2% de niños menores de 5 años en Bogotá, presentaron desnutrición aguda.
Se advirtió que varias localidades presentan déficit de equipamientos para abastecimiento alimentario, especialmente en Usme, San Cristóbal, Bosa, Ciudad Bolívar y Suba. Estas mismas localidades presentan inseguridad alimentaria, según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional de Colombia (ENSIN) 2015.
Funcionarios de la Secretaría de Planeación resaltaron que un hito en este sentido fue la adopción de la Política de Seguridad Alimentaria de Bogotá en 2007 y su reformulación en 2019.
Para la Administración Distrital es importante articular las acciones del POT a esta Política Pública, para superar de manera progresiva la inseguridad alimentaria y la malnutrición en los habitantes de Distrito Capital al 2031.
