Tradicionalmente, durante la Semana Santa aumenta la venta y consumo de algunos alimentos, especialmente productos de la pesca y sus derivados, lo que hace que muchos ciudadanos compren en lugares no autorizados. Ante esto, la Secretaría Distrital de Salud, a través de la Dirección de Salud Pública y los hospitales de la Red, intensifican la vigilancia sanitaria frente a los factores de riesgo asociados al consumo de alimentos, con el objetivo de prevenir toxi-infecciones e intoxicaciones generadas por la venta de productos vencidos o en mal estado.
Durante el 2013, en la temporada de Semana Santa, se realizaron 80 operativos en establecimientos como: depósitos de pescado, expendios, plazas de mercado, supermercados, expendios de licor, depósitos de bebidas alcohólicas y cigarrerías. Se vigilaron 708 establecimientos, se inspeccionaron 166.157 kg de productos de la pesca y sus derivados y se decomisaron 3.261 kg.
Este año se han realizado 75 operativos donde se han vigilado 350 establecimientos y se han decomisado 7.210 Kg de productos de la pesca y sus derivados, al igual que el año pasado estos decomisos se realizaron por inadecuado rotulado y mal manejo de la cadena de frío. (cifras con corte 11 de abril)
El objetivo de esta vigilancia sanitaria intensificada es identificar y prevenir la ocurrencia de Enfermedades Transmitidas a través de los Alimentos en mal estado (ETA), incluyendo entre estas, enfermedades como el cólera.
Recomendaciones al comprar pescado y sus derivados
Los usuarios deben fijarse en las características externas e internas del producto: las escamas deben ser brillantes y unidas entre sí; la piel debe ser húmeda, tersa, sin laceraciones ni arrugas; los ojos deben ser transparentes, brillantes y salientes, el iris no debe estar manchado de rojo; las branquias deberán ser húmedas y brillantes y el olor del pescado debe ser fresco.
Características del pescado alterado
- Escamas: oscurecidas y fáciles de arrancar
- Branquias: de color verde o gris
- Ojos: hundidos
- Córnea: turbia
- Músculos: turbios o blandos
- Vientre: hinchado
- Vísceras: confusas
- Olor: fuerte
- Su color debe ser amarillo uniforme
- No debe tener manchas rojizas o verdosas, ni zonas con formaciones de hongos
- Al tacto, el pescado debe tener una consistencia dura. El sabor debe ser salado (en el caso del pescado seco-salado).
- No debe presentar olor parecido al amoníaco.
- Debe estar duro
- No acepte pescado blando o semicongelado
- El color de la carne del pescado debe ser rosada, a diferencia de la piel que según la especie puede ser de color oscuro.
- Si el pescado presenta algún olor extraño o similar al amoníaco o al óxido, no lo compre.
- Debe ser claro, visible y fácil de leer. El empaque no debe presentar enmendaduras o signos de adulteración
- Debe tener el nombre del alimento o bebida, la lista de ingredientes, el contenido neto, nombre y dirección del fabricante, país de origen e identificación del lote.
- Fecha de duración mínima, vencimiento e instrucciones de conservación.
- Número del Registro Sanitario
- Rotulado complementario utilizado en alimentos importados: se debe colocar un sticker en donde se declare en el idioma español la información obligatoria antes mencionada.
Si después de consumir un producto tiene diarrea, vómito, dolor abdominal, calambres o malestar general, lo primero que debe hacer es consumir abundante agua y acudir inmediatamente al médico. Además, debe informar a la Secretaría Distrital de Salud (Centro Regulador de Urgencias- línea 123), indicando sobre aquellas personas que consumieron el producto y el sitio donde lo compró o lo consumió. Es muy importante conservar parte del producto defectuoso para remitirlo al Laboratorio de Salud Pública y hacer los análisis que permitan establecer la causa específica del daño.