Según cifras de la Secretaría Distrital de Salud, a 30 de abril de 2016, en Bogotá 456.392 personas se han visto afectadas por Enfermedades Respiratorias Agudas (ERA).
Aunque parece mucho, comparado con el mismo periodo de 2015, se ha registrado una disminución, pues el año pasado se presentaron 482.196 casos. En 2016, 164.547 menores de 5 años han acudido a las entidades de salud por afecciones relacionadas con las ERA, mientras que lo han hecho 38.900 mayores de 60 años.
Una de las enfermedades que hace parte del grupo de las ERA es el asma. Según el Instituto Nacional de Salud (INS) se estima que a nivel Nacional el 14% de la población vive con esta enfermedad, que tiene más prevalencia en niños de uno a cuatro años, con el 29%, y en edades superiores (hasta los 11 años), el 25%.
Según cifras oficiales, cerca del 40% de los niños que sufren la enfermedad ha estado en consulta por urgencias u hospitalizados durante el último año.
La enfermedad
El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias. Básicamente lo que sucede es que las paredes internas de las vías respiratorias se inflaman y se estrechan, lo que dificulta el paso de
aire. Esta condición hace que aumenten su sensibilidad y pueden reaccionar estrechándose ante la presencia de alérgenos o cualquier tipo de material irritante (polvo, frío, ácaros, pelo de animal, humo
de cigarrillo).
Es importante aprender a reconocer los síntomas de la crisis asmática. Casi siempre empiezan por un incremento de la tos, la opresión en el pecho, los pitos o silbidos, la dificultad para respirar o el
insomnio.
En relación a las crisis asmáticas, estadísticamente uno de los lugares donde más se presentan es en el hogar pues, a pesar del aseo juicioso del entorno, es claro que allí los niños pasan la mayor parte
del tiempo. El área de Promoción y Prevención de Nueva EPS entrega una serie de consejos para minimizar los riesgos de que se presenten estas crisis en casa:
Coloque los colchones en fundas en las que no pueda penetrar el aire.
Ponga cinta adhesiva a todo lo largo del cierre.
Póngales a las almohadas fundas en las que no pueda penetrar el aire.
Ponga cinta adhesiva a todo lo largo del cierre. O lave la almohada cada semana.
Lave toda la ropa de cama cada semana en agua a una temperatura de por lo menos 130 grados F. Quitar la colcha o cubrecama por la noche puede ser útil.
No duerma ni se acueste en muebles tapizados (acolchonados).
Quite las alfombras o tapetes de la habitación.
Sacuda el polvo de la superficie tan a menudo como sea posible.
Cuando limpie, utilice un trapeador húmedo o un trapo mojado.
No utilice aerosoles ni limpiadores en aerosol en la recámara.
De igual forma tenga en cuenta algunas de estas recomendaciones:
Pida al médico un tratamiento personalizado, por escrito, para el control del asma: Éste debe incluir los medicamentos apropiados.
Tome los medicamentos prescritos por su médico: Las personas con asma deben utilizar un medicamento para el alivio de los síntomas y, en muchas ocasiones, otro medicamento más para controlar de forma continua la inflamación de las vías aéreas.
Conozca lo que debe hacer en caso de una crisis de asma: No tome a la ligera un ataque de asma. Tenga siempre a mano las recomendaciones escritas por el médico. En el caso de sufrir un ataque y cuando se presente, trate de mantener la calma y siga las instrucciones.
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