El Distrito tendrá plan piloto de video analítica para identificar delincuentes

Bogotá en el puesto 11 como una de las ciudades del mundo con mayor número de cámaras de video vigilancia instaladas por kilómetro cuadrado
La video analítica permite la identificación de delincuentes y que su judicialización sea efectiva. FOTO: Secretaría de Seguridad
Publicado:
17
Mar
2021
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La compañía Statista, líder mundial en datos e información sobre diferentes tópicos de seguridad, publicó un artículo de la investigadora Stéphanie Chevalier Naranjo, titulado ¿Qué tan vigiladas están las grandes metrópolis del mundo?, que ubica a Bogotá en el puesto 11 como una de las ciudades del mundo con mayor número de cámaras de video vigilancia instaladas por kilómetro cuadrado, con un promedio de 20,96 cámaras por kilómetro cuadrado. 

La capital es superada entre otras ciudades a nivel mundial por Londres, con un promedio de 399,27 cámaras y Nueva York 25,97; y en América Latina por ciudades como Guadalajara, con 170 cámaras, Buenos Aires con 77,34 y Ciudad de México con 58,59 cámaras por kilómetro cuadrado, tal como se puede ver en la siguiente gráfica:

Las autoridades en Bogotá utilizarán videoanalítica para la identificación de personas - PIEZA: Secretaría de Seguridad /ranking Statista

Este ranking es bastante significativo para la ciudad, si se tiene en cuenta que hace solo cuatro años Bogotá contaba con 378 cámaras instaladas para la vigilancia de toda la ciudad.

Durante la pasada administración se instalaron 5.300 cámaras y durante el primer año de gobierno de la alcaldesa Claudia López, se logró incrementar este número a 6.380, gracias a la conexión de cámaras de distintos sectores públicos y privados.

Un esfuerzo importante de ciudad que fortalece la vigilancia, la atención de emergencias, la seguridad de los ciudadanos y la reacción de las autoridades.

Además de las imágenes que se reciben en tiempo real, todo queda grabado y las imágenes luego son utilizadas como evidencia en la comisión de hechos delictivos, para el desarrollo de las investigaciones, logrando en la mayoría de estos casos, la individualización, identificación y captura de los delincuentes. 

Así ha ocurrido en casos como los de Wilfredo Murcia, quien fue asesinado en un bus del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), tras oponerse a un atraco; o el de Oswaldo Muñoz en un articulado de TransMilenio, quien murió al evitar que lo robaran; pero también ha ocurrido en un gran número de casos en los que se han desarticulado bandas dedicadas al hurto y en general a la comisión de delitos.

Con el incremento de cámaras, el recurso humano y la capacidad física de observación, que siempre seguirá siendo limitada, al no existir suficientes ojos para monitorear en tiempo real el total de cámaras de una ciudad como Bogotá.

Esta es una de las razones por las cuales la capital está evolucionado hacia el uso de herramientas de video analítica, en técnicas de reconocimiento facial, reconocimiento de placas de carros y motos hurtados e identificación rápida de comportamientos y de personas con base en información básica sobre el tipo de sexo, la forma en que están vestidos y como se movilizan.

Bogotá, desde finales del año pasado, está avanzando en la implementación de un sistema de video analítica que permita el reconocimiento de rostros, reconocimiento de placas de vehículos (LPR), análisis de comportamientos y analítica forense para la identificación de personas requeridas por la comisión de un delito, o de vehículos reportados como hurtados. Así mismo para la anticipación de hechos delictivos mediante la generación de alertas.

La Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia, en el Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C4), trabaja en un plan piloto de video analítica con 200 cámaras para detectar comportamientos sospechosos y posibles delincuentes y con la Registraduría Nacional del Estado Civil y la Policía Metropolitana de Bogotá se está elaborando un convenio para poner a funcionar más de 1.000 cámaras con identificación facial, con lo que se reducirá los tiempos para identificar y judicializar a los delincuentes.