Los martes, miércoles y sábados decenas de estudiantes llegan a las aulas de las diferentes sedes de la dirección de Responsabilidad Penal Adolescente de la Secretaría de Seguridad. En las mañanas, estudian en las aulas para poder culminar su bachillerato y, en las tardes, varios de ellos bailan, practican educación física o realizan diferentes actividades lúdicas que los ayudan a explorar otro tipo de cualidades.
Sin embargo, estos estudiantes tienen cierta particularidad: son parte del sistema de responsabilidad adolescente, lo que significa que actualmente cursan procesos con la ley, o que ya los culminaron, o que están en riesgo de vincularse a alguna actividad delictiva.
Uno de ellos es Camilo* quien, a pesar de nunca haber tenido problemas con el sistema judicial, sí los ha tenido en su vida personal, ya que por circunstancias del destino desde temprana edad cayó en el consumo de sustancias psicoactivas.
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“Cuando comencé a consumir muy seguido ya no le veía el gusto a nada. Yo me salí de estudiar, duré como un año. Luego llegué aquí y recibí el apoyo que nunca había tenido, acá no te juzgan”, mencionó Camilo* mientras veía a sus compañeros jugar fútbol en el patio del centro.
Conoce parte de estas historias en este post de la Secretaría de Seguridad en la red social X:
Esta es una de las historias de los jóvenes de nuestro programa de Justicia Juvenil Restaurativa con el que buscamos prevenir la comisión de delitos y generar oportunidades para sus vidas.
— Secretaría de Seguridad BOG (@SeguridadBOG) March 15, 2024
Este año más de 450 de ellos se han vinculado a las diferentes ofertas.#100DíasPorBogotápic.twitter.com/ApL54Elkq7
Camilo* no solo ha aprovechado sus clases de bachillerato, sino que con el tiempo fue interesándose por la oferta de talleres que dictan en este lugar. Su favorito es el de fotografía, explica que allí ha podido expresar sus sentimientos a través de lo que su lente logra captar. Varias de sus fotografías decoran hoy las paredes del lugar, lo que lo hace sentir orgulloso.
Además del taller de fotografía, los jóvenes pueden capacitarse en tatuajes, reparación de bicicletas, confección, barbería, entre otros oficios que les permitirán, no solo alejarse del delito, sino obtener herramientas para su futura vida laboral.
Como Camilo, cientos de jóvenes que ingresan al sistema de Responsabilidad Penal Adolescente encuentran en este programa una segunda oportunidad para alejarse del camino del delito.
