¡En Bogotá la seguridad es una prioridad! Un informe elaborado por el Equipo de Asistencia Integral a la Denuncia (AIDE), de la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (SDSCJ), identificó una serie de fallas operativas y de gestión que están siendo aprovechadas por actores delincuenciales para cometer hurtos al interior de conjuntos y edificios residenciales en Bogotá.
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El análisis, basado en casos reales, estructura el ciclo del delito en cinco etapas y evidencia cómo ciertas omisiones —muchas de ellas prevenibles— pueden convertirse en factor de oportunidad para el ingreso, ejecución y escape de los delincuentes.
La Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (SDSCJ) hace un llamado a administraciones, empresas de vigilancia y residentes para revisar protocolos, reforzar medidas y actuar de forma coordinada para prevenir este tipo de situaciones.
Fallas comunes en conjuntos residenciales que se convierten en oportunidad para el delito
El informe técnico del Equipo de Asistencia Integral a la Denuncia (AIDE) destaca que, en varias propiedades horizontales, el control de acceso sigue siendo uno de los eslabones más frágiles. En algunos casos, el ingreso de visitantes, domiciliarios o personal de servicios ocurre sin verificación adecuada de identidad ni registros sistemáticos. Esto ha facilitado que personas externas entren sin autorización, incluso suplantando a residentes.
También, se han identificado contrataciones sin filtros, con empresas de vigilancia no autorizadas o personal sin estudios de seguridad. Esta situación ha derivado, en ciertos casos, en complicidad interna: vigilantes o trabajadores con acceso directo a zonas sensibles que terminan participando en los hurtos.
Otra falla detectada es la instalación de cámaras que no funcionan o no son monitoreadas en tiempo real. El informe señala que la simple presencia de dispositivos no garantiza prevención si no hay respaldo energético, mantenimiento regular ni revisión oportuna de las grabaciones.
Además, algunas administraciones concentran información y acceso en una sola persona sin establecer controles cruzados. La custodia inadecuada de llaves maestras o códigos de acceso puede facilitar el ingreso no autorizado sin forzar cerraduras.
El Equipo de Asistencia Integral a la Denuncia (AIDE) encontró que no todas las copropiedades cuentan con protocolos claros para reportar anomalías o activar alertas. La falta de comunicación entre vecinos, la informalidad en el manejo de visitas y la desatención a simulacros o capacitaciones también forman parte del panorama que puede facilitar el delito.
“La seguridad comienza en casa. Cada edificio puede cerrar brechas si se adoptan buenas prácticas y se fortalecen los canales de comunicación entre residentes, administradores y empresas de seguridad”, señaló el secretario Distrital de Seguridad, César Restrepo.
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Recomendaciones principales para prevenir hurtos en propiedad horizontal en Bogotá
Frente a estos hallazgos, el Equipo de Asistencia Integral a la Denuncia (AIDE) estructuró una serie de recomendaciones orientadas a mejorar la prevención del hurto residencial, enfocadas tanto en la gestión operativa como en la participación ciudadana.
Para administraciones y consejos de administración
- Verificar que la empresa de vigilancia esté habilitada por la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada.
- Exigir rotación periódica del personal de seguridad para evitar rutinas predecibles y prevenir vínculos indebidos.
- Supervisar aleatoriamente al personal e implementar sistemas de control de rondas electrónicos.
- Realizar estudios de seguridad periódicos para identificar riesgos internos y externos del conjunto.
- Establecer protocolos claros de seguridad, incluyendo manejo de llaves, control de visitantes y atención de emergencias.
- Llevar un registro documentado de novedades, ingresos y egresos.
- Asegurar el mantenimiento preventivo de cámaras, alarmas y equipos electrónicos.
- Almacenar grabaciones de video de forma segura, preferiblemente en la nube o en lugares fuera del alcance de posibles saboteadores.
Para empresas de vigilancia privada
- Aplicar filtros rigurosos de selección de personal, incluyendo verificación de antecedentes, referencias laborales y estudios de seguridad.
- Realizar evaluaciones periódicas de confiabilidad, como pruebas psicotécnicas o poligráficas, especialmente en entornos residenciales.
- Capacitar continuamente a los guardas de seguridad en protocolos de atención, prevención del delito y reacción ante emergencias.
- Dotar al personal de herramientas tecnológicas de apoyo, como botones de pánico, radios, cámaras corporales o apps de monitoreo.
- Garantizar condiciones laborales justas, con turnos adecuados y remuneración digna, para reducir el riesgo de corrupción o descuido.
Para la comunidad de residentes
- Respetar y aplicar los protocolos de seguridad definidos por la copropiedad (registro de visitantes, validación de acceso, etc.).
- No compartir llaves ni códigos de ingreso con terceros no verificados.
- Participar en comités de seguridad y redes de comunicación interna para reportar novedades o hechos sospechosos.
- Mantener cerradas puertas y ventanas incluso si se está dentro del hogar.
- Evitar divulgar ausencias en redes sociales, especialmente en vacaciones.
- Reportar de inmediato cualquier anomalía al vigilante o a la administración, por mínima que parezca.
- Fomentar la cultura del cuidado mutuo entre vecinos, promoviendo la comunicación y la alerta colectiva.
Desde la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (SDSCJ) se invita a todas las comunidades residenciales a revisar sus protocolos actuales, identificar puntos débiles y reforzar la corresponsabilidad para garantizar entornos más seguros y organizados.
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Recuerde denunciar cualquier hecho contrario a la convivencia o delictivo en la ciudad a través de la Línea de Emergencias 123. La denuncia es clave para lograr las sanciones o procesos investigativos que permitan la lucha contra el crimen y contribuir a que Bogotá camine segura.
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