Una nueva Bogotá, pintada de verde y con auténtico sabor campesino, será a partir de esta semana la nueva cara del turismo colombiano.
El Instituto Distrital de Turismo, en alianza con la Fundación Natura, lanza este miércoles 18 de junio la ruta agroturística Los Quiches, ubicada en Ciudad Bolívar, que recorre una amplia zona rural de esa localidad en la que se encuentran fincas y unidades productivas que fueron adecuadas para recibir el turismo nacional e internacional.
La novedosa propuesta turística rural comunitaria incluye actividades lúdico-pedagógicas en fincas, huertas y senderos, así como servicios de transporte, alimentos y bebidas, muestras culturales y degustación y venta de alimentos extraídos directamente de las huertas orgánicas de la región.
“Además de presentar un nuevo potencial turístico de Bogotá, la ruta agroturística se convierte en una alternativa complementaria rentable que se suma a la actividad agrícola de los campesinos, con el fin de evitar su desplazamiento al área urbana con el consecuente incremento de la informalidad laboral”, señala el director del IDT, Luis Fernando Arias Gómez.
El proyecto, iniciado hace unos meses, contempló el fortalecimiento de la Asociación de Turismo Rural Comunitario de Bogotá –la primera que hubo en la capital–, que asocia a 60 familias campesinas de nueve veredas de Ciudad Bolívar, con el fin de convertir a estas comunidades rurales bogotanas en microempresarios del turismo.
“Durante una primera etapa del programa, expertos del IDT y de la Fundación Natura mostraron a los labriegos de la localidad cómo el aprovechamiento del entorno, el adecuado uso de los recursos turísticos y la apropiación de buenas prácticas de turismo rural constituyen las bases para una excelente prestación de servicios turísticos rurales”, explica Arias Gómez.
Revolución en marcha
El proyecto incluyó trabajos de adecuación de 11 fincas o unidades productivas (El Carmen, Agua Bendita, El Palmar, El Corinto, San Miguel, Asopasquillita, Bellavista, lacteos Santa Mónica, Tejidos La Cabañita), instalación de 22 señales turísticas en la ruta y en sus tres senderos ecológicos (Cascabita, Peña Blanca y Encenillales), elaboración de un manual de buenas prácticas para el turismo rural comunitario basado en la experiencia local, diseño de productos turísticos basado en servicios y actividades agropecuarias, así como formulación de estrategias de mercadeo, comunicación y comercialización del la ruta.
Tendrá un beneficio directo para 60 familias del sector, una decena de jóvenes que fueron preparados como interpretes ambientales de la ruta, 18 mujeres capacitadas en el desarrollo de productos artesanales y gastronómicos. Igualmente se intervino la vieja estación del tren para ser convertida en un salón comunal y punto de venta de los productos agrícolas y artesanales elaborados por las familias campesinas.
Igualmente, prestó la asesoría legal para la formalización de los emprendimientos, acompañamiento para la formulación de planes promocionales a través de una página web y piezas promocionales, y asistencia técnica para el funcionamiento de la ruta turística local. La población campesina integrada al proyecto fue capacitada en prestación de servicios turísticos tales como guianza turística, servicio al cliente, contabilidad, técnicas de comunicación y expresión.
“Esta es una verdadera revolución en el sector del turismo de Bogotá. La ciudad es de por sí una de las metrópolis más modernas del continente, pero afortunadamente tiene la ventaja de poseer todavía la sabiduría de nuestros antepasados, representada en esos campesinos que ahora serán anfitriones para el mundo”, concluye el director del IDT.
Tres circuitos turísticos
La ruta consta de 3 circuitos turísticos:
El Circuito Santa Bárbara, que comprende una caminata a la Represa la Regadera, un taller participativo en la Finca Agua Bendita y Finca el Carmen, almuerzo típico de la zona, un taller sobre artesanías y, por último, una visita al mercado campesino.
El Circuito Pasquilla parte de una visita al Relleno Sanitario Doña Juana, una caminata por el sendero ecológico Peña Blanca o Quebrada Honda, la asistencia a un taller participativo en la Finca El Corinto o San Miguel, disfrute de un almuerzo típico, un taller artesanal y, por último, una visita al mercado campesino.
El Circuito Mochuelo Alto comienza con la visita el exterior del Relleno Sanitario Doña Juana, caminata por el sendero ecológico Encenillales, participación en un taller en la Finca Bella Vista y en Lácteos Santa Mónica, almuerzo típico, taller artesanal y visita al mercado campesino.