Las clases tienen la intención de entablar un diálogo con los participantes desde una perspectiva netamente humana.
Sin embargo, esta comunicación se hace desde el arte o mejor aún, desde la literatura, cada sesión es una manera de acercarnos a lo que nos conforma, descubriendo que somos a la vez lo tangible y lo intangible.
El arte, que su contexto abarca lo esencial del ser humano y lo transforma en expresión, con curvas, trazos, líneas, puntos y matices, descubre las diferentes caras que no hemos podido descifrar.
Cada sesión es un encuentro.