La formalización de personas y empresas es cerrar las brechas sociales: Alcalde

28·FEB·2024
Bogotá avanza hacia el camino de la inclusión financiera, así lo expresó el alcalde Carlos Fernando Galán en Colombia Fintech
La formalización de personas y empresas es cerrar las brechas sociales: AlcaldeAlcaldía Mayor de Bogotá
Alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán

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Este es el discurso del Alcalde Carlos Fernando Galán durante el foro "Pagos para la Inclusión Financiera" organizado por Fintech Colombia

Nuestra visión para Bogotá es la de una ciudad que es la misma para todos sus habitantes, donde las oportunidades llegan a todas y todos por igual y el lugar de nacimiento de una persona no determina su futuro.

Somos conscientes, sin embargo, de que el camino hacia esa Bogotá todavía es largo: hoy existen una serie de brechas que tenemos que cerrar para hacer de nuestra cancha un ejemplo de equilibrio.

Y es ahí precisamente, en el cierre de esas brechas, donde el sector fintech es un actor clave para Bogotá. Empiezo con un caso de éxito que debe llenar de orgullo a nuestra ciudad.

El sistema de transferencias de Bogotá ha sido un vehículo ejemplar de inclusión financiera. En marzo de 2020, hace apenas 4 años, nació el programa de transferencias monetarias del Sistema Distrital Bogotá Solidaria, con el que se buscaba hacer frente a la crisis generada por la pandemia.

En ese momento, la administración distrital contaba solamente con 79 mil hogares bancarizados. Un año después, la entrada en funcionamiento de la Estrategia de Ingreso Mínimo Garantizado permitió llegar a 800 mil hogares y hoy, gracias al trabajo conjunto entre el sector público y el privado, hay un total de 1.2 millones de hogares bancarizados que reciben estas transferencias.

La clave para lograr este incremento ha estado, justamente, en el trabajo articulado.  Por ejemplo, estrategias como la bancarización por listado, en donde la Alcaldía envía listados a los bancos para que estos a su vez contacten a la ciudadanía y avancen en la apertura de productos financieros, han sido herramientas fundamentales para profundizar la inclusión financiera.

Con ese antecedente, miramos al futuro con optimismo. Esta es una administración comprometida con la formalización. Sería ingenuo desconocer el tamaño que tiene la economía informal en nuestra ciudad. Nuestros esfuerzos deben entonces estar centrados en llevar las empresas y negocios a esquemas productivos que incorporen todos los beneficios de ley, incluyendo las coberturas de seguridad social y el acceso a financiamiento.

Sabemos que la financiación y la tecnología son aliados indispensables para adelantar esta tarea y estamos convencidos de que este escenario --al lado de Colombia Fintech-- es el mejor espacio para hablar de estos temas.

Durante su visita a Colombia, su Majestad La Reina Máxima ha destacado el progreso que nuestro país ha logrado en la última década en la ampliación del acceso a servicios financieros para las personas. Sin duda, el caso de Bogotá es un buen ejemplo de ese progreso, pero todavía son muchos los retos que enfrentamos en materia de finanzas abiertas y tecnología.

Nuestra tarea, como formuladores de políticas, y en un trabajo articulado con el sector privado, es seguir ampliando las herramientas financieras que nos permitan formalizar tanto a personas como a empresas y aportar a la salud financiera en nuestro país.

En ese sentido, quiero hablar de tres puntos frente a los que estamos avanzando en Bogotá.

Primero: avanzar en la inclusión financiera de personas como mecanismo de formalización laboral tiene enormes ventajas. Facilitar el acceso al portafolio de productos que hoy ofrecen las entidades financieras les permite a los hogares potenciar su ahorro, tomar crédito para solventar necesidades de consumo o desarrollar un proyecto de inversión. En este contexto, debemos poner especial atención a poblaciones que pueden enfrentar condiciones de vulnerabilidad como jóvenes sin trabajo o personas de bajos ingresos en la ruralidad.

Es por ello que vamos a apalancarnos en la ambiciosa meta de formar para el trabajo a más de 78.000 personas de la mano de la Secretaría de Desarrollo Económico, para incluir también formación en temas financieros que promueva un adecuado uso de las herramientas hoy disponibles. De este modo, nuestras capacitaciones no solo cubrirán elementos técnicos y de habilidades blandas, sino también de uso y manejo de productos de financiación. En el diseño de estos módulos será fundamental contar con los aportes y el conocimiento que la industria fintech tiene para compartir con nosotros. Cuenten con el gobierno distrital para avanzar juntos por ese camino.

Segundo: así como la formalización de personas es clave, también lo es la de empresas y negocios. En este frente, la tecnología viene no sólo transformando los mecanismos de financiación, sino que también juega un papel disruptivo y de enorme impacto en la productividad en el frente de logística y de canales de venta, y aquí nuestras metas también son ambiciosas.

Como hemos reiterado casi a diario, esta es una administración comprometida con reconocer los aciertos y mantener lo que funciona. Por eso, decidimos continuar y fortalecer el programa Hecho en Bogotá, no sólo haciendo las ferias presenciales todavía más robustas, sino llevando el foco de estos pequeños empresarios a canales de venta digitales. Es fundamental entonces acompañarlos en el diseño e implementación de estrategias sólidas de mercadeo en redes sociales, el acceso a plataformas y canales de venta como Rappi o Mercado Libre y la incorporación de medios digitales de pago, donde han venido llegando nuevos actores con billeteras electrónicas y redes de pagos que compiten en el mercado tradicional de los datafonos.

Tercero: los mecanismos de financiación para pequeñas empresas constituyen un capítulo de especial relevancia. Llegar a unidades productivas de base requiere un esfuerzo conjunto entre el sector público, el privado --donde las Fintech juegan un papel clave--, las microfinancieras y las cooperativas.

Se trata, sin duda, de un reto importante, pero la gratificación del impacto positivo que podemos generar es igualmente grande. De una parte, la bancarización de negocios informales nos permite sacarlos del alcance de mecanismos tan perversos como el gota a gota, y de otra parte, podemos avanzar en el fortalecimiento del canal de crédito para quienes ya tienen acceso al sistema formal.

En este frente nuestra meta consiste en apoyar financieramente a 60.000 empresas bogotanas, la mitad de las cuales ayudaremos por medio de mecanismos que abaratan el costo del crédito como lo son las tasas compensadas. Por supuesto que en este punto también será fundamental contar con la experiencia del sector fintech, para lo cual aprovecho para invitarlos a participar en la construcción de nuestro plan distrital de desarrollo, así como en el diseño de los mejores mecanismos para esta irrigación de recursos a las pequeñas y medianas empresas.

Además, estamos trabajando en una estrategia de inclusión financiera que pondremos en marcha desde la Dirección de Economía Rural y Abastecimiento Alimentario, la cual está orientada a constituir herramientas de acceso a crédito de fomento rural, aseguramiento de actividades productivas, educación financiera y acceso a medios alternativos transaccionales para emprendimientos o unidades productivas rurales. Nuestra meta es impactar, inicialmente, a más de 200 unidades productivas rurales.

Estas tres constituyen nuestras principales apuestas, pero también son una invitación a ustedes: a que trabajemos juntos y avancemos por el camino de la inclusión financiera. Ustedes, el sector fintech, tienen el conocimiento, la experiencia y el pensamiento innovador que los tiempos actuales exigen.

La formalización de personas y empresas en nuestra ciudad conlleva grandes desafíos, pero es, sin duda, el camino adecuado para seguir avanzando en cerrar las brechas sociales que aún existen y para hacer de Bogotá una ciudad que es la misma para todas y para todos. Estamos listos para trabajar con ustedes para equilibrar la cancha de las oportunidades.