El alcalde Carlos Fernando Galán celebró que el mundo tenga los ojos puestos en la ciudad, por ser la sede del Día Mundial de las Ciudades, el principal evento global de urbanismo sostenible promovido por las Naciones Unidas. Estas fueron sus palabras en el acto de apertura del evento.
Para Bogotá es un honor ser la sede del Día Mundial de las Ciudades, y para mí también es un honor estar hoy acá junto a ustedes.
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Quisiera empezar estas palabras con una reflexión sobre el papel que juegan las ciudades en nuestro país y también en el resto del mundo. Si bien es cierto que las ciudades son las llamadas a liderar los grandes cambios que exige nuestra sociedad, también es verdad que somos nosotras, las ciudades, las primeras que debemos responder a las necesidades de la gente.
El primer punto de contacto de una persona con el Estado es una ciudad, su ciudad. Por eso, en Bogotá hemos insistido desde que llegamos a la administración, que esta no es solo una ciudad de ocho millones de habitantes, sino que es la casa de todas esas personas. De todos ustedes.
Como hemos visto estos últimos años en Colombia, es también en las ciudades donde primero se ven las consecuencias de políticas públicas mal planeadas o mal ejecutadas a nivel nacional. Porque aunque las ciudades gozan de algo de autonomía, la realidad es que no existen en un vacío, sino que son parte de un sistema que las afecta o las beneficia, según sea el caso.
Por eso, es fundamental en el contexto actual cultivar las relaciones internacionales a nivel ciudades, pues son, precisamente, las ciudades el motor de la economía global, el lugar donde se dan intercambios que se ven afectados por la relación entre países.
Pero hoy quiero enviar un mensaje de esperanza. Porque aún en medio de un contexto nacional cargado de dificultades, Bogotá hoy avanza. Con gran orgullo puedo decir que nuestra ciudad se está transformando como nunca antes. Bogotá se está actualizando y construyendo el futuro y, al hacerlo, está jalonando a todo el país.
Nuestra ciudad aporta cerca del 27 % del PIB nacional, tiene una fuerza laboral de casi cinco millones de personas, y es también la más preparada, con el 37 % de los profesionales graduados y el 37 % del talento bilingüe del país.
Con 427 mil empresas activas --67 mil de ellas creadas el año pasado-- y el ecosistema de emprendimiento más importante de Colombia, Bogotá se consolida como una metrópoli dinámica, competitiva y pujante.
Pero tenemos que ser realistas. En Bogotá hoy persisten grandes retos y dificultades. Nuestra ciudad trabaja sin descanso para garantizar los derechos de todas las personas y para construir su futuro, pero la realidad es que, mientras se nos pide a las ciudades responder y solucionar los problemas de millones de personas, en algunos casos no se nos asignan los recursos y las capacidades necesarias para cumplir con ese rol de primer contacto con la gente.
Pero, aún con capacidades y recursos limitados, nuestra ciudad avanza. Mientras en el país algunas cosas parecen retroceder, en nuestra ciudad nos movemos hacia el futuro. Hoy quisiera hablarles de tres ejes en los que Bogotá ha dado --y está dando-- pasos importantes.
El primero es el sector vivienda. Imposible abrir este gran evento sin hablar de vivienda y revitalización, uno de los frentes en los que nuestra ciudad se está transformando profundamente. La Estrategia “Revitaliza tu Barrio” tiene como propósito mejorar las condiciones en sectores consolidados de la ciudad, especialmente en áreas de influencia de los sistemas de transporte masivo, pero que aún presentan deficiencias urbanísticas, ambientales o de seguridad.
Un pilar esencial de esta apuesta es la promoción del acceso a vivienda en las zonas de revitalización a través de programas como “Mi Casa en Bogotá”, que tiene la meta de ofrecer soluciones habitacionales a más de 75.000 familias en cuatro años --una cifra sin precedentes en la historia de nuestra ciudad.
Este programa permite que los hogares de menores ingresos accedan a vivienda nueva, bien ubicada y subsidiada, y, de esta manera, la revitalización se convierte en un motor de inclusión social y movilidad socioeconómica. En estos cuatro años, vamos a intervenir más de 250.000 m² en 20 polígonos priorizados, beneficiando a cerca de 1 millón de personas en toda la ciudad.
El segundo eje es la protección del ambiente. Empecemos por la tierra. En Bogotá estamos reforestando el pulmón de nuestra ciudad, y ya llevamos más de 991,96 hectáreas recuperadas en los Cerros Orientales, las áreas protegidas distritales y la Reserva Thomas Van der Hammen.
También avanzamos en la protección de nuestras fuentes hídricas. Luego de una grave crisis de agua, la más grave que ha tenido Bogotá en su historia, hoy Bogotá tiene garantizado el suministro de agua potable para los próximos 33 años. Hemos triplicado los esfuerzos de conservación de los ecosistemas estratégicos que aseguran este abastecimiento, con proyectos como la modernización y optimización de la PTAP Tibitoc, el proyecto de restauración y conservación hídrica más ambicioso en la historia de la ciudad, y la PTAR Canoas, que permitirá tratar el 70 % de las aguas residuales de Bogotá y el 100 % de Soacha. Esta obra no solo es clave para Bogotá, sino para todo el país, pues nos permite saldar la deuda histórica de descontaminar el Río Bogotá, lo que generará un beneficio directo para 80 municipios del país.
Igualmente, trabajamos por un mejor aire para la ciudad, entendiendo que con esto salvamos vidas y que reducimos la brecha en uno de los temas con mayor desigualdad en Bogotá, la calidad del aire. Avanzamos en el Metro, que es eléctrico, y también en la renovación de la flota de Transmilenio, llegaremos pronto a cerca de 1.850 buses eléctricos, lo que también nos ayudará en la reducción de emisiones.
La apuesta por mejorar la calidad del aire es fundamental para nosotros, por eso sabemos que debe ser una apuesta integral. Innovando estrenamos las Zonas Urbanas por un Mejor Aire, las ZUMA, una estrategia que combina movilidad sostenible, restauración, control de emisiones en corto y largo plazo para mejorar el aire. La primera está en Bosa Apogeo, y beneficia a 35 mil personas con más de 39 acciones. Esto es un acto de reivindicación en una parte de la ciudad donde existe una deuda histórica con la calidad del aire.
Finalmente, el tercer son las obras, la infraestructura. Como todos han podido ver, Bogotá está en obra. El Metro, el proyecto de infraestructura más importante del país, avanza a buen paso, y el proyecto está en más de 65 % de ejecución. Y quiero reiterar algo clave: el Metro es infraestructura, claro, pero es mucho más que eso, es desarrollo, renovación urbana y mejor calidad de vida. También es un símbolo de una ciudad que se actualiza y se pone al día.
En la siguiente publicación del alcalde Carlos Fernando Galán, un video del Día Mundial de las Ciudades.
A partir de hoy, Bogotá le da la bienvenida al Día Mundial de las Ciudades, el evento global más importante de ONU-Hábitat sobre desarrollo urbano sostenible, y a los más de 2.500 expertos internacionales, líderes, gobiernos locales, academia y sociedad civil para hablar del… pic.twitter.com/qyMkwTfiCw
— Carlos F. Galán (@CarlosFGalan) October 30, 2025
Sabemos que la cantidad de obras --más de 1.200 frentes de obra en toda la ciudad-- genera algunas molestias, que los tiempos de desplazamiento aumentan y que la gente pierde la paciencia. Pero quiero enviar un parte de tranquilidad: las obras hoy avanzan más que antes --cerca de 1.8 veces más rápido, de hecho-- y entre enero de 2024 y septiembre de 2025, hemos entregado 12 proyectos de infraestructura vial y siete proyectos especiales de conservación en espacios emblemáticos de la ciudad.
Estas transformaciones son visibles, pero hay otras igual o más importantes que no se ven con la misma facilidad. En Bogotá avanzamos también con una política social sólida, que en estos dos años nos ha permitido reducir la pobreza y el hambre en la ciudad a un ritmo superior que el promedio nacional. Y la desigualdad también se ha reducido.
El eslogan de este Día Mundial de las Ciudades es “Ciudades inteligentes centradas en las personas”, y parte de las transformaciones que hoy vive nuestra ciudad son en esa dirección. Bogotá construye el futuro de la mano de la tecnología y la innovación, siempre pensando en poner en el centro a la gente.
En varios frentes hemos incorporado y desarrollado herramientas de inteligencia artificial. En movilidad tenemos un sistema inteligente de detección de eventos de seguridad de Transmilenio, en educación desarrollamos un sistema de recuperación de información para facilitar la búsqueda de documentos, en salud tenemos un robot que realiza y valida los registros del proceso de contratación de personal, los bomberos utilizan drones para la atención de emergencias y en desarrollo económico usamos la IA para conectar vacantes de empleo con personas que buscan trabajo en nuestra ciudad.
En materia de seguridad y movilidad son muchos los pasos que todavía nos falta dar para sacar mayor provecho de la inteligencia artificial, pero hacia allá nos estamos moviendo. También, una de las innovaciones que trae el Metro, un sueño que se hace por fin realidad, es la de un sistema de transporte público con un sistema interoperable de recaudo, que permita la integración de nuevos medios de pago y la participación de múltiples recaudadores.
Hablando de transporte, no puedo dejar de resaltar que hoy contamos con 1.486 buses eléctricos que equivalen al 14 % de toda la flota, con lo que logramos reducir cerca de 72 mil toneladas de CO₂ al año, y con 269 buses nuevos 100 % eléctricos, llegaremos hasta el 17 % de la flota.
Estas transformaciones hacen, sin duda, que el mundo mire a Bogotá. Y este evento que nos reúne hoy, el hecho de que más de 2.500 expertos de todo el mundo vengan a dar acá las discusiones claves sobre el futuro de las ciudades a nivel global, muestra que vamos por buen camino.
Hoy, Bogotá los recibe con alegría y con orgullo, porque después de mucho tiempo nuestra ciudad vuelve a caminar con esperanza y, al hacerlo, lleva ese mensaje a todo el país. Las ciudades estamos listas para liderar los grandes cambios que exige el mundo, pero eso sí, ojalá podamos hacerlo con más recursos y capacidades, y ahí el trabajo con el Gobierno Nacional es fundamental.
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Porque cierro como empecé: aunque gocen de una necesaria autonomía, las ciudades no existen en un vacío y el trabajo articulado con los gobiernos nacionales es fundamental si queremos que nuestras ciudades estén, realmente, centradas en las personas.
En Bogotá estamos listos para seguir avanzando.
