'Yo también le eché una mano a mi Fortaleza': historia de un obrero

29·MAYO·2019
Don Luis Quintero construye no sólo el futuro de otros, sino el de su propia familia en el jardín La Fortaleza
Obreros y alcalde Peñalosa en la Fortaleza
Avanza satisfactoriamente la obra del jardín La Fortaleza en Usme

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La sonrisa de Luis Alberto Quintero Ramírez, un hombre tímido y reservado, es tan solo una pequeña muestra de la gran satisfacción que siente 'Don Lucho', como lo conocen sus amigos, al ver el avance de la obra del mega jardín La Fortaleza en Usme, el cual cuenta con más de 1.780 metros de construcción y que albergará 300 niños desde los cuatro meses hasta los cuatro años de edad en sus instalaciones educativas. 

En sus treinta años de labores como obrero, 'Lucho' ha trabajado en la construcción de “mas o menos ocho o diez colegios, ya no me acuerdo, pero sí han sido varios”, afirma, y jamás se imaginó que iba a tener la oportunidad de construir, con sus propias manos, el jardín en el que estudiarán sus nietos, a partir del mes de octubre de este año cuando La Fortaleza sea inaugurado. 

Viene de una familia humilde que residía en el barrio Marco Fidel Suárez, en la localidad de Rafael Uribe Uribe. Cuando estaban muy pequeños, junto a su mamá, quien trabajaba en un restaurante en Chapinero, y sus cuatro hermanitos, buscaron un mejor futuro en Usme luego de que un amigo de la familia les dijo que allá los lotes estaban más baratos. 

obrero usme

La educación como prioridad

“A mi mami, que le tocaba todo solita, pues mi papá era adicto al licor, compró un lote donde actualmente vivimos, yo tenía tan solo 12 años y estaba estudiando”. Dos años después Don Luis tuvo que dejar de asistir al colegio Concentración Monte Blanco de la localidad, porque no había recursos para seguir. 

Era el momento para empezar a ayudar a su mamá, que para la época tenía cinco bocas más que alimentar, aunque desde los 7 años ya colaboraba con la casa, “vendíamos fruta y verdura en abastos, nos pagaban con mercado, y con eso comíamos la mayoría de las veces”. Afirma que le daba miedo, pero que las circunstancias obligaban a que se alejara de las cartillas de escolaridad.

Alcanzó a cursar el octavo grado de bachillerato, pero prefirió iniciar a ganarse unos pesos como ayudante de obra. Desde aquel día no pudo dejar de trabajar para ganarse la vida, y no tuvo la oportunidad de volver a retomar sus estudios. Por esto, asegura que “este y todos los jardines que está haciendo el alcalde Peñalosa me alegran el alma porque a uno sin estudio las puertas no se le abren tan fácil”.

A la fecha, la administración distrital ha entregado 13 jardines infantiles nuevos en Bogotá, con una capacidad para más de 150 niños en cada uno. 

Un sueño hecho realidad

Siendo padre cabeza de hogar de dos hijos, Carolina de 21 y Leonardo de 25, Luis ha transcurrido entre los ladrillos, el cemento, el enchape y la mampostería, y aunque inició siendo ayudante de obrero, hoy se presenta con orgullo como maestro de obra. Pero sus ojos llenos de ilusión se iluminan cuando asegura que su sueño era ser arquitecto o ingeniero, de haber tenido la oportunidad de terminar sus estudios.

La mamá de Don Luis, de 75 años, en octubre ya no caminará las 20 cuadras que recorre para llevar a Samuel y Carol, sus bisnietos, hasta la guardería. En un futuro muy cercano, a tan solo 3 cuadras de su casa, el jardín La Fortaleza le cumplirá a ellos, y a más de 300 familias de los habitantes de Usme, con una inversión de más de $7 mil millones de pesos.

Pronto tendrán al lado de su hogar un espacio con sala materna, salón de caminadores, salones de párvulos, cocina, comedor, lavandería, cuarto de aseo, baños para adultos y área de juegos; todo esto para que los niños además cuenten con las condiciones idóneas para el excelente desarrollo de su aprendizaje en los primeros años de vida.

Qué no daría Don Luis por haber tenido la oportunidad, cuando era un niño, de dejar de trabajar para poder comer y continuar asistiendo al colegio, así como lo han hecho los más de 87.000 niños y niñas de la capital, quienes han abandonado el trabajo infantil desde que inició la administración Peñalosa y hacen parte de los 65.118 menores que estudian en 365 jardines del Distrito.