Sonidos, armonías y percusiones han transformado el mundo de los estudiantes con discapacidad auditiva del colegio oficial San Carlos, donde ocho maestros les enseñan que no hay límites para sentir, Esta es la Jornada Completa de Bogotá. Esta es la primera escuela de música para estudiantes con discapacidad auditiva del Distrito, en trabajo conjunto con la Orquesta Filarmónica de Bogotá- OFB-.
Juan Carlos Arias, coordinador de música de la OFB en el colegio asegura que con esta escuela piloto los maestros quisieron afrontar un reto: “que los estudiantes tengan un acercamiento a prácticas musicales a través de la observación e imitación, que vivan experiencias particulares y conformen el ‘Coro de Manos Blancas’, en el que demuestren su talento a través del lenguaje de señas”.
Además de los juegos de percusión, los estudiantes de esta clase sensorial también disfrutan de las grandes obras de la música clásica. Varios parlantes amplifican sus poderosos acordes y los chicos posan sus rostros sobre los pupitres para percibirlos. Es un ejercicio mágico que los deja impresionados: a través de las vibraciones, están escuchando música.
Todos los martes, jueves y viernes, Maryuris participa en esta clase de música sin igual en toda Bogotá, en la que ha descubierto que no hay límites para sentir.
Johana Arias, quien enseña a 15 niñas y niños sordos a descubrir el universo de las armonías, diseñó un sistema de comunicación que no está en los diccionarios de señas ni en los manuales de música. Un código de sensaciones y movimientos que los estudiantes apropiaron y que les permite explorar, vivir, sentir y crear música.
En esa misión también se embarcaron los músicos y formadores Laura Cruz, Javier Castro, Carlos Ardila, Mauricio Molano, Carolina Gutiérrez, Noel Rincón y Jefferson Castillo, quienes comparten con Johana y Juan Carlos la pasión de enseñar que no hay imposibles.
Twitter: @ServiCiudadano
Facebook: Servicio al Ciudadano – Bogotá