La iniciativa Alcaldes Campeones para el Crecimiento Inclusivo – Champion Mayors – de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos - OCDE destacó en su portal web la gestión de Bogotá liderada por la alcaldesa Claudia López orientada al cuidado de las personas, la democracia y el planeta. Las iniciativas destacadas están relacionadas con equidad de género, respuesta al cambio climático, inclusión de la población migrante y crecimiento económico para la población joven.
Mediante una entrevista, publicada en la sección ‘Alcalde del Momento’, se visibilizan las iniciativas orientadas a enfrentar la desigualdad y promover un crecimiento económico incluyente. El objetivo de estas publicaciones es que líderes y gobiernos locales de todo el mundo conozcan iniciativas innovadoras que están dando resultados positivos y que pueden ser replicadas y ajustadas a la realidad de sus ciudades y territorios.
Fueron cuatro los temas abordados en la entrevista publicada por la OCDE. En primer lugar, la alcaldesa de Bogotá destacó la innovación de las Manzanas de cuidado y su impacto en el bienestar social y económico de las mujeres en la capital colombiana. “Gracias a los servicios de La Manzanas del Cuidado, al apoyo al emprendimiento y a las políticas que hemos creado para promover el empleo, Bogotá tiene hoy la menor brecha laboral entre hombres y mujeres, de toda su historia” destacó.
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En segundo lugar, se destacan las apuestas de la capital colombiana para dar respuesta y detener el cambio climático. Se destacan los proyectos de movilidad multimodal sostenible que se encuentran en construcción, la flota de buses eléctricos, el uso de la bicicleta y la reducción de emisiones. “Contamos con un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial que amplía en un 30% la Estructura Ecológica Principal de la ciudad, protegiendo y ampliando las zonas de humedales”, informó la mandataria en la entrevista.
En tercer lugar, se exponen las iniciativas que han permitido la integración social, económica y cultural de la población migrante. Frente a esto, la alcaldesa manifestó que en Bogotá “no hablamos sólo de una estrategia migratoria y humanitaria, sino de acogida, inclusión económica y social y desarrollo. Este es un modelo que perdurará en el tiempo”.
Para finalizar, se tratan las estrategias para el empoderamiento económico de la población joven. “Los jóvenes están en el centro del nuevo contrato social que estamos materializando en Bogotá. Entendemos que los jóvenes de Bogotá tienen diferentes necesidades, expectativas y proyectos de vida. Por eso, tenemos varias líneas de trabajo, con el objetivo de brindarles la mejor atención y todo nuestro apoyo”. Resaltó la alcaldesa.
Para leer la entrevista completa en inglés haz clic en el siguiente enlace:
http://www.oecd-inclusive.com/champion-mayors/mayor-of-the-moment/
A continuación, la traducción de la entrevista publicada en la sección Champion Mayors de la OCDE:
Para ayudar a los migrantes en Bogotá, han creado un "Centro de recepción nutricional para niños y madres migrantes y refugiados", que garantiza la seguridad alimentaria de las poblaciones migrantes vulnerables, con especial atención a las madres y los niños. ¿Puede decirnos más sobre cómo piensa hacer más sostenibles los sistemas alimentarios y cómo esto ayudará a los grupos vulnerables?
Después de Lima, Bogotá es la ciudad con mayor número de migrantes venezolanos. Hemos acogido a más de medio millón de nuevos bogotanos. Por eso, no hablamos sólo de una estrategia migratoria y humanitaria, sino de acogida, inclusión económica y social y desarrollo. Hemos desarrollado una política pública de inclusión de quienes llegan a la ciudad. Es un modelo que perdurará en el tiempo.
Esta labor ha sido reconocida por el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, como un modelo hemisférico de éxito para la integración de los inmigrantes. Además de la documentación, la asistencia social y sanitaria y las oportunidades de empleo, la seguridad alimentaria es uno de los puntos clave de la estrategia. A nivel de ciudad, el trabajo por la seguridad alimentaria ha sido clave para afrontar las consecuencias de COVID-19. Bogotá ya ha recuperado los puestos de trabajo perdidos por la pandemia y el PIB de la ciudad crece por encima del nacional. Los índices de pobreza también siguen disminuyendo.
En la misma línea, estamos implementando programas de Hambre Cero para que más de 300.000 personas vulnerables puedan acceder a alimentos, empleo y servicios sociales sin discriminación. La seguridad alimentaria es una dimensión estratégica del desarrollo. El 40% de los alimentos que se consumen en Bogotá provienen de la región que rodea la ciudad. Por esta razón, estamos promoviendo la Agencia Regional de Comercialización, que aumenta los pagos a los agricultores y satisface la demanda de alimentos en la ciudad.
Como primera alcaldesa electa de Bogotá, ha defendido la igualdad de género con iniciativas enfocadas a combatir la desproporcionada carga de cuidados que soportan las mujeres y a mejorar su seguridad. ¿Puede hablarnos de las medidas que ha tomado para lograr una mayor igualdad para las mujeres en Bogotá?
A lo largo de la vida, todos hemos recibido cuidados. El trabajo no remunerado de las mujeres ha hecho posible el progreso. Sin embargo, esto se ha hecho a costa del desarrollo personal y de los proyectos de vida de millones de personas. En Bogotá, 1,2 millones de mujeres dedican la mayor parte de su tiempo al trabajo de cuidado no remunerado. El 90% de ellas vive en la pobreza. Nos propusimos transformar esta realidad a través de una serie de medidas sin precedentes. Bogotá es la primera ciudad de América Latina con 15 Manzanas del Cuidado en funcionamiento, que prestan servicios de apoyo a las cuidadoras y sus familias.
Las Manzanas del Cuidado atienden las necesidades de cuidado de las mujeres y las poblaciones más vulnerables y atienden a 600.000 mujeres con más de 300.000 servicios. En estos espacios, situados a poca distancia de sus hogares, pueden estudiar, formarse, acceder a oportunidades de empleo y emprendimiento, recibir asesorías en salud, acceder a atención psicosocial y jurídica, relajarse y tener mayor autonomía y libertad. De este modo fomentamos el desarrollo personal, el autocuidado, el bienestar, la generación de ingresos y la participación. Mientras tanto, las personas a las que cuidan, en su gran mayoría niños, personas con discapacidad y adultos mayores, pueden disfrutar de actividades para desarrollar habilidades y promover su autonomía.
Adicionalmente, el Sistema está promoviendo una profunda transformación cultural en cuanto a la distribución del trabajo de cuidado en los hogares y en la sociedad. Para finales de 2023, Bogotá contará con 21 Bloques de Cuidado y habremos transformado la vida de cerca de medio millón de mujeres. Con una inversión de más de 630 millones de dólares, creamos una política de largo plazo que va a llegar a más del 60% de la población de la ciudad. Gracias a los servicios de La Manzanas del Cuidado, al apoyo al emprendimiento y a las políticas que hemos creado para promover el empleo público -tanto en obras públicas como en servicios sociales- Bogotá tiene hoy la menor brecha laboral entre hombres y mujeres, de toda su historia.
En junio de 2022 Bogotá recibió el premio One City Planet Challenge, concedido por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en reconocimiento a sus esfuerzos por reducir las emisiones y migrar a energías renovables. ¿Puede hablarnos más de las iniciativas climáticas y de cómo se asegura de que la lucha contra el cambio climático beneficie a todos los habitantes de Bogotá?
La sostenibilidad social y medioambiental y la adaptación al cambio climático son dos pilares centrales de nuestra administración. En materia de movilidad, se está construyendo la primera línea del Metro de Bogotá, y esperamos adjudicar este año el contrato para la construcción de la segunda línea, que dará servicio a 2,5 millones de personas. La ejecución de este proyecto -que es una necesidad de primer orden en la ciudad- significa dejar atrás décadas de luchas políticas que retrasaron el desarrollo de la ciudad, y un cambio fundamental en el sistema de transporte, pues será el metro eléctrico y no los buses diesel la columna vertebral del transporte público en Bogotá.
Seguimos consolidando a Bogotá como la capital mundial de la bicicleta, con más de 880.000 viajes diarios. Avanzamos en la construcción de infraestructura (tenemos 600 km de ciclorrutas permanentes) y en el desarrollo de proyectos como el Sistema de Bicicletas Públicas con 300 estaciones y 3.300 bicicletas, la mitad de ellas eléctricas.
Estamos apoyando estas acciones de sostenibilidad con acciones inmediatas y planes de mediano y largo plazo para garantizar la adaptación al cambio climático. Expedimos la Política Pública de Acción Climática Bogotá 2050 y el Plan de Acción Climática alineados con el Plan de Ordenamiento Territorial y el Plan de Movilidad Sostenible.
En materia de reducción de emisiones, llegaremos al 15% en 2024 y al 50% en 2030. Bogotá será carbono neutral en 2050. El año pasado pusimos en marcha una flota de 1.485 autobuses eléctricos. Contamos con un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial que amplía en un 30% la Estructura Ecológica Principal de la ciudad, protegiendo y ampliando las zonas de humedales. La ciudad está mejorando la calidad del aire, con reducciones significativas del material particulado y, para finales de 2023, plantaremos más de 800.000 nuevos árboles.
Para ayudar a los migrantes en Bogotá, han creado un "Centro de recepción nutricional para niños y madres migrantes y refugiados", que garantiza la seguridad alimentaria de las poblaciones migrantes vulnerables, con especial atención a las madres y los niños. ¿Puede decirnos más sobre cómo piensa hacer más sostenibles los sistemas alimentarios y cómo esto ayudará a los grupos vulnerables?
Después de Lima, Bogotá es la ciudad con mayor número de migrantes venezolanos. Hemos acogido a más de medio millón de nuevos bogotanos. Por eso, no hablamos sólo de una estrategia migratoria y humanitaria, sino de acogida, inclusión económica y social y desarrollo. Hemos desarrollado una política pública de inclusión de quienes llegan a la ciudad. Es un modelo que perdurará en el tiempo.
Esta labor ha sido reconocida por el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, como un modelo hemisférico de éxito para la integración de los inmigrantes. Además de la documentación, la asistencia social y sanitaria y las oportunidades de empleo, la seguridad alimentaria es uno de los puntos clave de la estrategia. A nivel de ciudad, el trabajo por la seguridad alimentaria ha sido clave para afrontar las consecuencias de COVID-19. Bogotá ya ha recuperado los puestos de trabajo perdidos por la pandemia y el PIB de la ciudad crece por encima del nacional. Los índices de pobreza también siguen disminuyendo.
En la misma línea, estamos implementando programas de Hambre Cero para que más de 300.000 personas vulnerables puedan acceder a alimentos, empleo y servicios sociales sin discriminación. La seguridad alimentaria es una dimensión estratégica del desarrollo. El 40% de los alimentos que se consumen en Bogotá provienen de la región que rodea la ciudad. Por esta razón, estamos promoviendo la Agencia Regional de Comercialización, que aumenta los pagos a los agricultores y satisface la demanda de alimentos en la ciudad.
Tras la promesa de los Alcaldes Campeones de la OCDE para 2021 de empoderar a los jóvenes y lograr un crecimiento económico inclusivo en las recuperaciones de COVID-19, ¿cómo han facilitado ustedes las oportunidades para los jóvenes como parte de la recuperación de Bogotá de COVID-19?
Los jóvenes están en el centro del nuevo contrato social que estamos materializando en Bogotá. Entendemos que los jóvenes de Bogotá tienen diferentes necesidades, expectativas y proyectos de vida. Por eso, tenemos varias líneas de trabajo, con el objetivo de brindarles la mejor atención y todo nuestro apoyo.
Estamos construyendo 54 nuevos colegios y mejorando la infraestructura de todos los colegios públicos existentes en la ciudad, aproximadamente 700 intervenciones. También hemos proporcionado más de 100.000 tabletas y conexiones a Internet para aquellos estudiantes que no pueden permitirse la conectividad. Estamos apoyando a quienes cursan estudios universitarios, proporcionándoles 26.000 becas. También estamos ofreciendo 20.000 plazas para formación de ciclo corto. Esto es algo que no se había hecho antes en la ciudad.
Cerca de 18.000 jóvenes participan en el programa Parceros, una iniciativa que permite a los jóvenes en situación de vulnerabilidad, de entre 18 y 28 años, trabajar a tiempo parcial y estudiar la otra mitad, mientras orientan su proyecto de vida. También hemos creado Consejos de la Juventud para que los jóvenes tengan una mayor representación en la toma de decisiones. Además, con Empleo Joven hemos logrado abrir las puertas de la vida laboral a más de 12.000 jóvenes sin experiencia, a través del subsidio a la nómina de las empresas que los contratan.