Este es el discurso del Alcalde Carlos Fernando Galán en la transmisión de mando del Comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, BG. José Daniel Gualdrón.
Lograr que Bogotá vuelva a caminar segura fue una promesa central en mi campaña y será un objetivo esencial para la Alcaldía en los próximos cuatro años. Vamos a trabajar por convertir a Bogotá en un referente de seguridad, convivencia y justicia como bases fundamentales del desarrollo social y económico de nuestra sociedad.
Por eso, antes que nada, quisiera empezar estas palabras por agradecerle a la Policía Metropolitana de Bogotá y a cada uno de sus miembros, a quienes nos acompañan hoy, pero también a quienes no están presentes, pero han dedicado su vida a cuidar de los demás habitantes de nuestra ciudad. A la general Sandra Hernández, aunque no tuvimos oportunidad de trabajar juntos, le expreso mi agradecimiento a nombre de la ciudad y al general Gualdrón le doy la bienvenida y le reitero mi entera disposición para que trabajemos por devolverles a los bogotanos la tranquilidad.
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Cumplir la promesa de una ciudad segura es imposible si Bogotá no cuenta con la Policía: su trabajo, su sacrificio y su amor por Bogotá es fundamental para que logremos, juntos, hacer de la nuestra una ciudad más segura.
Y digo juntos porque ese es el mensaje que quisiera transmitirles hoy: cuenten con mi compromiso, inquebrantable e irrestricto, de trabajar hombro a hombro con ustedes para recuperar la seguridad de Bogotá. Un compromiso de doble vía: de parte nuestra, pueden contar con que vamos a apoyarlos, acompañarlos y poner a su disposición todas las herramientas para ustedes y sus familias: para que tengan todas las oportunidades para desarrollar su proyecto de vida en Bogotá y para que la ciudad funcione para mejorar su calidad de vida. Antes que policías, ustedes son habitantes de nuestra ciudad, y cada esfuerzo que hagamos por una Bogotá mejor debe repercutir también en una vida mejor para ustedes.
A cambio, Bogotá espera que tracemos y recorramos el camino hacia una Bogotá segura, donde el transporte público pueda usarse a cualquier hora, no haya zonas por las que no se puede transitar y en la que los únicos que sienten miedo de caminar por las calles sean los delincuentes.
Hoy, más que nunca, Bogotá necesita que la administración distrital y la policía trabajemos conjuntamente para ofrecer los resultados necesarios para devolverles la tranquilidad y la confianza en su ciudad a los bogotanos. La gente está cansada, y con razón, de que los responsables de la seguridad en Bogotá se tiren la pelota, se laven las manos y, al final, las calles se hagan cada vez más peligrosas.
Recuperar la confianza de la ciudadanía exige una administración distrital cercana y transparente, que entiende los problemas reales de la gente y trabaja por solucionarlos. Asimismo, una Policía al servicio de la gente, garante de los derechos de todos los ciudadanos, comprometida con el desmantelamiento del crimen a partir de un servicio innovador, de alta calidad e integridad.
Sobre estos principios se deben atender los inmensos retos que enfrenta la ciudad en seguridad. Aplicarlos será una demostración incontestable del amor y sacrificio por Bogotá.
Ese es nuestro reto y también mi invitación: trabajemos juntos, hombro a hombro, por recuperar la seguridad en Bogotá y la confianza de sus habitantes.
Tal como quedó establecido en nuestro plan de gobierno, la gestión de seguridad en nuestra administración estará enfocada en tres grandes prioridades: la protección de la vida, la garantía del disfrute de la ciudad y la reconstrucción de la confianza ciudadana.
Primero, la protección de la vida se centra en dos frentes de trabajo: por un lado, vamos a combatir de frente contra las estructuras criminales que generan violencia y causan zozobra en la ciudad. Por primera vez en la historia de la ciudad, vamos a implementar un Plan Integral contra el Crimen Organizado para atacar estas estructuras y afectar sus finanzas. Por el otro lado, necesitamos reducir los factores de riesgo de violencia interpersonal que, si bien afectan a hombres y mujeres, tienen desenlaces más complejos para las mujeres y limitan su proyecto de vida.
Les pido su compromiso especial frente a este punto: tenemos que hacer de Bogotá una ciudad segura para las mujeres. Hoy hay más de 1000 mujeres en riesgo de feminicidio, y muchas otras han tenido que cambiar su rutina e, incluso, su forma de vestir por miedo a ser agredidas. Esa no es la Bogotá que merecen las mujeres. Tenemos que garantizarles una ciudad donde caminen y vivan en paz.
Segundo, la garantía del disfrute de la ciudad parte de la gestión rápida y efectiva de los factores de desorden urbano que afectan el día a día de los bogotanos. Claro que vamos a garantizar la presencia territorial permanente en el espacio y el transporte público, pero debemos también trabajar por hacer más con menos, y ser más eficientes en el uso de los recursos disponibles. La Policía debe estar resolviendo los problemas que realmente amenazan la seguridad de los bogotanos y problemas cotidianos como la mediación en materia de convivencia o la congestión vial deben solucionarse de manera más eficiente.
La tecnología, en este punto, también será clave para garantizar la seguridad, igual que los esfuerzos ciudadanos. Juntos trabajaremos por tener una ciudad más ordenada lo que, al final, resulta en una ciudad más segura.
Y tercero, la reconstrucción de la confianza ciudadana. La Policía, la Alcaldía y la ciudadanía debemos trabajar juntos. Una ciudadanía desconfiada es una ciudadanía menos dispuesta a colaborar con las autoridades y a asumir como propios los problemas que afectan a su comunidad.
Debemos ser conscientes que todos somos y debemos ser parte de la solución, por lo que vamos a trabajar en fortalecer la participación ciudadana y la construcción de tejido social como principal sostén de los esfuerzos institucionales en materia de seguridad y convivencia.
Soy consciente de que, como alcalde, soy el principal responsable de la seguridad de Bogotá. Esa es una responsabilidad que no evado, y la asumo con enorme confianza en ustedes, en la Policía Metropolitana, convencido de que ustedes, igual que yo, sienten como propios los dolores de los bogotanos y trabajan día y noche por hacer de la nuestra una ciudad segura.
Tenemos que ser responsables. Bogotá atraviesa por una delicada situación de inseguridad. La ciudad enfrenta un proceso de transformación de sus estructuras criminales. El incremento de las economías ilícitas en el orden nacional, el posicionamiento de estructuras de crimen organizado nacional y transnacional, y el debilitamiento del sistema de seguridad ha dado lugar a una competencia criminal abierta por territorios urbanos, sectores lícitos de la economía, comunidades, incluso espacios de participación.
Tienen mi compromiso de trabajar con ustedes y de darles todo el apoyo y las herramientas necesarias para cumplir con sus funciones. Hoy les pido el compromiso de trabajar sin descanso por recuperar la seguridad y la convivencia, defender los derechos ciudadanos y proteger, en todo momento, los derechos humanos de todos los habitantes de nuestra ciudad.
Cierro reiterándoles, una vez más, mi agradecimiento y mi reconocimiento, y pidiéndoles un compromiso claro y contundente con nuestra ciudad. Recuperar la seguridad está en nuestras manos, en las de todos ustedes y en las mías. A partir de hoy, trabajemos juntos para lograr que Bogotá camine segura.
Aquí, la trasmisión del discurso del Alcalde Carlos Fernando Galán en la transmisión de mando del Comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá.