Por esta época del año, el grupo de Monitoreo de Biodiversidad de la Secretaría de Ambiente ha logrado captar en imágenes la presencia de espectaculares aves migratorias que eligen los humedales de la ciudad como sus lugares de refugio y descanso.
🔺 Corocoro rojo o ibis escarlata
La primera especie, de la que no se había tenido registro antes en la ciudad, es la corocoro rojo (Eudocimus ruber), también conocida como ibis escarlata, garza roja, corocoro colorado o guará.
Fue hallada descansando en el club Choquenzá, exactamente al interior del humedal Juan Amarillo en octubre del año pasado y por estos días fue vista nuevamente.
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Esta ave llama la atención por el intenso color rojo de su plumaje, patas y pico que brillan bajo la luz del sol, se parece a las garzas pero se diferencia por su pico más delgado y curvo. Es de figura esbelta, sus extremidades son largas, habitan en zonas costeras del continente sudamericano y es considerada el ave nacional de la Isla de Trinidad y Tobago.
Se alimenta principalmente de crustáceos, insectos acuáticos, peces y reptiles. También se les conoce como animales sociables con sus compañeros de viaje y suelen recorrer grandes distancias en grupos de hasta 20 o 30.
Una de sus características más curiosas es que cuando depositan sus huevos, en época preferiblemente húmeda, tanto la hembra como el macho cooperan entre sí para cuidar a sus crías. Los huevos son de color verde con rayas de color café.
¡Nos volvimos a encontrar! 💚🐦 El club Choquenzá tiene un invitado de lujo, se trata del deslumbrate corocoro rojo, un ave residente del Caribe y la Orinoquía, que apareció por primera vez en Bogotá, exactamente en el humedal Juan Amarillo, en octubre del año pasado. pic.twitter.com/Fell7ZR3Xv
— Secretaría de Ambiente 𓆉 (@Ambientebogota) July 17, 2020
🔺 Picocono rufo
El Picocono rufo o Conirostrum rufum (nombre científico) es un ave de tamaño pequeño y fino porte, que le encantan los matorrales, árboles y humedales para alimentarse y compartir refugio con sus compañeros de grupo y pareja.
Su tamaño y figura hacen de esta ave una especie adorable y su presencia en los humedales y páramos de Bogotá nos demuestra la necesidad de conservar la vegetación, los lugares verdes y los árboles porque son su refugio.
A esta ave se le ha visto entre las hojas y los troncos de los árboles buscando a pequeños insectos que son la base de su alimentación, y según datos del Jardín Botánico, son especies que habitan en la Cordillera Oriental, en la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia y en la parte occidental de Venezuela, entre los 2.500 y 3.000 metros de altura.
¡Qué lindo encuentro! 💚 Durante este mes, nuestro grupo de Monitoreo de Biodiversidad se encontró con este rojizo y espectacular picocono rufo en el humedal de Torca-Guaymaral. Esta especie casi endémica para el país ha sido registrada en 10 de los 15 humedales capitalinos. 😍🦜 pic.twitter.com/2KsQU7YMFi
— Secretaría de Ambiente 𓆉 (@Ambientebogota) July 22, 2020
Por estos días fue visto un Piconono en el humedal de Torca Guaymaral, aunque también suele escucharse su canto con facilidad en los miradores ubicados en los páramos de la ciudad o al interior del Jardín Botánico. Hasta el momento se han conocido y registrado al menos unas 40 de estas especies de ave en la ciudad.
La Secretaría de Ambiente te invita a que conozcas e identifiques a las especies de fauna silvestre que habitan o visitan la ciudad, para que nos ayudes a cuidarlas y preservarlas o a denunciar, en caso de que se encuentren en condiciones vulnerables, llamando a la Línea 123.
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Con tu compromiso y cuidado de las especies silvestres y vegetales, lograremos reverdecer a Bogotá, devolverle el equilibrio a los ecosistemas y mejorar la nuestra calidad de vida.