La calidad del aire se convirtió en un sinónimo de reto a nivel mundial. Diferentes países y ciudades están generando conciencia en torno a esta problemática y se han replanteado sus formas de producción y movilidad para reducir el impacto negativo que las prácticas poco sostenibles traen sobre el ambiente.
Desde 2020 la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 7 de septiembre como el Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul, una fecha que busca crear conciencia sobre la importancia de implementar nuevos hábitos para prevenir y reducir la contaminación atmosférica para contribuir con el bienestar de la población mundial.
Dejar de utilizar combustibles fósiles ha sido un tema controversial en varios países del mundo, pero se ha convertido en una necesidad. Hacer una transición a tecnologías limpias para ayudar a tener un aire más saludable y así contribuir a solucionar problemas de salud humana y de prevención y mitigación del cambio climático.
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Hoy, 7 de septiembre, Bogotá se suma al Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul, una fecha que nos invita a seguir #UnidosPorUnNuevoAire con nuevos hábitos que prevengan y reduzcan la contaminación atmosférica. 🚲🛴🍃
— Secretaría de Ambiente 𓆉 (@Ambientebogota) September 7, 2021
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La concentración de contaminantes en la atmósfera es uno de los mayores riesgos ambientales que se puede presentar en una ciudad. Promover el crecimiento sostenible, movilizarse en medios de transporte alternativos, implementar un consumo responsable, migrar a nuevas tecnologías y que estas sean limpias son algunas de las acciones que se pueden adoptar para reducir la contaminación.
“Bogotá avanza en medidas estructurales que ayuden a reducir la contaminación atmosférica, pero necesitamos el apoyo y compromiso de todos los actores, todos ponemos y todos ganamos. Las industrias y el sector transporte deben empezar a modernizar y migrar a tecnologías limpias, los ciudadanos a moverse de manera sostenible. El Distrito trabaja para generar incentivos que nos lleven a esa transición, pero también en la implementación de planes que permitan mejorar la calidad del aire en toda la ciudad, especialmente en aquellas zonas de mayor concentración ", indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
Precisamente, la Administración de la alcaldesa, Claudia López, ha identificado la contaminación atmosférica como la mayor problemática ambiental de la ciudad y ya puso en marcha el Plan Estratégico para la Gestión Integral de la Calidad del Aire, iniciativa que busca implementar acciones que ayuden a reducir la concentración de contaminantes en Bogotá.
Esta herramienta de gobernanza involucra al sector público y privado, la academia, colectivos ambientales y ciudadanía en general para que desde sus posiciones generen un cambio de hábitos y colectivamente se construyan las políticas necesarias para la gestión integral de la calidad del aire en Bogotá.
Mejorar la calidad del aire contribuye también a mitigar las consecuencias del cambio climático y a solucionar problemas de salud, especialmente en niños y adultos mayores, como poblaciones vulnerables ante los eventos de contaminación.
Los medios de transporte tradicionales tienen un efecto considerable en la contaminación atmosférica de las ciudades y, por eso, es fundamental cambiar los hábitos y buscar alternativas que ayuden a mejorar la calidad del aire, como movilizarse en bicicleta, caminando o en el transporte público.
“Una persona que deja de usar el carro y comienza a transportarse en bicicleta o a pie pasa de generar al día, en promedio, 8 kilogramos de CO2 (gas de efecto invernadero) y un gramo de material particulado a cero”, finalizó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.