En los últimos 6 años, calidad del aire en Bogotá mejoró en un 28 por ciento

Publicado:
9
Mayo
2014
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En 2008, la contaminación del aire de Bogotá registró 67 microgramos por metro cúbico (ug/m3) de material particulado inferior a 10 micrometros (PM10), cifra que el año pasado disminuyó notoriamente a 48, cumpliendo así con lo establecido por la norma nacional.

Esto indica que en los últimos seis años Bogotá ha mejorado su calidad de aire con una reducción del 28 por ciento en uno de los principales contaminantes regulados a nivel mundial.

Según la Secretaría de Ambiente, estas cifras se contradicen con las presentadas en el reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde aseguran que Lima y Bogotá son las más contaminadas de Latinoamérica.

La OMS realizó una comparación de diferentes ciudades del mundo y tiene en cuenta información independiente para cada una de ellas, basada en datos obtenidos entre los años 2008 y 2013. Sin embargo, la SDA manifiesta que ninguna ciudad es medida bajo el mismo escenario de tiempo, población y grado de desarrollo.

Néstor García, Secretario Distrital de Ambiente, fue enfático en asegurar que Bogotá fue medida con imprecisiones por la OMS, ya que solo se basó en datos de una sola localidad, Kennedy.

“La capital, que cuenta con cerca de 8 millones de habitantes y 19 localidades más,  tiene una Red de Monitoreo de Calidad de Aire que consta de 13 estaciones fijas y una móvil. En el reporte se reflejan otras ciudades que pueden tener tres y menos estaciones de monitoreo, lo cual no siempre es representativo del comportamiento espacial y de la dispersión de los contaminantes en una ciudad”.

La SDA informa que los niveles de contaminación se han reducido gracias al desarrollo de medidas como el mejoramiento de la calidad del diesel, el seguimiento y control a fuentes fijas y móviles, la implementación de normas más estrictas en el transporte público, así como la entrada en operación de vehículos con mejores estándares de emisión en el SITP.

En 2013, la ciudad creó las condiciones para el monitoreo de una de los contaminantes que afectan con más gravedad la salud de los bogotanos, el PM2.5, que cuenta con partículas que pueden llegar hasta los alveolos pulmonares, generando afecciones a la salud como enfermedades respiratorias agudas, además de facilitar la entrada de virus y bacterias al organismo.

9 estaciones en Bogotá se encargan de monitorear este contaminante, lo cual ha permitido implementar herramientas para mejorar la calidad del aire en Bogotá.

“La entrada de buses híbridos en el SITP a través del Plan de Ascenso Tecnológico, la instalación de filtros de partículas en buses del sistema y los resultados que se obtengan de la operación piloto de taxis eléctricos, entre otros, están contribuyendo a la mejora de la calidad del aire que respiran los capitalinos”, apuntó García.

El Secretario de Ambiente puntualizó que Bogotá será pionera en el desarrollo de medidas orientadas al monitoreo de nano partículas junto con Santiago de Chile y otras ciudades de América Latina.