Relación y trato a los animales desde perspectivas religiosas, ¡conócelas!

Imagen de una mujer en compañía de un caballo.
Conoce y participa en las actividades virtuales de la Semana de Protección y Bienestar Animal
Publicado:
6
Oct
2020
Escucha la noticia

¿Cuál es el vínculo que debemos establecer los humanos con los animales según las religiones? ¿Los animales tienen alma? ¿Tenemos algún tipo de obligación moral con ellos?  

Estos cuestionamientos fueron el tema de uno de los foros virtuales programados para la Semana Distrital de Protección y Bienestar Animal, tratados por representantes de prácticas religiosas como el Islam, el catolicismo, el agnosticismo o ateísmo y de la tradición arhuaca IKU, Arwa Viku, quienes dieron a conocer sus puntos de vista.  

Te recomendamos: Consulta la programación de la Semana Distrital de Protección y Bienestar Animal #ZoomosBogotá.  

El padre Martirian, líder de la iglesia Santa María de la Riviera en localidad de Kennedy; Germán Andrés Molina, politólogo y practicante del Islam; Crispín Izquierdo, venerable Mamo Arhuaco Arwa Viku; y Natalia Parra, agnóstica y subdirectora de Cultura Ciudadana del Instituto de Protección y Bienestar Animal, fueron los invitados especiales.  

Imagen de los panelistas.
Imagen de los panelistas del foro "Posturas espirituales sobre la protección y bienestar animal".

Por más de una hora sostuvieron un dialogo alrededor de estos tres grandes cuestionamientos sobre la relación entre humanos y animales desde las perspectivas religiosas, que te compartimos a continuación y que dejaron varias reflexiones a la ciudadanía participante:  

¿Cuál es el tipo de relación que deberíamos tener con los animales según diversas religiones?  

“Desde la tradición judeocristiana, los animales han estado presentes en la Biblia y los ha valorado siempre, desde el más pequeño hasta el más imponente. Los animales nunca han estado descuidados de la mano de Dios, por tanto, nuestra actitud hacia ellos debe ser guiada desde esa imagen del amor de Dios y por supuesto, no abandonarles”, explicó el padre Martirian

Además, agregó que en el relato bíblico del Génesis se menciona que los humanos debían alimentarse de las semillas y los frutos de la tierra, que no debía existir la predación y que el resto de los animales como el oso o el ternero deberían vivir juntos.  

Así mismo, mencionó la labor de San Francisco de Asís, un religioso y místico italiano que renunció a todas sus riquezas materiales y dedicar su vida a ayudar, acompañar y guiar a todos los seres vivos, en especial a los animales, a quienes consideraba sus “hermanos menores”.   

“Recordemos también la historia de San Roque, quien animado por el deseo de servir a Dios en los leprosos, quedó infectado y se fue al monte. Allí, aislado y enfermo, recibía la visita diaria de un perro que le lamía las heridas y le acompañaba”, precisó el padre. 

A través de estos relatos, el padre Martirian explicó que los animales son incluso más compasivos que los humanos y que el ejemplo de la verdadera espiritualidad radica en respetarlos, no maltratarlos, conseguir una convivencia armónica con ellos sin dominarlos o explotarlos.  

Imagen de San Francisco de Asís rodeado de animales
San Francisco de Asís es reconocido por la historia de la cristianidad por ser patrono y defensor de los animales.

Llegó el turno para la respuesta de Germán Andrés Molina, politólogo y practicante del Islam, quien dejó claro que debido a los diversos tipos y estigmas que en occidente se tienen frente esta práctica religiosa, no podría hacer una sola definición general de lo que debería ser la relación entre las personas y los animales, sin embargo, abordó el tema desde su experiencia personal.  

Según el politólogo, “en el Islam, el concepto de trascendencia o Dios se basa en un ser estable y exigente, la primera exigencia es buscar el conocimiento sin pasar por encima de los humanos y animales”.  

Así mismo, Molina compartió la imagen de un gato que es el protector de la mezquita, recordando que Mahoma le tenía un gran amor a los animales. 

“Al referirnos a los animales debemos pensar en lo que tenemos en común y no en lo que nos separa. Los animales al igual que nosotros los seres humanos, son seres sintientes que experimentan dolor y placer. Estoy en sintonía con la mirada de San Francisco de Asís quien veía el respeto a los animales como una forma de expresar respeto por la creación de Dios”, concluyó Germán.  

Los gatos en la mezquita.
Los musulmanes reverencian a los gatos debido a que Mahoma los consideraba animales puros.

El Mamo Arwa Viku fue claro en explicar que desde su práctica religiosa se aprecian y se defienden a los animales: “la relación con los animales es casi un ritual que incluye cuatro frases sagradas. Los animales aparecieron por primera vez como hermanos mayores de la humanidad. Los que habitan en el agua hacen parte de nuestra hermandad y el mar en su conjunto hace parte de la creación y sabiduría”.  

Así mismo, el Mamo Arwa Viku explicó que el espíritu, inocencia e inteligencia de los animales se comunica de manera permanente con los seres humanos y que tenemos una deuda con ellos porque incluso son más inteligentes y a diario dan muestras de ejemplo.   

  “Los seres humanos debemos tener cuidado por todo lo vivo, es necesario cultivar una hermandad para convivir en nuestra madre tierra, una empatía y entender desde el intelecto y la emocionalidad que los animales también son capaces de sufrir”, precisó el Mamo.  

Imagen de una rana dorada
Los mamos elaboran dijes de ranas de oro, porque para ellos es símbolo de los nueve sentidos.

Por su parte, Natalia Parra, agnóstica o atea y subdirectora de Cultura Ciudadana del Instituto de Protección Animal, explicó que el agnosticismo no cuenta con una escritura sagrada o relatos que den un significado a la existencia de las cosas. Sin embargo, habló desde su experiencia y relación con los animales.  

“Los animales son nuestros hermanos desde la perspectiva evolucionista y biológica. Son sujetos de compasión en la medida en que tenemos unos orígenes, compartimos similitudes y son seres vivos. No pensamos que un Dios creó todo, sino que lo vemos como un proceso evolutivo en donde el planeta cuenta con una gran diversidad de especies”, explicó Natalia.  

Desde su experiencia, Natalia precisó que a partir de fenómenos como el Big Bang y después de miles de millones de años se dieron las condiciones necesarias para que en este planeta se gestaran las formas de vida. Por eso, para ella es motivo de alegría ver lo que ha logrado la naturaleza.  

“Nuestra relación debe ser de admiración por lo vivo y por la continuidad biológica”, concluyó Natalia.  

Imagen de un ser humano frente a un primate.
Charles Darwin (1809-1882) fue el científico más influyente y reconocido por su idea de la evolución biológica a través de la selección natural.

 

¿Tenemos algún tipo de obligación moral con los animales?  

A su turno, el padre Martirian aseguró que en el mundo se ha avanzado y ha surgido cierta conciencia de tratar bien a los animales de compañía pero que se han descuidado a los demás animales como los silvestres. También aclaró que los animales son felices en su hábitat, de modo que no hay que intentar enjaularlos, tenerlos en peceras o traficarlos, sino por el contrario tratarlos por lo que son, seres libres.  

“Es claro que a los animales no hay que trataros como personas, pero tampoco como objetos. No deben ser usados para la satisfacción personal y nos enfrentamos a un problema ético con aquellos que nos sirven de alimento, aunque podría pensarse en maneras paliativas de tratarlos para infringirles el mínimo sufrimiento antes de ser sacrificados”, explicó el padre.  

Así mismo, el sacerdote explicó que en la actualidad se deben buscar soluciones para sustituir el uso de pesticidas que acaba con varias especies polinizadoras prioritarias como las abejas, y pensar en dejar de usar a los animales en ensayos clínicos. Concluyó su idea con la expresión de que los animales son felices en sus espacios naturales, si pensamos en términos humanos, y que por ello hay que dejarlos vivir su vida de acuerdo a su naturaleza.  

Desde la visión del Islam y según Germán Molina, hay una prohibición explícita al consumo de carne de cerdo. Además, no se debe infringir daño y procurar el mayor respeto a los animales.   

“Si por ejemplo, necesito transportarme encima de un burro pero lo sobrecargo de manera que le quede difícil avanzar, se considera esto como una conducta prohibida. Tampoco se puede maldecir a los animales, puesto que ello te impedirá alcanzar el paraíso y cuanto más maltrates a un animal, más cercano al infierno y al mal moral estarás”, explicó Germán.  

De la misma manera, el panelista explicó que el Islam conduce a entender la idea de los límites humanos, entender no solo la sabiduría cognitiva sino también la moral y emocional para salirse de la idea de pensar que sólo el ser humano puede llegar hasta donde él quiere. Es allí cuando la presencia de los animales nos enseña que, aunque existen otros seres vivos que no entendemos porque su lenguaje es diferente, no puede ser este un motivo para tratarlos mal, sino que deben ser tratados como un paciente al que se debe observar bien.  

“Tal era el respeto del profeta Mahoma hacia los animales, que les permitía que le dañaran su oración, es decir, dejaba que entraran a la mezquita y bebieran de su agua. Los animales son concebidos por el islam como parientes y prójimos. La empatía se puede lograr solo en el encuentro entre especies”, concluyó Medina.  

Para el Mamo Arwa Viku, los animales son signo de vida y gestación especial en la madre tierra. Es por ello que, según la tradición, los mamos llevan a los animales como símbolo poderoso en sus cuerpos, representados en figuras esculpidas en oro, piedra o pintados en petroglifos, en lugar de tenerlos retenidos en una jaula.   

Según el Mamo, los animales son muy humildes y conocen las debilidades del ser humano, son hermanos nuestros hermanos mayores dignos de respeto y cuidado.  

Por último, desde su visión agnóstica, Natalia Parra agregó que no se debe encasillar en las prácticas religiosas el trato hacia los animales, es decir que el trato debe ser justo y considerado hacia todas las demás especies vivas.  

“Más allá de decir: pobrecito ese perrito, necesitamos hacer actos de reparación hacia los animales, ser conscientes de todo el proceso evolutivo de millones de años que se han gestado para tener las especies con las que contamos hoy en el planeta, y reparar el daño que hemos hecho a muchas especies”, precisó Natalia.  

¿Qué prácticas recomiendan a la ciudadanía para transformar la relación con los animales y la tierra como organismos vivos?    

Las respuestas a esta pregunta fueron tanto concretas como complementarias, se puede decir que los animales son verdaderos protagonistas merecedores de respeto y cuidado:  

Padre Martirian (religión católica): “necesitamos establecer una cultura del cuidado, el que trata de cuidar algo no lo daña. Basémonos en la expresión que dice que: muchas personas pequeñas haciendo muchas cosas en muchos lugares pequeños, pueden cambiar el mundo.  

Germán Molina (Islam): “No echemos en saco roto contemplar la naturaleza y enseñarle eso a las nuevas generaciones. Les recomiendo comprar unos binóculos, no se puede pasar la vida sin apreciar la maravilla de la naturaleza, que para los griegos significa templo, es decir un lugar sagrado donde se expresa lo divino”.   

Mamo Arwa Viku: “Los invito a hacer del Instituto de Protección Animal un templo de reflexión y defensa de los animales. Debemos evitar el tráfico de las especies y el maltrato animal”.  

Natalia Parra (agnosticismo): “No le hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti. Llevando a la práctica este dicho popular, evitaríamos muchas formas de dolor en los demás seres sintientes. Mirar a los ojos a los animales es apreciar la complejidad de la evolución y lo admirable de este proceso. ¡Si somos una especie más en la escala evolutiva, quienes somos los seres humanos para pasar por encima de los demás seres vivos?”.  

Así concluyó este dialogo virtual de saberes, no sin antes darle la respuesta a una de las preguntas más pedidas por la ciudadanía participante:  

¿Los animales tienen alma?  

La respuesta a esta inquietante pregunta fue abordada desde las visiones musulmana, católica y arhuaca.   

Germán Molina invitó a las personas a relacionarse mejor con los animales y verlos directamente a los ojos para hacer el ejercicio de indagar si efectivamente tienen alma, dijo que los animales se comunican de maneras maravillosas.  

El padre Martirian aseguró que esta es una pregunta que debe ser investigada por la ciencia y que según la Iglesia católica los animales comen y juegan, pero no saben que lo hacen. Tienen conciencia elemental pero no la misma que tienen los seres humanos.  

Y el Mamo Arwa Viku concluyó que los animales tienen más alma que los propios seres humanos, pues son quienes nos proveen de sabiduría y conocimientos.  

También dijo que los animales son signos de humildad y comunicación en todas sus formas, así como la ballena es considerada el mamo de los mares.  ¿Qué opinas tú?