El amor que sentía Nabucodonosor II, rey de los caldeos, por su esposa Amitis, lo llevó a hacerle un regalo que pasaría a la historia como una de las 7 maravillas del mundo antiguo: los Jardines Colgantes de Babilonia, que le recordaban las hermosas montañas de su tierra, tan diferentes a las llanuras donde vivían.
Esa parece haber sido la inspiración que tuvieron los creadores modernos de los jardines verticales, patentados por el estadounidense Hart White, en 1938, y que hoy está usando el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud, Idipron, para darle una nueva cara a los muros del Centro de Desarrollo Comunitario, CDC, Timiza, en la localidad de Kennedy.
“Es una faceta de cambio porque hacemos un cambio para la naturaleza y hacemos un cambio para nosotros”, sostiene Diego Fernando Vides, uno de los 75 beneficiarios y beneficiarias de Idipron que están trabajando desde hace 10 meses en este proyecto que busca cubrir 400 metros cuadrados de muros verdes, como también son conocidos los jardines verticales.
Contenidos relacionados
A continuación, el tuit de los jardines verticales en el Centro de Desarrollo Comunitario, CDC, Timiza
El Centro de Desarrollo Comunitario Timiza de @SLISKENNEDY cambia su imagen. Te invita a conocer los nuevos jardines verticales que embellecen su sede y aportan en el manejo ambiental para el deleite de las y los beneficiarios de los servicios.#LaBogotáQueEstamosConstruyendopic.twitter.com/8lWfAeNftd
— SLIS Kennedy (@SLISKENNEDY) September 15, 2022
Los jóvenes de Idipron ponen mucho amor en los jardines verticales
“Es muy satisfactorio, hacer este tipo de trabajos y no es por la plata, sino por el amor que les ponemos a las cosas –dice con un acento caribeño–, porque somos personas que hemos tenido nuestro pasado en la calle y gracias a estas cosas podemos aportar nuestro granito de arena para contribuir en algo con la sociedad”, agrega.
Aquí, una fotografía de Diego Fernando Vides, uno de los 75 jóvenes de Idipron que trabajan en los jardines verticales.
Este convenio, el 517, tiene unas metas que corresponden a restauración ecológica en 2 hectáreas de la localidad de Kennedy, la implementación de 350 metros de jardines horizontales y el mantenimiento de dos mil árboles de la ciudad, específicamente de la localidad de Kennedy, además de los 400 metros cuadrados de muros verdes.
Pasos para instalar los jardines verticales
El montaje de estos jardines, que han sido recibidos con agrado por la comunidad que visita el CDC, se hace en 5 pasos:
- Impermeabilización del muro
- Montaje de la estructura que brinda el soporte
- Aplicación de una segunda capa impermeabilizante que es un plástico calibre 6
- Montaje de los bolsillos que sostienen el sustrato donde se desarrollan las plantas
- Instalación del sistema de riego y la canal colectora
Después de la instalación del jardín vertical, cada dos meses se hace un mantenimiento en el que se retiran las hojas secas y especies en mal estado y se revisa que el sistema de riego esté funcionando en óptimas condiciones.
Aquí, puedes ver un video del Idipron explicando las bondades de la instalación o montaje de los jardines verticales.
Una de las inquietudes más frecuentes de los visitantes al CDC es si existe la posibilidad que las paredes se deterioren por la humedad, ante lo que el ingeniero ambiental Andrés Moreno, coordinador del convenio entre Idipron y la Alcaldía Local de Kennedy, asegura que se separan las raíces y los sustratos de las paredes de tal manera que haya una circulación de aire entre las paredes y el sistema, evitando el deterioro por humedad de los muros artificiales.
Aquí, una fotografía de los jóvenes de Idipron impermeabilizando una de las paredes donde instalaron un jardín vertical en el CDC Timiza.
“Igual se han desarrollado sistemas para impermeabilizar, entonces una de las propiedades de los jardines verticales es mantener la estanqueidad del sistema, es decir que el agua recircule hacia dentro del mismo y no se disperse y se salga. De esta manera se garantiza que no haya fugas, se gasta poca agua y no hay daños en la estructura original”, argumenta.
Jardines verticales generan bienestar para todos
Todo este proceso le ha servido no solo a la comunidad, sino a los jóvenes de Idipron, entre los 18 y 28 años, quienes aparte de superar su condición de vulnerabilidad tienen una práctica productiva por la que reciben un estímulo económico y a la vez se forman académicamente, terminando su bachillerato o estudiando carreras técnicas y ampliando sus posibilidades en la vida.
Dos de los muchachos que hacían parte del convenio, por ejemplo, ahora trabajan con la empresa Aguas de Bogotá.
“Entonces lo que se busca es que, así como se ejecutan proyectos por parte del Idipron, ellos también empiecen a planear su propio proyecto de vida. Ellos lo han aceptado, han sido muy receptivos al contacto con el medio ambiente, a la posibilidad de servirle a la sociedad y se han vuelto, de alguna manera, expertos en el tema. Eso les llama mucho la atención”, sostiene el ingeniero Moreno que cuenta, que ya se está estudiando la posibilidad de hacer convenios con las alcaldías de Ciudad Bolívar, Barrios Unidos y Fontibón para extender el proyecto.
Dejando huella en la ciudad
De esta manera, los jóvenes vulnerables del Idipron adelantan unas laborales paralelas a su proyecto de vida, absorbiendo como esponjas todos estos nuevos conocimientos y cuidando el medio ambiente. “Podemos dejar una buena huella. Lo que haya pasado en nuestra vida no importa, si podemos hacer el cambio y dejar algo importante para la ciudad”, cuenta Diego Fernando mientras se alista para subirse a uno de los andamios que utilizan en su trabajo.
Aquí, una foto de lo jóvenes de Idipron alistando una malla para instalar un jardin vertical.
Según el ingeniero ambiental Moreno: “Ellos se han sentido muy orgullosos, apropiados; se empoderan de esos procesos y también les sirve para el desarrollo de sus vidas. Algunos ya han pensado que pueden llegar a desarrollar su proyecto de vida en torno al medio ambiente y a la implementación de estos sistemas, porque el tema estético los atrae”.
Así, en medio de sustratos, impermeabilizantes y andamios; sembrando begonias, anturios y helechos, entre otros, con los jardines verticales los jóvenes de Idipron les dan una nueva cara -más vivaz- a los muros del CDC Timiza, que serán un testimonio, no solo arquitectónico y ambiental, también de la recuperación de sus vidas que ahora tienen más colorido y un nuevo sentido.
Si quieres saber qué está haciendo la administración de la alcaldesa, Claudia López, por las y los jóvenes de Bogotá, te invitamos a conocer todos los programas que tiene la Alcaldía de Bogotá para beneficio de la juventud capitalina en 👉🏻 https://bogota.gov.co/oportunidades-jovenes-claudia-alcaldesa/
Mira la galería del antes y el después del montaje de los jardines verticales en el CDC Timiza.