Se mantiene la política para el grafiti definida en 2013

Publicado:
1
Abr
2014
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El ex-alcalde (e), Rafael Pardo, 10 entidades de la administración distrital y la Policía, trataron con un grupo de practicantes del grafiti temas culturales e importantes y coyunturales de la ciudad "el grafiti".

Practicantes del grafiti y artistas urbanos se reunieron con Rafael Pardo, ex-alcalde (e), Clarisa Ruiz, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte, Milton Rengifo, secretario de Gobierno (e), y Édgar Sánchez, comandante general de la Policía de Bogotá, para evaluar lo ocurrido en los muros de calle 26 y llegar a acuerdos de continuidad al trabajo que se viene adelantando desde 2012 con relación a la práctica responsable del grafiti.

En el encuentro se dejó claro que el movimiento grafitero ayuda a recuperar espacios de miedo y que de ninguna manera es un movimiento que incita a la violencia. Varias voces como la de Gustavo Trejos, padre de Diego Felipe Becerra, joven grafitero que murió en 2011, se unieron para desestimar la relación grafiti-seguridad y limpieza: “no hay criminalidad en el grafiti, a los jóvenes hay que verlos como constructores de sociedad y no como enemigos delincuentes”, afirmó.

Actualmente, la ciudad cuenta con una política de autorregulación y corresponsabilidad sobre la práctica responsable del grafiti en Bogotá estipulada en el Decreto 75 de 2013. En 2013 el Instituto Distrital de las Artes -Idartes, otorgó becas de intervención artística urbana en la calle 26 para la realización de grafitis de gran formato, entre las carreras Caracas y NQS, y en 2014 se dará continuidad al programa.

La Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte avanza con la creación y puesta en marcha de la Escuela de Multiplicadores de Cultura para la Vida, con la que se busca generar procesos de formación dirigidos a funcionarios públicos, representantes de la Policía de Bogotá y grafiteros, con el fin de reconocer el arte callejero como expresión artística y cultural, y propiciar actitudes enfocadas a mejorar la convivencia y la apropiación de la ciudad.

Por su parte, el Brigadier General, Édgar Sánchez, afirmó que la Policía realizó el borrado de los grafitis por iniciativa propia, ofreció disculpas al movimiento grafitero y expresó su disposición para trabajar por un entendimiento en el marco del Decreto 75 de 2013.

Los practicantes de grafiti pidieron garantía para su vida e integridad, especialmente en los barrios; mayor articulación de la policía con el gobierno distrital, reconocimiento público del grafiti como una práctica cultural de alto valor para la ciudad, protección de los grafitis y continuidad a los acuerdos construidos en términos de avances con la política del grafiti, así como medidas para restringir carteles callejeros y publicidad política.

“El grafiti no se trata con represión sino convocando a la responsabilidad y a la libertad de expresión. Este incidente es una oportunidad para que la ciudad ratifique el trabajo conjunto para el fomento de las nuevas expresiones artísticas y propicie mayor protección del patrimonio cultural y respeto por el espacio público”, afirmó la secretaria de Cultura, Recreación y Deporte, Clarisa Ruiz.

El ex-alcalde encargado, Rafael Pardo, concluyó que las entidades distritales son las que tienen a su cargo el cuidado y la restauración del espacio público y no la Policía. Solicitó que fueran éstas las encargadas de gestionar los espacios libres para desarrollar este arte con el fin de restablecer la confianza y construir autorregulación.

La Mesa Distrital de Grafiti se reunirá para tratar temas relacionados con procesos de formación, mientras que la Mesa Interinstitucional de Seguimiento al Grafiti se reunirá para trabajar en el ejercicio de georreferenciación de muros o lugares para su práctica libre.