Tras nueve días de actividades en más de 22 escenarios, 14 localidades, y con la asistencia de cerca de cuatro millones de personas, la edición 26º del Festival de Verano fue certificada como Carbono Neutro por VERSA, un organismo de validación y verificación de gases efecto invernadero avalado por la ONAC (Organismo Nacional de Acreditación de Colombia) y se convirtió así en el evento público más grande en América Latina en obtener una acreditación de este tipo.
Este logro para la capital colombiana fue posible luego de que el Instituto Distrital de Recreación y Deporte - IDRD estableciera que se emitieron 200.43 toneladas de CO2, equivalente a todo el festival. Las emisiones se compensaron por medio de la adquisición de créditos de carbono a un proyecto de conservación denominado CO2Bio, que se desarrolla en la Orinoquía colombiana.
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“Para el IDRD es un orgullo presentar estos resultados al país y a la capital. Bogotá es una ciudad pionera en reverdecer sus espacios y en el compromiso distrital de ser Carbono Neutro antes del 2030, en sus diferentes actividades. Estamos trabajando por mejorar la calidad del medio ambiente y ser referentes en Latinoamérica en escenarios libres de emisiones de CO2”, sostuvo Blanca Durán, directora del IDRD.
Pasos de la certificación
Tres procesos fueron fundamentales para la certificación del Festival de Verano como Carbono Neutro. En primer lugar, se contabilizó la huella de carbono. Para ello, un equipo del IDRD midió todos los días la cantidad de residuos sólidos producidos y estableció cuántos de estos fueron reciclados. También se identificaron las heces de mascotas y su traslado a los contenedores, donde se lleva a cabo un proceso de economía circular para producir abono orgánico libre de patógeno. Además, se contabilizaron los productos orgánicos que se podían compostar, así como la cantidad de luz producida, al tiempo que se estimó cuánta gasolina usaron los automóviles y vuelos durante los recorridos para traer a los artistas o transportar a los asistentes. Con todos estos elementos, se generó el inventario de efecto invernadero que determina la Huella de Carbono.
En segundo lugar, y tras la revisión de estos elementos, el IDRD estableció una estrategia de reducción de emisiones para la próxima edición del Festival de Verano, como un compromiso de que año tras año el evento genere menores impactos.
Compensación de emisiones
EL IDRD efectuó la compensación de sus emisiones con la adquisición de créditos de carbono a CO2Bio, un proyecto de conservación que se desarrolla en la Orinoquía colombiana y cuyo propósito es proteger los ecosistemas de humedales del país, específicamente del municipio Paz de Ariporo, en el departamento del Casanare.
Esta iniciativa de mitigación de cambio climático busca disminuir emisiones de CO2, al implementar actividades que reducen la deforestación y degradación en bosques de galería y bosque seco tropical, así como la transformación de humedales continentales naturales en la región de los Llanos Orientales.
El proyecto inició en 2015 y su objetivo es vincular 500.000 hectáreas de estos ecosistemas para el 2030, priorizando predios privados por su potencial de almacenar carbono sobre y debajo del suelo, con el fin de disminuir la extinción de especies, reducir la deforestación del bosque y la transformación de humedales y manglares, así como de gestionar el agua limpia y mejorar la calidad de vida de 700 familias.
Dentro de las especies más emblemáticas que se protegen con este proyecto, están el puma, el jaguar, la anaconda y una gran variedad de aves llaneras. El departamento del Casanare se destaca por una alta diversidad de avifauna, y gracias a la compensación se trabaja en la conservación de estos ecosistemas.
Más escenarios Carbono Neutro
La edición 26º del Festival de Verano se suma a los escenarios que han obtenido esta certificación. El parque Simón Bolívar, uno de los principales pulmones de Bogotá, logró la carbononeutralidad en 2022, tras compensar su huella de carbono gracias a medidas sostenibles que contribuyen a la mitigación del cambio climático en la ciudad, convirtiéndose así en el primer parque urbano de América Latina en alcanzar esta meta.