Cinco películas que han usado de fondo a Bogotá

13·DIC·2018
La capital ha sido protagonista en varios filmes. Aquí te mostramos algunos.
Bogotá en el cine
Bogotá ha sido escenario de muchas películas a lo largo de la historia.

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Como sucede con las grandes ciudades, Bogotá es también un personaje de las películas que allí se desarrollan. Sus laberínticas calles, los colores taciturnos de la mañana y la profunda noche son el espacio ideal para retratar a personajes que, así se retraten en la ficción, también hacen parte de la cotidianidad de la ciudad más grande el país. A continuación te contamos esas películas que decidieron contar sus historias a través de las calles de la urbe.

La estrategia del caracol (1993)

El clásico por excelencia si hablamos de cine nacional. La estrategia del Caracol, dirigida por Sergio Cabrera y protagonizada por un elenco de gran recordación entre quienes figuraron, Frank Ramírez, Humberto Dorado y Salvo Basile entre otros, nos sumerge en la Bogotá de principios de los 90 a través de una historia llena de diálogos y personajes memorables. Este filme es una ventana al pasado.

Los tonos grises, los silencios y las fachadas de las calles nos generan simpatía, pero también nostalgia. Nos hace entender cómo ha crecido nuestra ciudad.

La gente de la Universal (1994)

Cruda, directa, enérgica y llena de humor negro, esta película retrata, desde el edificio Monserrate de la Avenida Jiménez, una Bogotá sórdida, acelerada donde todo puede pasar.

Este filme que, ya tiene el estatus de culto en nuestra historia filmográfica, nos muestra como la ciudad, aunque bella, cosmopolita y compuesta de muchas cosas positivas, también puede llegar a ser una selva en la que también se debe andar con cuidado.

Kalibre 35 (2000) 


Robinsón Díaz, Juan Carlos Vargas y Mario Duarte son tres jóvenes cineastas con el sueño de filmar una película. El gran problema: conseguir los fondos, la solución parece ser muy simple, robar un banco.

Esta es la trama de una película que a su ritmo nos lleva por calles, y bares, lugares desolados en medio del caos y la rutina que hace parte de la capital. La película fue dirigida por Raúl García y es un ejemplo de la producción cultural del final de la década de los 90 y el principio del 2000.

La primera noche (2003)

Esta película, protagonizada por Carolina Lizarazo y Jhon Álex Toro bajo la dirección de Luis Alberto Restrepo, tiene como marco uno de los grandes problemas que se han desprendido de la violencia en Colombia: el desplazamiento forzado.

Los protagonistas de esta historia, dos habitantes de un pequeño pueblo en las montañas, tienen que escapar de la violencia y refugiarse en el anonimato de la capital. La historia transcurre durante su primera jornada en la ciudad. Hay cambios de tiempos y miradas al pasado que nos permite ubicarnos en el contexto pero sobre todo se retrata el primer golpe que la ciudad le da a estos dos desplazados. Fría, caótica y hostil pero ofreciendo un futuro mejor del que la guerra les había deparado.

Siempreviva (2015)

Una película que, como mucho de nuestro cine, se vale de un momento histórico para contar las historias más convencionales, más cercanas a nuestra idiosincrasia.

En este filme, protagonizado entre otros por, Andrés Parra, Enrique Carriazo y Laura García, está inspirada en la exitosa obra teatral del mismo nombre. Esta historia transcurre durante la toma del Palacio de Justicia, en noviembre de 1985, en un inquilinato cercano a la Plaza de Bolívar. Mientras los habitantes de la casa luchan por mantenerse a flote y salir adelante, también deben enfrentar la desaparición de una de ellos, empleada de la cafetería del Palacio.

 

Satanás (2007)

Basada en el libro de Mario Mendoza que a su vez se inspira en los hechos ocurridos en el restaurante Pozzetto en 1986, cuando un ex veterano de la guerra de Vietnam asesinó a varias personas disparando indiscriminadamente contra la multitud que se encontraba comiendo en el lugar, este filme retrata personajes sombríos y decadentes en dinámicas donde el sinsentido y lo absurdo imperan. Bogotá sirve como un fondo frío y sombrío de los recorridos que hace el protagonista. La película tuvo buena valoración del público y la crítica.