El Sistema Orquestal y de Formación Musical de la Orquesta Filarmónica de Bogotá-OFB es destacado como uno de los proyectos musicales más ambiciosos de América Latina, además, este 2023 está cumpliendo 10 años de existencia.
Este año el programa está formando a 30.753 niños, niñas y adolescentes de la ciudad, con el propósito de aportar a la educación pública incluyente y de calidad.
El sistema orquestal está formado por 471 artistas fundadores, que trabajan en 36 Centros filarmónicos escolares, en 19 Centros Filarmónicos locales, en ocho Centros filarmónicos hospitalarios y en proyectos especiales, en las 20 localidades de la ciudad. Todo esto ha permitido consolidar 11 agrupaciones musicales.
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A continuación te presentamos a tres grandes talentos que hacen parte del sistema orquestal y de la Formación musical del programa Todos a las Filarmónica. La directora de los grupos corales, una integrante de la Orquesta Filarmónica Prejuvenil y un formador principal nos contarán la importancia de este sistema para la sociedad bogotana y el país.
Sara, con su instrumento libera y sensibiliza
Sara Valentina Arenas Prieto tiene 16 años, está en 11 e interpreta el instrumento del oboe en la Orquesta Filarmónica Prejuvenil. Su familia siempre ha estado en contacto con la música, por eso desde bebé el arte ha sido imprescindible en su vida. Así fue interesándose por las sonoridad hasta formarse como una destacada intérprete del oboe.
En el siguiente podcast conoce más a Sara y su carrera musical:
¿Quieres ser uno de los talentos de la Filarmónica Prejuvenil? La Orquesta Filarmónica de Bogotá-OFB invita a jóvenes talentosos y apasionados por la música a participar en la convocatoria para nuevos ingresos en el segundo semestre de 2023.
Esta es una oportunidad única para los jóvenes artistas que desean desarrollar sus habilidades y talento en un entorno profesional y enriquecedor. La convocatoria está abierta hasta el próximo 15 de julio del 2023. Conoce los requisitos aquí e inscríbete.
Sandra, con disciplina y amor educa
Sandra Rodríguez, directora del Coro filarmónico infantil, descubrió a los siete años que quería dedicar su vida al canto, la docencia y a la música. Y lo logró. A los 10 años integró el coro de la iglesia, aprendió a tocar instrumentos y pasó por el conservatorio musical hasta llegar a la Universidad Pedagógica para estudiar música.
Y gracias a su tenacidad, desde el año 2016 es directora del Coro filarmónico infantil, apoya el Coro hijas e hijos de la paz y los Centros filarmónicos escolares y locales, también, los Centros hospitalarios. La inmensa tarea de Sandra es mejorar día tras día el proceso musicales de los grupos.
Aquí Sandra nos cuenta lo más valioso de su labor dirigiendo el coro:
"Con la música una niña y un niño expresa que se siente feliz, que se siente único, respetado, amado y libre de ser quien es. Les encanta soñar con ser artista o dedicarse a otras profesiones. Hay madres conmovidas y agradecidas. Eso no es común que suceda y es muy poderoso. Esta labor es mi vida. Siempre quiero darles lo mejor para mí. Si alguna vez me voy, me voy tranquila que les di lo mejor", afirma la maestra.
La otra labor de la directora es el Coro hijas e hijos de la paz, que es conformado por 25 niños y niñas que son parte de la esperanza de los Acuerdos de paz, firmados en 2016. A continuación nos revela cuál ha sido el mayor reto en el proceso:
"El reto es que los niños y niñas sintieran que somos un equipo, y eso depende del líder. Jamás haría algo para que sintieran humillados o tristes por culpa de otras personas. ¡Lo logramos! El nivel musical es alto. La educación debe ser basada en dos principios: el amor y en la disciplina. Han aprendido a trabajar con puntualidad, precisión, belleza, con ganas, con risas y con equivocaciones, no importa. Ha sido muy especial”, concluye Sandra.
A continuación la presentación del Coro hijas e hijos de la paz en el Segundo día del Foro Ciudades de Paz en Bogotá 2023:
José, ha visto cómo la música transforma vidas
José Joaquín Cuervo Duarte es artista formador principal y se encarga de coordinar los procesos musicales de los estudiantes desde hace 10 años en el programa. Es magister en musicoterapia y en dirección musical.
En la actualidad trabaja en el colegio distrital Hernando Durán Dussan y es desde allí donde nos cuenta la importancia de ser parte de este proyecto que influye tanto en los y las estudiantes:
“Hay casos particulares de niños, niñas y adolescentes que hoy en día, gracias a la música, son grandes seres humanos. Y qué bonito poderle entregar a nuestro país y a la capital, personas con todas estar oportunidades significativas. Me llena de satisfacción este proceso. Hasta las mismas familias cambian al ver a sus hijos en escena, es que les cambia la visión".
Desde que ejerce su labor, José se ha enfrentado con historias de vida que demuestran que la formación musical puede ser el preámbulo, la base y el futuro de una vida con propósito. Aquí nos cuenta alguna de los recuerdos más valiosos en su tarea como formador:
“En la primera institución educativa en donde estuve teníamos que hacer un montaje con materiales reciclables. Me llamó la atención una niña que le faltaba una manito, pero ella construyó el instrumento de forma perfecta y lo hizo con gran habilidad. También recuerdo la historia de un joven que toca fagot y tenía una situación de drogas. El cambio fue drástico. Salió de esa vida y ahora es un muchacho muy admirado”.