La historia del centro comercial bogotano que existe desde 1893

La historia del centro comercial bogotano que existe desde 1893
Pasaje Rivas - Foto: Prensa Alcaldía Mayor de Bogotá / Diego Bauman
Publicado:
15
Mar
2016
Escucha la noticia

Con la idea de que Bogotá tuviera un centro comercial al estilo parisino, el filántropo Luís G. Rivas mandó a construir el pasaje Rivas en 1893. De esa forma se convirtió en el primer centro comercial de Bogotá.

Conozca aquí más de este mágico lugar ubicado en pleno centro de la capital, visitado por colombianos y extranjeros de todos los rincones del mundo que buscan llevarse un pedazo de tradición colombiana.



Este edificio fue construido frente a la plaza central de la Candelaria, pero olores nauseabundos, chicherías, animales y el canal San francisco no permitieron que el Pasaje Rivas tuviera el lugar social que su dueño esperaba. La gente pudiente no se acercó al lugar, como era esperado, para comprar y comercializar sastres, vestidos y paños elegantes de la época.



Después de su fracaso en las élites bogotanas, el edificio quedó como bodega de las plazas de mercado, por ello existe tanta relación de lo que se vendía en esa época a lo que se vende hoy en día, porque todas las plazas de mercado cuentan con un espacio para las artesanías, alfarería, sistería.



Estos son algunos de los productos de uso común de esa época, que hoy en día son considerados artesanías y que se siguen comercializando después de 120 años en este tradicional lugar de la ciudad



El Pasaje Rivas dejo de tener relación con el boulevard al estilo parisino con el que soñó su creador, para ligarse más al bazar tradicional de Tunes, Egipto o Marruecos, ofreciéndoles a sus visitantes cientos de productos netamente colombianos.



Este edificio tiene declaratoria de conservación arquitectónica desde hace 25 años.



En la actualidad busca ser reconocido como el primer patrimonio inmaterial cultural de Bogotá.



Es la única parte de la ciudad donde se consiguen objetos de carácter popular en un solo lugar, como la maleta ABC de cuero, el caballo de madera, el catre Rivas; así como juegos como la rana, el tejo, los trompos de madera y los yoyos antiguos.



“Los precios frente a otros lugares en los que se comercializan artesanías son muy cómodos, debido a que los artesanos traen sus productos directamente a este lugar y no se manejan intermediarios entre productor y vendedores” cuenda la señora Dora Acosta, dueña de un local.



Los compradores que visitan este lugar son de todas las denominaciones: extranjeros, estudiantes, comerciantes, ancianos y amas de casa.



Hamacas de San Jacinto, mochilas wuayúu y arwuacas, canastos, chochos, cerbatanas, los carrieles paisas son algunos de los productos que puede encontrar en este tradicional lugar de Bogotá.



Anímese a comprar diferentes artesanías, conocer y disfrutar de este folclórico pasaje ubicado en la Calle Décima con carrera décima, en pleno centro de Bogotá.


Alejandra Ramírez Zamora
Periodista - Alcaldía Mayor de Bogotá

Twitter: @ServiCiudadano 
Facebook: Alcaldía Mayor de Bogotá