Son 28 jóvenes que, gracias a un convenio entre la Secretaría de Educación y la Universidad Nacional, hoy se forman como profesionales desde las zonas rurales en Bogotá.
Ingeniería agrícola, ingeniería agronómica, medicina veterinaria, zootecnia y enfermería son los cinco programas profesionales que la Universidad Nacional ofrece a los beneficiarios de este programa.
Estos jóvenes son egresados de 6 instituciones educativas de la zona rural de Bogotá, ubicadas en el páramo de Sumapaz, las veredas Quiba y Pasquilla de la localidad de Ciudad Bolívar, de la vereda El Destino de Usme.
El arraigo por su territorio y el conocimiento de los problemas que se presentan son uno de los componentes de este programa. La apuesta es que estos jóvenes, con sus conocimientos, ayuden a sus comunidades y al cuidado de los recursos naturales.“Escogí medicina veterinaria porque respeto mucho la vida y los seres vivos, el trabajo al aire libre y el campo. En mi vereda no hay asistencia técnica y profesional para los animales. Con mi preparación y el conocimiento que adquiera en la universidad, quiero contribuir en ese tema”, destacó Laura Granada, de 23 años y habitante de la vereda Quiba Alta de Ciudad Bolívar.
Durante el semestre, en las mañanas, los estudiantes ven las materias del currículo de cada una de sus carreras y en las tardes, con el apoyo de tres tutores designados por la universidad, refuerzan sus competencias en lectura y escritura, investigación y formulación de proyectos.
La Secretaría de Educación cubre la totalidad de la matrícula y la Universidad se encarga del resto.“Quiero formarme profesionalmente para regresar a trabajar al Hospital de Nazareth y desarrollar programas para atender la salud de los campesinos”, resaltó de Óscar Torres, egresado del colegio Jaime Garzón, habitante del Páramo de Sumapaz, quien estudia enfermería.
Todos los días una ruta recoge a los estudiantes y los lleva hasta la sede del colegio donde estudian.
Así es el programa que lleva la ‘U’ a la ruralidad
El programa comprende tres etapas. En la primera fase, la Universidad Nacional se traslada con sus docentes a la sede Nazareth, del colegio Jaime Garzón, que fue adecuada para que los 28 beneficiarios del programa cursen los primeros semestres.
En la segunda fase, los estudiantes se movilizarán a la ciudad para que terminen los semestres que les restan en la sede principal.“La academia tiene una misión importante de producir conocimiento real y auténtico que sirva a la nación y a la gente. Darles herramientas a los jóvenes, no solo para que sean profesionales y consigan el sustento, sino que también les sirvan para defender el páramo y la ruralidad”, afirmó Claudia Lucía Ordoñez, directora académica del programa.
En la última etapa los estudiantes deben volver al territorio y aplicar allí su proyecto de grado, como una forma devolver algo del conocimiento adquirido para el beneficio de sus comunidades.