El profe Nixon y su equipo ClanDestino se proponen cuidar el páramo de Sumapaz 

16·DIC·2020
El profe Nixon Medina, del colegio rural El Destino lidera el proyecto ClanDestino, un grupo de estudiantes que buscan cuidar el agua y los frailejones
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El profe Nixon Medina, del colegio rural El Destino, en la localidad de Sumapaz, lidera el proyecto ClanDestino, un grupo de estudiantes que buscan cuidar el agua, los frailejones y la vida en el páramo. 

Medina comenzó en 2015 su travesía ambiental cuando llegó a la institución y se dio cuenta de que la mayoría de estudiantes y profesores desconocían el potencial de flora y fauna que los rodeaba. 

Por esa razón ‘el profe’ creó proyecto ClanDestino, una actividad extracurricular para los estudiantes del colegio que estén interesados en temas ambientales.  

El grupo, compuesto por 15 estudiantes de diferentes grados y en todos estos años han trabajado en temas ambientales. Actualmente cuentan con un laboratorio equipado con microscopios especiales y tecnología para hacer siembras in vitro. Poco a poco, ellos están ensayando, inventando e intentando acciones por el frailejón.  

Esta experiencia nació, cuenta Medina, para generar valores frente al cuidado del agua, el frailejón y del páramo de Sumapaz, con el objetivo de no permitir que la frontera agrícola se expanda más y además de que sus estudiantes sean actores reales de su comunidad. 

Cultivar Frailejones 

Los estudiantes del grupo diseñaron una cadena de producción para germinar frailejones. Con un mueble viejo, construyeron un compostador con el tapete de hojas de las coníferas (planta invasora) que se encuentran en la represa la Regadera. El equipo creó este abono para que cuando se den los frailejones tengan una tierra fértil en la que puedan crecer. 

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Los estudiantes empezaron a actuar con la biodiversidad de la zona por medios del experimento de ‘atrapa nieblas’, que consiste en colocar unas mallas, como las que se utilizan en construcción. Con este experimento han llegado a estudiar otras especies, como las algas que nacen gracias a la humedad del sector. 

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La pasión por el ambiente los llevó a incursionar en la hidroponía y adaptaron un invernadero que estaba abandonado. Hicieron todo el montaje para mejorar las condiciones de germinación a través de un experimento en el que obtuvieron hormonas vegetales. “Cogimos palitos de una especie que se propaga fácilmente, la Sambucus nigra, que es el mismo saúco, y tomamos muchos esquejes o estacas que llaman de este árbol y obtuvimos muchas raíces, con lo que hicimos un macerado con alto contenido de hormonas vegetales para inducir la germinación y romper la dormancia de la semilla del frailejón”, cuenta el ‘profe’. 

En otro experimiento, el equipo de ClanDestino creó un cuarto de crecimiento en una nevera vieja. La adaptaron con luz y ventilación especial, además de un sistema para mantenerla en una temperatura estable, con el fin que pudiera trabajar con diferentes longitudes de onda para generar fotosíntesis. Los resultados de esta experiencia son muy significativos: “la germinación de diferentes especies que se cultivan en la zona evidencian que una planta crece cinco centímetros, nosotros logramos que dentro de la incubadora -que es la nevera adaptada-, crezca 2 o 3 veces más, ahí tenemos un potencial para cuidar las plántulas dentro del laboratorio”. 

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La intención del grupo es que el estudiante que entre al grupo sea un líder ambiental, independientemente la actividad que se adelante, “el frailejón es nuestra insignia, es nuestra bandera, pero eso viene acompañado de otras acciones ambientales. Trabajamos con el batallón, con Conservación Internacional, con universidades que han venido y les gusta el proyecto, la idea es formar lideres ambientales”; destaca el docente Medina. 

Actividades ambientales en cuarentena 

ClanDestino tenía varias actividades antes de entrar a cuarentena. Uno de ellos es la construcción de un ecomuro, con ayuda de la Región Administrativa y de Planificación Especial (Rape) y la fundación Butaqui. “Básicamente, se ensamblaron 150 botellas de tres litros en un muro para que este capturará agua lluvia. Así se trabajó agua como recurso para la población”, recuerda el ‘profe’. 

El equipo también lideró una jornada de siembra de 100 árboles de especies nativas en el colegio, esta actividad ayudó a que los estudiantes pensaran sobre el cuidado del agua y la importancia de reforestar con especies autóctonas. 

En suma, la siembra de árboles, la construcción del ecomuro y el experimento con el agua y las algas, tenían la intención de que los estudiantes comprendieran que el agua es indispensable para la vida, sin agua no hay nada. “Yo le llamo valor agua, no valor monetario, sino como un valor moral, como la solidaridad, el amor, la verdad, el valor del agua en comunidad, esa era mi meta”, concluye el ‘profe’ Nixon.