El 60% de los subsidios de vivienda en Bogotá han sido asignados a mujeres

Mujeres en Bogotá
El Distrito, a través de las distintas entidades, continuará velando por los derechos de las mujeres, a través del empleo, educación y vivienda en Bogotá. Foto: Alcaldía Mayor de Bogotá.
Publicado:
29
Nov
2021
Escucha la noticia

La Secretaría del Hábitat a través de la estrategia Bogotá, el mejor hogar para las mujeres, busca aumentar la participación de la mujer en el sector de la construcción, por medio de la formación académica y  la generación de ofertas de trabajo en colaboración con el sector privado.

Gracias a esto, 511 mujeres se matricularon en los cursos de formación complementaria del SENA, de las cuales 248 han sido certificadas en programas como: estucos y pintura, electricidad básica, instalación de enchape cerámico, básico de instalaciones sanitarias domiciliarias, revestimiento arquitectónico, entre otros.

Así mismo, 131 se encuentran encaminadas en la ruta de empleabilidad de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, 3.720 han manifestado su interés por hacer parte de esta y 247 participaron de la primera feria Construyendo Empleo.

Desde el Programa de Mejoramiento de Vivienda, a la fecha se han ejecutado obras de reparaciones locativas que ha beneficiado a 540 hogares, de los cuales 125 son de jefatura femenina y actualmente, se encuentran contratados y en ejecución 1.107 mejoramientos, con los que se espera beneficiar a 3.100 personas, aproximadamente.

Igualmente, con el Programa Plan Terrazas, a la fecha se han asignado 60 subsidios de mejoramiento progresivo de vivienda, de los cuales, 10 cuentan con mujeres cabeza de hogar. En la vigencia 2021 se espera llegar a los 143 subsidios asignados con una inversión cercana a los $5.846 millones.

Entre otras de las acciones para las mujeres, desde la Secretaría Distrital del Hábitat, se capacitó a 50 mujeres lideresas de Ciudad Bolívar y Bosa para aportarles herramientas en urbanismo no tradicional, para que puedan desarrollar intervenciones y mejoramiento del entorno, gracias a las capacitaciones de ‘Enseñar urbanismo no tradicional: tips para el fomento de nuevas prácticas en la vida urbana de la mujer’.

Así mismo, de 1.122 personas que se inscribieron al Programa de Educación e Inclusión Financiera, 899 son mujeres.  Con esta iniciativa, se busca capacitar e incentivar buenas prácticas financieras en las familias bogotanas, para contribuir con la planificación y administración de recursos en un proceso de adquisición de vivienda nueva.

En cuanto a subsidios de vivienda nueva, el 60% han sido asignados a mujeres.  A través del Programa Oferta Preferente, se han separado más de 1.200 unidades de vivienda VIS y VIP, para los hogares más vulnerables de la ciudad, otorgando un mayor monto de subsidio a madres cabeza de hogar, que a la vez sean víctimas o tengan algún miembro en condición de discapacidad severa o que pertenezcan a grupos étnicos. La finalidad es facilitar el cierre financiero de las familias de menores ingresos y asesorarlas en su proceso de adquisición de vivienda.

También, gracias al Programa de Mi Ahorro, Mi Hogar, se han asignado 285 subsidios para arrendamiento de vivienda, este se entrega en dinero por un periodo de al menos un año y va dirigido a hogares vulnerables con jefatura femenina, en riesgo de feminicidio y/o víctima del conflicto armado interno por desplazamiento forzado. El propósito del programa es incentivar hábitos financieros en las mujeres jefas de hogar para que puedan cumplir su sueño de tener vivienda propia.

Con Espacio Público para el cuidado, otro programa de la Secretaría del Hábitat, se realizó la intervención piloto en la Calle 22 entre Carreras 13 A y 15, lugar estratégico, por vincular las localidades de los Mártires y Santa Fe, con los barrios Santa Fe y La Alameda, como corredor que conecta con el Centro Internacional y el Centro Histórico. 

Este programa, que por primera vez implementa un urbanismo con enfoque de género, prioriza zonas de espacio público, donde se presentan altos índices de inseguridad y delitos sexuales, buscando contribuir con el mejoramiento integral del hábitat, mitigando las condiciones ambientales que llevan a que un lugar se perciba como inseguro y aumentando la apropiación de este, lo que contribuye con la construcción de una ciudad cuidadora y segura, en especial para las mujeres y niñas.