"Estas son profesiones que toda la vida han sido pensadas para que un hombre las realice. Antes, en las plantas no había mujeres, porque se consideraba que no podíamos hacer turnos de hasta 24 horas, nos consideraban un poco más débiles”, afirma Sofía Salazar, una de las 6 mujeres que trabajan en la parte operativa de la planta de tratamiento de agua Tibitoc, que abastece con el líquido vital al 30% de la capital del país.
Sofía es una joven de 23 años, ingeniera mecatrónica, que forma parte del equipo de mantenimiento de la planta, en donde realiza una labor de suma importancia dentro del de tratamiento de agua; es responsable de procesos de optimización y automatización, que garantizan el correcto funcionamiento del sistema eléctrico de Tibitoc.
“En la planta ejerzo como técnico electrónico nivel 32, entre mis funciones está garantizar que todos los equipos de instrumentación de calidad del agua estén en las mejores condiciones. También me dedico al tema de automatización, que significa que todos los procesos funcionen de manera autónoma, lo que ayuda a garantizar que los operadores puedan desenvolverse de manera óptima para que podamos entregarle a la ciudadanía agua de la mejor calidad”, afirma Sofía.
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Además, explica que en la planta trabajan cerca de 60 personas, de las cuales alrededor de 15 son mujeres que desempeñan diferentes cargos, pero en las labores operativas 6 son las encargadas de garantizar el proceso que permite a los bogotanos consumir agua potable.
“Cerca de 60 personas trabajan en la planta, de esas, más o menos unas 15 son mujeres y en la parte de mantenimiento estamos dos; yo y otra compañera que también es técnica electrónica. En la parte de tratamiento hay cuatro mujeres; dos en el laboratorio y dos que son operadoras de la planta”, afirma.
A continuación, compartimos una fotografía de Sofía en una de sus labores diarias en Tibitoc:
Sobre la inclusión de mujeres dentro de este trabajo, afirma que ha sido un proceso progresivo, que permite que hoy en día haya mujeres no solo en labores operativas, sino también en altos cargos y que esta transición ha abierto la posibilidad para que mujeres como ella puedan desempeñar este tipo de tareas.
“Empezaron a llegar a las plantas mujeres muy berracas, que hacían turnos larguísimos pendientes de un proceso, porque en ese momento los procedimientos no estaban tan tecnificados como los tenemos hoy en día, entonces el tratamiento era mucho más delicado y más complejo y a medida que estas mujeres fueron llegando, demostraron las habilidades que tenemos”, enfatizó.
A pesar de su edad, es muy consciente de la rigurosidad del trabajo que realiza y de la dedicación que requiere su oficio, en el que debe cubrir turnos hasta de 24 horas, para que la ciudadanía pueda disfrutar de agua potable
“La importancia de potabilizar el agua está en garantizar la vida, porque cuando nosotros tratamos el agua, estamos cuidando la vida de la ciudadanía. Cuando el agua no es potable, puede acarrear algunas enfermedades del tracto digestivo producidas por bacterias. También puede contener ciertos contaminantes que pueden llegar a ser cancerígenos como cloramina”, asegura.
En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el Acueducto compartió el siguiente video que tiene a Sofía como protagonista:
#8M🚺 Hoy es un día para visibilizar el papel imprescindible y las #OportunidadesParaLasMujeres🤝👱♀️👩🦰👷♀️ que hay en nuestra Empresa. Ella es Sofía Salazar y su misión es velar por el funcionamiento del sistema eléctrico de la Planta Tibitoc.#DíaDeLaMujer♀️ pic.twitter.com/TptfiBL5Oh
— Acueducto de Bogotá #SomosAgua💧 (@AcueductoBogota) March 8, 2022
Enfatizó en el incremento en el consumo del agua que se ha registrado en los últimos meses, principalmente como consecuencia de la pandemia y de las medidas de higiene necesarias para evitar el contagio con el virus del COVID-19 y en la necesidad de generar consciencia ciudadana alrededor del cuidado del agua.
“Si yo tuviera que decirle algo a la ciudadanía respecto al proceso que nosotros hacemos, es que pensemos que ese recurso que estamos consumiendo hoy en día, no es un recurso que vamos a tener siempre, que la naturaleza nos va a dar agua de por vida, que no la derrochemos y que dejemos de pensar que, porque estamos pagando un recibo, podemos desperdiciar el agua”, afirma.
Finalmente, Sofía, quien en algún momento pensó en ser médica y que reparte su escaso tiempo libre en compartir con su familia, con sus mascotas y en tocar el violín, asegura que su trabajo la hace tan feliz, que no se imagina ejerciendo otra profesión.
“La planta es como un hogar para nosotros, porque estamos allí prácticamente 24/7, incluso hay ingenieros que viven allí. La verdad no me veo en otra carrera, a mí me encanta mi trabajo, me apasiona, yo soy feliz con lo que hago y no puedo pensar en otra en otra cosa en la cual desempeñarme”, concluyó.
Compartimos una imagen de la planta de tratamiento de Tibitoc, en donde se realiza el proceso de purificación del agua del río Bogotá: