El vómito, la diarrea, la palidez y la falta de peso, síntomas de desnutrición aguda de Mariana,
una niña de tres años, desaparecieron de su corta vida gracias a la Ruta Especializada de Atención
Integral a la Desnutrición Aguda ideada por la Subdirección de Nutrición y Abastecimiento de la
Secretaría Distrital de Integración Social para combatir este flagelo, causado por la escasa y mala
alimentación infantil.
Flor, la abuela de Mariana, a sus 56 años, cuenta que el dinero que le deja la máquina de coser con
la que hace arreglos en el barrio San Pablo, de la localidad de Rafael Uribe Uribe,
no es suficiente para cubrir los gastos del arriendo, los servicios y comida para su hogar.
Debido a esa situación, Mariana empezó a presentar unos síntomas que encendieron las alarmas
del personal del Jardín Infantil Granjas de San Pablo.
“Le daba mucha gripa y yo la veía muy flaca. Cuando la llevaba al médico me decían que lo que
debía hacer era sacarla del jardín porque era ahí donde cogía virus, pero en realidad fue el jardín el
que nos salvó de esa situación”, cuenta la abuela.
Por fortuna, el nutricionista del jardín, no solo le dijo que su nieta sufría de desnutrición, también
le contó que allí tenían programas para reforzar la alimentación de las y los niños del lugar.
“Para esos días estábamos todos sin trabajo. Yo procuraba hacer calditos para Mariana, pero el
problema también era que la mamá no le podía dar pecho. Con la canasta alimentaria que nos
dieron en el jardín la niña recuperó peso porque ya yo podía prepararle carne, huevitos y le daba
las frutas y las verduras que venían ahí”, asegura la cuidadora de Mariana.
Además del apoyo alimentario, a Mariana se le hacían controles cada ocho días para ver cómo
avanzaba su proceso para salir de la desnutrición aguda, que según la Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, se puede evitar con debida atención sanitaria, educación a los padres sobre qué alimentos dar a sus hijos, una lactancia materna adecuada y consumir agua en buen estado y un acceso adecuado a saneamiento.
“Desde la Secretaría Distrital de Integración Social , la atención a la desnutrición aguda en niñas y
niños menores de cinco años es una prioridad, considerando que el mayor riesgo de esta situación
es la de morir por causas evitables. Por medio de esta estrategia brindamos una atención integral,
con la participación de diferentes sectores contribuyendo así a la disminución de la morbi-
mortalidad por esta causa”, afirma Boris Flomin, director de Nutrición de la entidad, quien además
resalta la importancia de esta estrategia, con la se logra evitar la muerte de cientos de niñas y
niños.
“Fue una bendición que le prestaran atención a la niña y la ayudaran a salir delante de la situación
en la que estaba”, dice Flor, quien está muy agradecida con la Secretaría Distrital de Integración
Social que, con la Ruta Especializada de Atención Integral a la Desnutrición Aguda, ha logrado
detectar 902 casos con desnutrición aguda de los cuales, la mayoría, (479), han egresado por
‘cambio positivo en el estado nutricional’ y otros motivos.
Tras la identificación de los casos, su reporte, atención y activación de las
rutas intersectoriales, los niños reciben seguimiento mensual, con visitas domiciliarias y la
entrega de paquetes de apoyo alimentario que, como en el caso de Mariana, le cambiaronla vida. Por eso, ahora crece, juega y sonríe sin esos
desagradables síntomas de la desnutrición aguda que la agobiaban.