Diana Lombo: la mujer guerrera y comprometida de la Tropa Social del Distrito

2·MAYO·2021
Historia de vida de una mujer que a pesar de las dificultades salió adelante y hoy trabaja con la Tropa Social
Lombo en la calle
Con la Tropa Social Diana Lombo (de blanco) trabaja con los más vulnerables de la ciudad. Foto: Archivo particular

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-Doctora, ¿me puedo ir a vivir con usted?

-No, papi, yo no soy doctora.

-Doctora, es que yo sé que con usted no pasaría ni aguantaría todas estas necesidades que paso con mi mamá y mi papá.

-¡Ay Dios¡.

Este diálogo se produjo hace pocos días en la localidad de Santa Fe, en el centro de Bogotá, hasta donde Diana Lombo, había llegado con la Tropa Social, la estrategia creada por la Alcaldía Mayor para caracterizar a más de cien mil mujeres cabeza de hogar en las zonas más vulnerables.

Ese día, recuerda Dianita, como le dicen todos los ‘troperos’, estaban caracterizando en unos ‘pagadiarios’, que es como llaman ahora a las residencias que alquilan habitaciones por días, cuando se encontraron con una familia venezolana compuesta por dos papás jóvenes y tres niños que recién habían llegado de Tunja, su última parada como caminantes desde su patria y donde la mamá se había mandado operar para no tener más hijos, pero que al parecer no le sirvió porque nuevamente estaba embarazada.

Una tropera con un corazón muy grande

“El niño mayor tenía sus zapaticos rotos y eso. Entonces fue cuando me pidió que si me lo llevaba. Yo quedé que me derrumbaba porque una cosa es vivir pobre, pero esa pobre gente en pobreza extrema es otra cosa”, dice un poco afectada y agrega que a pesar de que no debe darles cosas, fue y les compró unos huevos y un pan con lo poco que tenía porque siempre anda ‘a ras’.

“A escondiditas también les compré unos dulces y me decía mi compañero, ¡Ay Diana¡, ¿qué vamos a hacer con usted? Y yo no puedo. No se debe hacer porque se va a convertir como en un compromiso. Si yo, Diana Lombo, veo una persona que me necesita, pase lo que pase, ahí voy a estar. Mientras el proceso llega usted puede dar una ayuda inmediata”.

Gracias a la caracterización hecha, la familia migrante recibió apoyo alimentario y los tres niños están siendo atendidos en un jardín infantil del Distrito. “Es una persona 100% humanitaria, que en realidad se esmera por trabajar en esta sociedad, por esas personas que lo necesitan”, acota Daniel Durán, el coordinador de su grupo.

Lombo y compañero

Diana Lombo Foto: Archivo particular

Esta es una de las tantas historias que casi han resquebrajo el corazón a Diana Lombo, una técnica en mercadeo y servicios, bogotana, que desde noviembre pasado es uno de los 1 560 profesionales y tecnólogos que hacen parte de la Tropa Social que trabaja en 258 barrios de 19 localidades de la ciudad.

“Desde muy pequeña empecé a vivir en Ciudad Bolívar, en Lucero Alto. Allí fui madre joven. Todo el tiempo he estado en proyectos que tengan que ver con la comunidad e hice parte de un programa de Integración Social que se llamaba ‘Ámbito Familiar”, relata Diana, quien agrega que tal vez por eso y por su don de gentes la escogieron para esta estrategia que es una de las prioridades de la Alcaldesa para caracterizar y apoyar a setecientas mil mujeres cabeza de hogar.

Hoy tiene 32 años de edad y desde hace 18 le tocó trabajar porque su papá se consiguió otra mujer y dejó a la familia tambaleante. Desde entonces ha hecho varios oficios, pero desde el 2015 se volvió vendedora ambulante y tiene un puesto en Teusaquillo donde, entre otros, ofrece empanadas, arepas, tintos y aromáticas. Un puesto que, desde que empezó a trabajar con el Distrito, es administrado por su mamá.

"Lo más difícil es el abordaje de las familias"

Una experiencia en la calle que le ha servido para hacer el abordaje de las mujeres que tiene que caracterizar en las zonas más deprimidas de la ciudad donde los problemas y las necesidades tocan seguido a la puerta. “Buenas vecina, ¿Cómo está?, ¿Cómo se encuentra el día de hoy?”, cuenta que es su llave mágica para entrarle a las personas y agrega: “A mí me gusta mucho preguntar cómo se encuentra el día de hoy porque no todos estamos en los mismos zapatos ni el mismo barco”.

“Lo más difícil es el abordaje a las familias porque uno va a estrellarse con realidades, no con cuentos de película, ni de ficción. Esas jefaturas femeninas viven un día a día bien pesado y si desde un principio usted no genera confianza, no va bien porque la gente no va a abrir”, dice con firmeza.

Y es que en medio de ese mundo real que tiene que enfrentar cada día, hay muchas mujeres violentadas, bastantes casos de maltrato infantil y abuso por doquier, al margen de las dificultades para conseguir el ‘pan de cada día’.

“En el barrio me encontré una chica con una depresión tenaz. Ella se derrumbó y no paraba de llorar. Y nada, tocaba escucharla. Ahí no había 20 o 40 minutos. La verdad, en esa visita me demoré como dos horas y media porque ella quería desahogarse. Necesitaba que alguien la escuchara”, recuerda.

Una tropera fuerte y empoderada como mujer

Hoy Diana ya no vive en Ciudad Bolívar. Está en la Alquería La Fragua, a donde llegó para proteger a sus dos pequeños hijos, a los que les ha inculcado el respeto por la mujer, así como lo ha hecho con su esposo, al que está ligada desde muy joven y con el que compartieron unos inicios muy difíciles que con amor y perseverancia han ido superando. También gracias a su fortaleza y empoderamiento como mujer, todos los días se levanta a las dos de la mañana para alistar los termos que llevará al puesto de ventas informales, no sin antes haber dejado organizada la casa.

Tropera y familia

Diana Lombo y familia Foto: Archivo particular

Es una guerrera. Es espectacular. Gracias a ella estamos acá, si no, no sé qué hubiera pasado”, cuenta William Fernando, su esposo, una víctima más del desempleo que vive el país y quien no duda en reconocer ese liderazgo y entrega que tiene ella, tanto en el hogar como en el trabajo.

Con esa vocación de corazón Diana Lombo quiere estudiar trabajo social y hacerse profesional para seguir sirviendo a la ciudad y en particular a esas mujeres que como ella le han visto la cara más cruda a la pobreza, pero que igual no se han dejado vencer por las adversidades. “La mujer bogotana, colombiana y la que sea, es una mujer muy guerrera, muy optimista, muy capaz de lo que se propone. Una guerrera total porque esta vida no es para nada fácil”, sentencia mientras se dirige a tocar la puerta de un hogar bogotano donde seguro la espera una nueva historia llena de heroísmo.

Diana Lombo y mujeres

Diana Lombo Foto: Archivo particular