En Chapinero, un cerrajero es ejemplo de talento y servicio a los jóvenes

Un cerrajero que se volvió rapero y apoya a sus compañeros
"El cerrajero", es un joven rapero famoso en Chapinero
Publicado:
28
Nov
2020
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Desde los doce años de edad, Luis Alejandro Quimbaya Caicedo se volvió un cerrajero de la vida,  buscando encontrar la llave que le diera la salida a las difíciles condiciones que tuvo que afrontar por culpa de la pobreza y de las carencias que siempre lo acompañaron en su infancia que transcurrió por los barrios periféricos enclavados en las montañas del oriente bogotano.

Hoy Luis Alejandro tiene veintitrés años y desde hace nueve, es conocido como “El Cerrajero”, gracias al oficio que aprendió en la ferretería de un tío político, en el barrio Las Cruces, a la que llegaba en bicicleta y donde empezó limpiando vitrinas y haciendo duplicado de llaves.

Así, en medio de llaves, tubos y tornillos, su sueño infantil de ser futbolista se esfumó, pero gracias al inquebrantable espíritu de luchador que lo impulsa, hoy es reconocido no solo por ser un gran cerrajero. Luis Alejandro halló en la música una manera de expresar sus vivencias y anhelos por lo que se convirtió en un rapero, una pasión que le brotó en el colegio, a través de un compañero que estudiaba producción musical.

Con el rap, esa forma musical de orígenes africanos y que incorpora “rima, habla rítmica y jerga apoteósica”, “El Cerrajero” encontró la vía para hacerse conocer y hacer conocer sus inquietudes en torno a la vida. “El rap es una forma de conectar con personas que viven en la misma situación. El rap se convierte en una voz”, dice con ese tono rítmico que idéntica su hablar y que ya muchos conocen, gracias a la antigua Casa de la Juventud de Chapinero en donde se presentó con su grupo en una liga llamada ‘La cabaña free style’. 

Desde entonces empezó su relación con la Secretaría Distrital de Integración Social, que acaba de abrir su nueva Casa de la Juventud, en Chapinero, para que muchos jóvenes reinicien o se unan a los procesos artísticos y culturales, empoderados en sus derechos y aprovechando las diferentes oportunidades que les brinda la Alcaldía Mayor de Bogotá.  “La única forma para sacar a los jóvenes de la delincuencia y de las drogas no es con un centro de rehabilitación o una cantaleta. Es estudiándolos, buscando a profundidad qué les gusta. Más que robar, que drogarse”, asegura Luis Alejandro, quien creó el grupo “Ráfagas de rimas” que ya es famoso entre los seguidores de este género en la capital.

La Subdirección Local de Integración Social de Chapinero, en articulación con la Subdirección para la Juventud, busca motivar, a través de los procesos con los jóvenes, el reconocimiento de la política pública y la garantía de sus derechos para que jóvenes como Alejandro inicien su proceso con el proyecto y vuelvan a trabajar por otros que apenas inician.

A pesar de no tener experiencia enseñando, le gustaría transmitirles sus conocimientos musicales a los niños, niñas y jóvenes que no han tenido muchas oportunidades en la vida y para que en Bogotá vean que “las montañas existen y que ahí también hay mucho potencial, no solo es delincuencia”, apunta Alejandro.

Por lo pronto este joven cerrajero, que encontró la clave de su crecimiento personal en la música, contribuye en la activación de procesos juveniles, como el acompañamiento en los días locales de la juventud en los barrios Paraíso y San Luis donde el fin de semana será jurado del evento de free style, en el cierre de la Semana de la Juventud. Una juventud, que con su ´Flow’ está siempre en busca de nuevas oportunidades para mostrar sus talentos y abrirse paso en la vida.