Bogotá, 3 de abril de 2020. “Llevar más de dos años salvando vidas del infierno de la droga no te hace más experta. Todos los días se aprende y en estos tiempos en donde la ciudad está sola, el objetivo primordial es seguir llevando ayuda a los que más lo necesitan”. Con estas palabras Geraldine Martín, ‘Ángel de la Calle’ de la Secretaría Distrital de Integración Social, hace evidente que por estos días de asilamiento su interés es darlo todo para convencer a cientos de ciudadanos habitantes de calle para que acudan a los servicios en los hogares de paso que tiene el Distrito a su disposición.
Geraldine es hija única, y aunque por estos días la norma es permanecer en casa, su rol como ‘Ángel de la Calle’ no le permite estar tranquila sabiendo que la necesitan muchas personas en la ciudad. Con muchas precauciones deja resguardados en casa a su padre y madre, dos adultos mayores a los que también debe cuidar.
Desde donde se encuentre, Geraldine está atenta de ellos, de su estado de salud y los motiva a estar tranquilos, pues aunque están orgullosos de la misión que desempeña, también están temerosos ante la situación de alerta global.
De acuerdo con el turno laboral asignado, este ‘Ángel de la Calle’ sale desde Kennedy al punto de encuentro en donde, con sus compañeros, inician su recorrido en busca de habitantes de calle, llevando no solo la invitación a vincularse a los hogares de paso, sino fomentando acciones de autocuidado, prevención y lavado de manos, entre otras acciones que ayudan a prevenir el contagio del virus que tiene a la población en cuarentena.
“Como estrategia de prevención se ha determinado portar elementos para el lavado de manos como jabón, gel antibacterial y demás elementos que normalmente no se encuentran en calle y que sirven para minimizar el contagio. Por otro lado los invitamos a las jornadas de desarrollo personal en donde encontrarán un lugar para que se puedan duchar, recibir elementos de aseo y orientación profesional. Así mismo, conservando la norma de distancia, hacemos charlas pedagógicas para que ellos conozcan más sobre la actual alerta amarilla, los decretos vigentes, y en especial el riesgo al que se exponen al no estar en un lugar seguro”, destaca Geraldine.
El trabajo de los ángeles está organizado para que no lo tengan que hacer todos los días. Es una medida de cuidado y prevención del equipo, porque “los turnos no siempre traen buenas experiencias. Algunas son algo impactantes y fuertes”, señala.
Esta semana encontraron a un adulto de unos 29 años, con un consumo muy fuerte de drogas, y comiendo alimentos en un alto grado de descomposición. “En medio de su euforia no quería atendernos pero luego de tranquilizarlo y brindarle nuestra confianza entendió que no estaba haciendo lo mejor para su cuerpo y salud. Finalmente aceptó nuestras orientaciones, pero fue muy triste pensar que si hubiéramos llegado en otro momento este ciudadano hubiera enfermado… o algo peor”, menciona Geraldine.
El equipo tiene una ‘Estrategia móvil de autocuidado para habitantes de calle en la ciudad’, con recorridos las 24 horas del día. “Llegamos a los ‘cambuches’ con agua, alimentos, gel, tapabocas, ropa e información para aquellos que están pasando su cuarentena en este lugar, y que no desean asistir a ningún albergue o hogar de paso. La segunda estrategia es un proceso de autocuidado con duchas, alimentos, valoración en salud en diferentes puntos de las unidades de integración social para que sean atendidos los ciudadanos habitantes de calle” destaca Daniel Mora, Subdirector para la Adultez de la Secretaría de Integración Social.
La Secretaría de Integración Social cuenta con 13 centros de atención integral para los ciudadanos y ciudadanas habitantes de calle en donde se ofrecen servicios de: autocuidado, alimentación nutricional, acompañamiento interdisciplinario, dormitorios, formación en artes y oficios. Los servicios son voluntarios y no tienen ningún costo.