‘Nuestra vejez’, un poema con el que en cuatro etapas recorre su vida desde su ya lejana infancia en Yumbo, Valle del Cauca, es el nombre del texto con el que Jorge Aguilar Miranda ganó el II Concurso de Literatura, ‘La Vida en Bogotá: Una vejez libertaria’, con el que la Secretaría Distrital de Integración Social busca dar a conocer a la ciudadanía las narrativas de los adultos mayores.
Don Jorge, o mejor el poeta Aguilar, empieza el recorrido por su larga vida, que hoy ya acumula 71 años, evocando su niñez allí en el Valle del Cauca, frente a la laguna del lindo lugar donde nació y empezó a crecer arrullado por el canto repetido de las ranas y el coclí coclí de las garzas blancas.
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Algún día fuimos niños y nos cobijan por siempre tan hermosos recuerdos.
Sucede ahora y siempre, que en la mayoría de veces nos quedamos transitorios en etapas donde solo sorteamos añoranzas particulares. Hoy tomo de la mano la vena poética para contarles en verso, cuanto he vivido…
Vamos a caminar.
Y así caminando de la mano de sus recuerdos hoy evoca a su querida e irremplazable maestra de primaria: la profe ‘Concha’, quien con las primeras letras le imprimió en sus venas la inspiración que le permitió devorarse el mundo, luego de graduarse como actor y director de teatro en el Instituto Popular de Cultura de Cali. “Yo aprendí conocer el mundo a través de mis padres y a través de la maestra Concha”, agradece Jorge y agrega que, como todo adolescente, les dio un poco de brega a sus progenitores por los hervores propios de esa etapa de la vida.
A continuación, un video de YouTube con 'Poemas de caminos' de Jorge Aguilar.
Recorrió varios continentes
Esas enseñanzas, no quiso dejarlas solo en el papel y en los mapas, y entonces se fue a lugares remotos de África, Asia, Europa y Latinoamérica, haciendo gala de sus bondades artísticas. Un talento que lo llevó hasta Venezuela, donde fue acogido como propio y de donde, por la crisis, después de 40 años, debió salir hacia Colombia con sus pocas pertenencias, entre ellas la nacionalidad patriota y el rótulo de personaje de mérito por sus aportes a esa cultura.
“Hay mucha gente que se dedica a hacer dinero. Yo me he dedicado a hacer experiencias, a hacer conocimientos y a sentir que estoy vivo en este mundo lleno de importantísimas razones”, contesta sin dudar al preguntarle: ¿Por qué ha viajado tanto?
Fue premiado por Integración Social
Con una voz estentórea, de ricos matices, producto de su formación actoral, le da un repaso efímero a su niñez, su juventud, su adultez y su tercera edad; leyéndome el poema ganador, como lo hizo en la ceremonia de premiación del evento en que despertó los elogios y el reconocimiento de los jurados y los asistentes al Museo Nacional de Bogotá, donde fueron exaltados los 12 ganadores.
“Todos estos eventos académicos, culturales, recreativos, psicosociales, de toda índole, nos permiten posicionar esta política pública, que todos los bogotanos/as sepamos que existe, pero además que sepamos que aquí está la administración distrital, liderando ejercicios de restablecimiento y de garantía de derechos para toda esta población”, argumenta la subdirectora para la Vejez, Sonia Tovar.
Es beneficiario de un Centro Día
Escritor, poeta, publicista, director de la Escuela de Teatro de Bellas Artes de Cali, miembro fundador de la Asociación de Escritores del Estado Lara, Venezuela, (ASELA), entre muchos otros, el maestro Aguilar, es hoy uno de los beneficiarios del Centro Día, Camino de Vida, en el barrio Britalia, donde recibe todos los servicios que para la tercera edad tiene dispuestos el Distrito.
“Cada mes reclamamos un mercado por $100.000, en un importante negocio y también cada mes nos programan unos exámenes mensuales para averiguar nuestros signos vitales y a veces también nos convocan a piscinas, a actividades de orden físico. Hoy también tenemos un curso con el SENA”, dice don Jorge quien ahora está refugiado en una habitación en Patio Bonito, en el barrio Unir, al suroccidente de la ciudad.
De allí sale a rebuscarse la vida, subiéndose a Transmilenio o a los buses del servicio público a deleitar a su público con la calidez de sus poemas a cambio de unas monedas que le permitan seguir adelante, mientras le llega la reivindicación por todos aquellos escritos que han colmado su carrera como escritor o poeta.
Fue destacado en la FILBO 2021
“En estos momentos no tengo en que caerme muerto, pero tengo la fina fe y tengo la esperanza de que muy pronto la suerte me va a sonreír a través de mi obra literaria, a través de mi trabajo de calle, a través de mi presencia en los programas de los miércoles de la biblioteca Manuel Zapata Olivella”, dice con optimismo y agrega con orgullo que su libro ‘Poemas de camino’, coauspiciado por el gobierno suizo, fue uno de los más promocionados durante la reciente Feria Internacional del Libro de Bogotá. “Ojalá pueda recibir apoyos económicos dentro de poco, desde diferentes ángulos, porque yo soy un colombiano más que se ha reinsertado a la vida de nuestra patria. Estoy lleno de esperanza”.
Por ahora sigue caminando por la vida, ya sin un riñón que perdió por un quiste cancerígeno; come sin azúcar, sin sal y hace lo posible por no consumir muchas carnes, por su salud y por la difícil situación que se vive en estos momentos y de la que quiere salir con los nuevos proyectos que tiene entre manos: un libro que se llama ‘Vidas maestras’, otro llamado ‘Sexo y vida’; además de los audiolibros en que está trabajando gracias a la poderosa y afinada voz con que está dotado y que le ha permitido ser referente en algunos podcasts.
https://versosmaestrosantologia.blogspot.com/2021/01/podcast-de-viva-voz-jorge-aguilar.html
Está en su 'tercera juventud'
Mientras esos mejores tiempos le llegan, sigue con optimismo su deambular por la vida, recorriendo con amor esa tercera edad, a la que llama ‘tercera juventud’, sin tenerle miedo al paso de los años.
“Yo no le tengo temor a los años porque los años son fantasmas locos que rondan nuestra existencia y los amamos. Son los que cumplimos, están allí, pasaron y los que están por venir los recibimos con alegría, con amor”, concluye mientras esboza una sonrisa de satisfacción y gratitud “por todo, por siempre”
A continuación, el texto completo del poema 'Nuestra Vejez', de Jorge Aguilar.
NUESTRA VEJEZ
Algún día fuimos niños y nos cobijan por siempre tan hermosos recuerdos.
Sucede ahora y siempre, que en la mayoría de veces nos quedamos transitorios en etapas donde solo sorteamos añoranzas particulares. Hoy tomo de la mano la vena poética para contarles en verso, cuanto he vivido…
Vamos a caminar.
Mi niñez
Frente a la laguna
del lindo lugar
donde nací...
El canto repetido
de las ranas.
El coclí coclí
insuperable
de las blancas garzas
bajo el sol altanero.
El trajín sin fin
de los arrieros
entre el sonar
puritano airado
del tren del sur.
Me someten
al recuerdo
casi fantasmagórico
de aquellos episodios...
Hoy conocidos
como " Mi Niñez ".
Proseguimos a veces danto traspiés de realidades en nuestra juventud clara, abierta, para enterarnos en la llegada de la mitad existida, a veces confrontando con nuestros progenitores, hasta concluir el paso siguiente para objetivar a nuestros mayores, en especial a este ser...
Padre
En mis soledades
encumbro tu presencia,
sigo detectándote hoy
cercano en amplitudes.
De tus siempre serenos pasos
llevo recorriendo eternidades,
apretujado hacia mí.
Tu siempre metálica voz,
me llevó por los caminos
coberturas amplias verdes,
esquivando laberinto.
En amaneceres fríos
bebimos el primer café
bajo la soñadora mañana.
¡Padre mío, hombre tenaz!
no te he perdido nunca,
de ti, llevo maravillas...
raudales genéticos,
son todos en nuestra piel.
¡No serás jamás mi viejo!
Eres eterna juventud
reflejada en las querencias.
Para ti, no hay un día
en recordatorio actual.
Un padre no se inventa,
color y calor sereno
permanente para siempre.
Ya casi al comienzo de la tercera juventud, denominada tercera edad, al tener dificultades apelamos a la palabra: ¡Madre Mía!, si estuvieras aquí, otro gallo cantaría…
Ahora rodeados de descendientes y a veces sin ellos, el mundo es otro.
Estoy agradecido por todo, por siempre.
Jorge Aguilar Miranda.
(Bogotá, septiembre, 9 del año 2021)
Para mis hermanos del Centro Día, Caminos de Vida.