Hace 63 años Vicente del Castillo abrió una churrería española en Chapinero. Hoy los amantes de este confite hecho de harina, mantequilla, leche y azúcar saben que hay un lugar en Bogotá que mantiene la tradición de un producto español, cuyas imitaciones son vendidas en la mayoría de esquinas de la capital del país.
La Castreña es un sitio único para probar churros españoles auténticos, acompañados por un chocolate, café con leche o tinto. Una vez pruebe estas masitas de harina fritas con azúcar, cada vez que pase por este lugar no se va a resistir a comerse un paquetico de este pecadito, pues el olor a churro caliente, lo hace más irresistible.Este lugar se mantiene intacto en el tiempo, su letrero, las paredes y la organización del local son las mismas desde su fundación en 1952.
En La Castreña, también puede probar hamburguesas, chorizos, pinchos y morcillas españolas. El local está ubicado en la carrera 13 con calle 58, costado occidental.
Tomado de bogotaesnuestra.com
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