El niño promesa nacional de sóftbol que entrena en Ciudad Bolívar

Foto:Idrd
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Publicado:
8
Mayo
2017
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Sobre la una de la tarde, Nicolás Salguero suelta el lápiz y el cuaderno, para agarrar el bate y la pelota de béisbol. Con su uniforme impecable, Nicolás sortea las trochas de Ciudad Bolívar, para llegar a las clases de béisbol que toma en el Parque El Tunal.

Él, junto con otros 120 niños y adolescentes de la IED Colegio Antonio García, hacen parte del centro de interés de sóftbol del proyecto Tiempo Escolar Complementario, del IDRD, que ayuda a que los niños aprovechen el tiempo y pasen menos horas solos en sus casas o en la calle.

Quienes practican esta disciplina lo hacen dos veces por semana, durante dos horas, en el Parque El Tunal.

Con 11 años, el pequeño deportista ya ha participado en el Campeonato Internacional de Béisbol de Pony Caribe, donde compitió con niños de alto rendimiento, entre los ocho y los diez años, pertenecientes a las ligas de Venezuela, Bahamas y Curazao.

Nicolás recuerda el momento que vio más cerca su sueño de ser un gran jugador como Baby Ruth o Yadier Molina, sus más grandes ídolos.

“El mejor día de mi vida fue el 16 de abril de 2016, cuando el presidente de la Liga de Béisbol me vio jugar y entré a ser parte de la Selección Bogotá; un mes después, ya había ingresado a la de Colombia. En ese momento me propuse trabajar duro para llegar a las grandes ligas y mi mamá vendió sus máquinas de coser para reunir 800.000 pesos que me costaban los uniformes”, recuerda Nicolás.



Actualmente, doce niños hacen parte de la Liga de Bogotá de Béisbol, con la que estuvieron compitiendo del primero al siete de abril en el Campeonato Nacional de Montería; y dos de ellos, Nicolás y su hermano Daniel, son Selección Colombia.

María del Carmen Torres, su madre, recuerda la primera vez que su hijo se subió a un avión, que iba rumbo a Aruba para participar en un campeonato.

“Yo no pude contener las lágrimas cuando lo vi montarse en ese avión solito para ir tan lejos. Todos saben que uno hace todo por los hijos, yo tengo seis y me ha tocado sola, pero ellos saben que aunque yo me cohíba de muchas cosas, siempre voy a ayudarles, especialmente a Nicolás”, recuerda María entre lágrimas.

Los sueños de Nicolás no para ahí. Además de convertirse en un ejemplo para los demás niños de su entorno, también desea estudiar diseño gráfico.

“Mi mamá siempre nos enseña que debemos ser alguien en la vida y por eso quiero demostrarle que todos los pasajes de bus, todos los uniformes, todos los tiquetes de avión y toda la esperanza que ha puesto en mí, ha valido la pena. Yo sé que llegaré alto y cuando esté ahí me voy a acordar que la fama no importa, y el dinero tampoco, porque de nada sirve ser creído si no se lleva nada adentro”, dice Nicolás, promesa del sóftbol que vive y estudia en Ciudad Bolívar.