- El espacio público se está recuperando de forma concertada.
La Alcaldía de Enrique Peñalosa caracterizó a 6.247 vendedores informales en el 2016, de los cuales 3.295 ya están disfrutando de un empleo formal o de puestos de venta en lugares legales ya autorizados.
Según cifras del Registro Individual de Vendedores Informales (RIVI), con corte a octubre de 2016, en Bogotá hay más de 43.000 vendedores informales. La localidad que tiene más informalidad es Santa Fe, con el 19,53% de estos vendedores. Le sigue Kennedy con el 8,65% y Los Mártires, con 6,78%.
“En 2016 tuvimos ferias navideñas en el Parque el Tintal, el Parque Nacional y el Parque de Usaquén. Más de 220 vendedores de la economía informal se reubicaron en estos lugares”, explicó María Gladys Valero, directora del IPES.
Precisamente es en estos lugares donde se ha enfocado la estrategia del IPES que busca la formalización de los vendedores, no solamente para recuperar el espacio público para todos los ciudadanos, sino para mejorar la calidad de vida de quienes viven de la venta en las calles y sus familias.
“En tiempos pasados he sido vendedora ambulante, trabajaba en el centro con una chaza. El trabajo se dificultó mucho por la recuperación del espacio público”, cuenta María Graciela Triviño, antigua vendedora informal.
De hecho durante el 2016 se hicieron 104 jornadas de recuperación del espacio público en distintos puntos de Bogotá. Antes de todas esas jornadas, expertos del IPES se acercan a los vendedores para ofrecerles alternativas laborales, que ellos deciden si aceptan o no de forma voluntaria.
“La meta para el año entrante es que podamos llegar a 12.000 vendedores de la economía informal, que acepten nuestras propuestas y salgan del espacio público”, aseguró Valero.
Las jornadas se han hecho en varios puntos de la ciudad, sobre todo los que tenían más problemas de invasión del espacio público y donde los peatones habían perdido espacio para disfrutar de estos puntos de la ciudad.
Ese es el caso de la calle 72, la calle 19, la Plaza de Bolívar y alrededores, el Parque Simón Bolívar, Ricaurte, la carrera 10, la carrera 15 con 85, Bosa La Libertad, Alameda, la Avenida Primero de Mayo, Santa Librada, el Portal 80, La Estanzuela, La Pepita, el Voto Nacional y el Portal Norte.
Calle 85 antes
De los vendedores que han aceptado salir de la informalidad, 178 han decidido empezar su propio negocio, a través de ruta de emprendimiento, 83 han sido reubicados en quioscos, 67 han aceptado estar en ferias institucionales y 154 en centros comerciales.
49 son adultos mayores o personas con discapacidad que fueron incluidas en el programa de Emprendimiento Social. El resto de personas han conseguido empleos formales en una de las 3.256 vacantes que ha gestionado el Distrito en empresas reconocidas.
Una de ellas es Triviño, quien se acercó a buscar formalización. “Dando gracias a Dios que a través del Ipes, de la Alcaldía, a todo lado iba a buscar un SOS, auxilio que me estoy quedando sin trabajo. Por fin me llamaron del Ipes y ah qué rico, sortearon este puesto y sí, me lo gané yo. Feliz porque acá ya el agua, el sol, la Policía, el hambre, las carreras, los peligros, no existen. Es un cambio total, rotundo, sí es mejor aceptar la reubicación”.
En 2016, se vincularon 2.706 personas en capacitaciones en marroquinería, administración de negocios, contabilidad básica, ventas, confección de lencería, manejo de máquinas de confección, auxiliar de cocina, auxiliar de panadería, elaboración de comidas rápidas y joyería artesanal. En el segundo semestre, 600 personas han aceptado aprender manipulación de alimentos, servicio al cliente, herramientas ofimáticas y en emprendimiento.
Calle 85 después
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