Mujeres en la estrategia Casa de Todas están recibiendo múltiples ayudas

Casa de Todas
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Publicado:
27
Abr
2020
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Las veintiún mujeres que trabajan brindando atención a mujeres diversas desde la Estrategia Casa de Todas, han atendido efectivamente casi 1.000 llamadas: más de 660 asesorías, jurídicas, sicológicas y de servicios sociales, con más de 300 seguimientos sobre situaciones particulares y más de 130 nuevos contactos. La atención se ha duplicado.

El 19 de marzo llegó la notificación: el lugar físico en el que funciona la Estrategia Casa de Todas, debía cerrar. El cierre de la casa, ubicada en la localidad Los Mártires, hacía parte de las medidas de prevención y protección contra el coronavirus del “Simulacro Vital”, que se sabía se extendería por efectos de la cuarentena. Esa fue la gran alerta para el equipo de casa de Todas, que en cabeza de Clara López García y Yanira Espinosa Pérez, quien está a cargo esta estrategia de la Secretaría de Distrital de la Mujer, y empezaron a trabajar en la nueva realidad.

“Cogimos las bases de las personas que atendimos del 2019 para acá, y nos las dividimos para empezarlas a llamar, para ver cómo estaban y qué necesidades tenían”, cuenta Yanira. El trabajo se repartió entre cinco mujeres que trabajan como gestoras en los territorios. Desde sus casas, empezaron a contactar una a una a las mujeres, para saber en qué condiciones estaban para enfrentar al coronavirus, y cumplir con las medidas preventivas que el Distrito y el Gobierno empezaban a tomar.

¿Cómo estaba su salud física y mental? ¿Estaban afiliadas al sistema de salud? ¿Sabían cuáles eran sus derechos? ¿Conocían los beneficios del Distrito a los que podían acceder ellas y sus familias, según sus realidades?

Después de hacer un diagnóstico, las gestoras trasladan los casos a las profesionales de la Estrategia Casa de Todas (cuatro abogadas, tres trabajadoras sociales y dos psicólogas), quienes, también telefónicamente, brindan un acompañamiento especializado de acuerdo con cada caso. Desde el 19 de marzo hasta el 24 de abril, han atendido a más de mil personas de manera telefónica. Cada llamada dura entre 20 y 40 minutos.

Las atenciones se duplicaron, cuenta Claudia Puentes Chacón, profesional en trabajo social: “estoy atendiendo hasta 20 personas diarias, cuando antes recibía entre 10 y 12 casos. Entre las principales consultas, están los temas de salud. Muchas de las mujeres con las que trabajamos no tenían salud y no veían la importancia de estar afiliadas”.

Pero, sin duda, el tema que más les preocupa a las mujeres vinculadas a Casa de Todas, es la economía. “Desde antes de cerrar la casa, nos empezaron a llegar muchas mujeres a preguntar qué iban a hacer, porque ya estaban cerrando muchos negocios. Nosotras les tomábamos los datos para irles informando que ayudas salían”, cuenta Yanira. Aunque la Estrategia Casa de Todas no entrega directamente beneficios como mercados o bonos (ya que su misión en dar atención y acompañamiento sicológico, social y jurídico), desde ese momento Yanira y su equipo de trabajo se convirtieron en un canal entre las mujeres y las otras entidades del Distrito que están brindando este tipo de ayudas.

“Con el IDIGER y la Secretaría de Integración Social, coordinamos un servicio de albergue para atender necesidades de alojamiento temporal. Inicialmente identificamos 34 con esta necesidad, pero hasta el momento solamente 2 han aceptado ir, pues las otras manifestaron que requerían apoyos económicos y no alojamiento temporal. Los cupos de alojamiento están disponibles para las mujeres que los puedan necesitar durante el tiempo que se determine para el aislamiento obligatorio”, señaló Clara López García, Directora de Derechos y Diseño de Políticas. “A través de nuestra base de datos de mujeres vinculadas a Casa de Todas, identificamos 589 mujeres con necesidad de apoyos en el marco del programa Bogotá Solidaria. Siguiendo los protocolos de bioseguridad hemos entregado 160 mercados, y seguimos coordinando la entrega de mercados 430 mercados en los próximos días, apoyadas por la Cruz Roja”.

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Carmen Elena Rodríguez, técnica en salud sexual y reproductiva y gestora territorial, calcula que de cada diez mujeres que atiende Casa de Todas, nueve son cabeza de hogar “con varios hijos o con otros familiares a cargo”. Y muchas de ellas —dice— vivían del día a día. “Esta incertidumbre que tenemos todos, señala Carmen. Precisamente la violencia económica ha sido otro de los principales motivos de atención en Casa de Todas. “Muchas de ellas son el principal proveedor del núcleo familiar, y no solo de los hijos; le envían plata a la mamá, a la tía, a la abuela, y muchas veces a su pareja. Y estar en estas condiciones, ha generado conflictos”, dice la trabajadora social Claudia Puentes.

Antes situaciones como esta, el acompañamiento psicológico y humano que está ofreciendo Casa de Todas ha sido un respiro para muchas mujeres. “Uno es un centro de escucha. Muchas de ellas entran a hacer catarsis, a contarnos: debo el arriendo, tengo tres niños y se me está acabando la comida, solo me queda un poquito de arroz”, cuenta Esperanza Chavarriaga, gestora territorial.

La nueva realidad, también obligó a la Estrategia Casa de Todas a ajustar sus programas de escolarización. Unas 60 mujeres están actualmente finalizando sus cursos de educación primaria y secundaria, que dirige el Colegio Panamericano en convenio con las Secretarías de Educación y de la Mujer, a través de Whatsapp. “Nos reportan sus actividades, nos envían sus tareas, y están documentando todo el proceso por chat, porque muchas no cuentan con internet o con un computador. Se les ha notado un interés particular a las personas en seguir avanzando y seguir estudiando. Eso es un aliciente bastante bueno”, dice Yanira Espinosa, encargada de la Estrategia Casa de Todas. La idea es utilizar este mismo tipo de estrategias, en otros cursos y capacitaciones que ofrece la casa.

Yanira asegura que el último mes les ha dejado aprendizajes muy importantes. Por ejemplo, la necesidad de fomentar prácticas como el ahorro y educación financiera. “Como la mayoría vive del día a día, el dinero va y viene muy rápido. Eso nos reta a trabajar con ellas otros temas, como el ahorro o la búsqueda de otras opciones de ingresos. 

La gestora Carmen Elena Rodríguez coincide con ella: “Tenemos que empezar a trabajar con las mujeres sobre qué pueden hacer más adelante, cuando pase esta contingencia. Pero también, seguir empoderándolas para que reconozcan sus derechos y sus necesidades, y para desnaturalizar muchas de las violencias que hoy recaen sobre ellas”.