'No es hora de callar': mujeres siguen alzando su voz contra la violencia sexual

Mujeres sobrevivientes de abuso sexual
La campaña 'No es hora de callar' le ha dado voz a más de 6.000 mujeres víctimas de abuso sexual en Colombia
Publicado:
6
Sep
2019
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En un acto simbólico, con velas encendidas y vestidas de violeta, el color que representa la dignidad, ingresaron al Centro de Memoria, Paz y Reconciliación más de 30 mujeres sobrevivientes de violencia sexual que decidieron romper el silencio una vez más para contar sus historias.

Durante las siguientes ocho horas podrás seguir la transmisión en directo de esta jornada de memoria a través de los canales de El Tiempo, City Tv y en alianza con el Canal Capital. Serán dos días de dialogo.

 “Cuando entendí que yo no era culpable de lo que me pasó decidí hablar, como lo hicieron otras mujeres. Cuando quise hablar, nadie me escuchó. Por eso quiero que mi voz retumbe y que la gente entienda que la violencia sexual existe, que puede llegar a su hogar… Que usted puede ser la próxima víctima”, mujer sobreviviente de Mesetas, Meta.

La crudeza de los relatos y a su vez el dialogo desde una posición serena, como quien quiere recuperar su dignidad para salir adelante y ayudar a otros, estremece a quienes acompañan esta jornada de memoria y convierte a estas mujeres en dignas representantes de la verdad y de lucha por la reconciliación.

Desde el 9 de septiembre de 2009, nació la campaña ‘No es hora de callar’, cuando la periodista Jineth Bedoya Lima decidió contar la historia del secuestro, tortura y violación que sufrió. Su testimonio se transformó en causa y misión para ayudar a otras víctimas de abuso sexual y hoy cumple una década de lucha incansable.

“La mejor manera de conmemorar diez años de trabajo por las víctimas de violencia sexual es respaldarlas para que ellas puedan levantar su voz”, asegura Jineth Bedoya

Gustavo Quintero, alto consejero para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, recibió a estas mujeres con un saludo de respeto, admiración y compromiso. Aseguró que desde el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación y desde Alcaldía de Bogotá se trabaja con el corazón para acompañar a las víctimas del conflicto y se mantienen las puertas abiertas para generar lazos de confianza.

“Cada vez que hablo con una víctima de violencia sexual en el país me llevo una lección para la vida y para el trabajo. Ustedes son mujeres valientes y poderosas por contar sus testimonios para que no se vuelvan a repetir”, concluyó Quintero.

 

Víctimas no, son mujeres sobrevivientes

A Jineth Bedoya le gusta hablar de sobrevivientes, no de víctimas. El abuso sexual contra mujeres en el marco del conflicto armado en Colombia es abrumador, las cifras señalan que dentro de los casos registrados el 95 por ciento se mantienen en la impunidad.

“Conozco la historia de muchas mujeres que han sido violadas tres o cinco veces en su vida y aún tienen fuerza de levantarse. El Estado tiene una deuda histórica con nosotras”, mujer sobreviviente del departamento de Caldas.

Lo que inició como un mensaje de Jineth Bedoya hoy es un movimiento con reconocimiento internacional, desde el cual se ha apoyado a 6.000 mujeres y se han trazado acciones importantes a nivel para informar sobre la violencia de género.

Uno de los logros más destacados la campaña ‘No es hora de callar’ es que a través de la gestión de Bedoya se consiguió que por decreto presidencial se estableciera un día nacional para dignificar a quienes han sido violentadas de manera sexual.

“El único responsable de la violencia es quien la comete”, es una de las consignas y mensajes de las mujeres que buscan generar conciencia en la sociedad sobre el flagelo del abuso sexual y que se unen a esta jornada de memoria y conmemoración de 10 años de ‘No es hora de callar’.

Otra de las cifras alarmantes en Colombia apuntan a que en lo corrido del año, el 52.75 por ciento de los casos de abuso sexual reportados, han sido en niñas menores de edad. Esto representa un aumento del 100 por ciento en los últimos años.

‘No es hora de callar’

imagen con las mujeres que asistieron al Centro de Memoria

Irlena Pérez viajó desde el departamento de Caldas para contar su historia. Vivió dos eventos de abuso sexual por parte del frente 23 de las Farc y fue víctima de empalamiento.

Soy Irlena y no espero lástima de nadie. Vine a contar mi historia en representación de las mujeres, que, como yo, queremos generar conciencia sobre el impacto que genera el conflicto armado en este país.

Queremos que se generen más políticas públicas para combatir este flagelo del abuso y es evidente que el sistema de salud nacional carece de un programa de atención integral para las mujeres que han sido violentadas.

¿Qué pasa cuando las mujeres abusadas adquieren una enfermedad de transmisión sexual? ¿Qué pasa cuando necesitamos medicación especial y no está al alcance?

Quiero ofrecer la luz de esta vela como símbolo de esperanza y fortaleza. Yo pude levantar mi voz porque encontré a alguien que me escuchó y me impulsó a contar mi historia, doy gracias por eso y hoy más que nunca ‘No es hora de callar’.