Ante la aparición del brote de aftosa en ciertas zonas del país, el consumo de carne de res se ha visto impactado. Es clave recordar, sin embargo, que según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la ingesta de carne y leche no implican riesgo para la salud.
Como consecuencia de eso, la venta de pollo, pescado y cerdo ha venido aumentando en el país.
Pero, ¿cómo saber que estas carnes están en buen estado?
“Lo más importante con las tres opciones es que ninguna presente un olor o un color extraño (verdoso) o textura viscosa. Compre el producto en un lugar de confianza, donde le garanticen su idoneidad, desde su procedencia pasando por el manejo (cadena de frío) hasta la manera como lo exhiben al público”, afirma Sindy Ríos, nutricionista especialista en epidemiología.
Tenga en cuenta estas sencillas recomendaciones:
El pollo que se compra tiene que estar frío al tacto. En casa hay que refrigerarlo a unos 4ºC durante un máximo de dos días.
No es recomendable lavarlo antes de cocerlo porque las bacterias se pueden propagar a otros alimentos, utensilios y superficies. Importante: lavar con agua el pollo no las destruye.
La carne de cerdo debe cocinarse completamente, a temperaturas mayores de 77ºC mínimo durante 30 minutos.
El congelamiento debe ser a temperaturas bajo cero, preferiblemente por un periodo no mayor a 4 semanas.
Métodos como ahumar, secar y salar la carne no son confiables para su conservación.
En el pescado las agallas no deben presentar sustancias viscosas ni olores muy fuertes. Deben ser de color homogéneo rojizo y que conserven cierta humedad.
Las escamas deben presentar consistencia y firmeza entre ellas, si están viscosas no es un buen síntoma.
“Es fundamental cerciorarse de la calidad de los productos que vamos a consumir. Las intoxicaciones por alimentos son situaciones totalmente evitables”, puntualizó la especialista.