La Fiscalía General de la Nación presentó ante a un juez de control de garantías a Pablo Mateus López y a José Ignacio Rodríguez Naranjo, dos posibles integrantes de una red de traficantes de armas que tendría injerencia en Bogotá y el centro del país.
Estos dos hombres presuntamente conseguían partes de fusiles, ametralladoras, pistolas y revólveres en el fuerte militar de Tolemaida, en Nilo (Cundinamarca); y posteriormente las trasladaban a talleres improvisados donde se realizaba el proceso de ensamblaje.
El material de prueba indica que Mateus López sería el armero de la estructura ilegal. Al parecer, recibía las piezas y fabricaba las que hacían falta, y se encargaba del alistamiento y la puesta en punto de las armas. Asimismo, estaría a cargo de venderlas a las redes delincuenciales de Bogotá dedicas al sicariato, el hurto y el tráfico de estupefacientes; y a las disidencias de las Farc en el sur de Tolima y el norte de Huila.
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De otra parte, Rodríguez Naranjo es señalado de manejar los contactos en Tolemaida y en unidades militares de Bogotá para garantizar la obtención de las partes.
Por todo lo anterior, investigadores del CTI capturaron a estas dos personas en procedimientos realizados en Soacha y San Antonio Tequendama (Cundinamarca), respectivamente. Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales les imputó los delitos de concierto para delinquir agravado; y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos.
Los procesados no aceptaron cargos y deberán cumplir medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario.