¿Dejar salir es entrar más rápido? ¿Cómo mejorar la cultura en TransMilenio?
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Pasar de la situación actual en la que Transmilenio es asumido por sus usuarios como mal necesario a otra en la que sientan que su bienestar es un bien público protegido de forma extensa y permanente, requiere mejoras significativas en el enfoque del sistema de transporte, en sus componentes menores y mayores y lograr legitimidad de unas pocas reglas del juego para el uso y funcionamiento del mismo. En el enfoque tiene que virar del qué (transportar gente) al cómo (condiciones en que se transporte gente). La mejora de componentes menores (antes de ingresar al sistema, en estaciones y buses y al salir del sistema) debe buscar que el cómo funcione de forma impecable para que los usuarios sientan que Transmilenio se preocupa de verdad por su bienestar. Lograr legitimidad en las reglas que rigen a Transmilenio, requiere un cambio de valores prioritarios a tres niveles: en Transmilenio S.A.: priorizar “bienestar de los pasajeros”, antes que “efectividad, eficiencia y sostenibilidad económica”; en los usuarios: cambiar el “yo antes que todos”, por “si pienso en los demás, todos estamos mejor”; en los conductores: priorizar “preservar el bienestar de los pasajeros”, antes que “llegar a tiempo”. Y requiere una aceptación masiva de unas pocas reglas del juego (proponemos 12 para usuarios, 1 para conductores, 4 para Transmilenio, reglas que, para cimentar su legitimidad, deben ser previamente validadas con los usuarios a través de una encuesta que mida los niveles de aceptación de cada una de ellas. Las reglas, para que sean legítimas, deben ser valoradas por la mayoría de los usuarios como razonables, benéficas, necesarias, defendibles y, por tanto, exigibles.
Pasar de la situación actual en la que Transmilenio es asumido por sus usuarios como mal necesario a otra en la que sientan que su bienestar es un bien público protegido de forma extensa y permanente, requiere mejoras significativas en el enfoque del sistema de transporte, en sus componentes menores y mayores y lograr legitimidad de unas pocas reglas del juego para el uso y funcionamiento del mismo. En el enfoque tiene que virar del qué (transportar gente) al cómo (condiciones en que se transporte gente). La mejora de componentes menores (antes de ingresar al sistema, en estaciones y buses y al salir del sistema) debe buscar que el cómo funcione de forma impecable para que los usuarios sientan que Transmilenio se preocupa de verdad por su bienestar. Lograr legitimidad en las reglas que rigen a Transmilenio, requiere un cambio de valores prioritarios a tres niveles: en Transmilenio S.A.: priorizar “bienestar de los pasajeros”, antes que “efectividad, eficiencia y sostenibilidad económica”; en los usuarios: cambiar el “yo antes que todos”, por “si pienso en los demás, todos estamos mejor”; en los conductores: priorizar “preservar el bienestar de los pasajeros”, antes que “llegar a tiempo”. Y requiere una aceptación masiva de unas pocas reglas del juego (proponemos 12 para usuarios, 1 para conductores, 4 para Transmilenio, reglas que, para cimentar su legitimidad, deben ser previamente validadas con los usuarios a través de una encuesta que mida los niveles de aceptación de cada una de ellas. Las reglas, para que sean legítimas, deben ser valoradas por la mayoría de los usuarios como razonables, benéficas, necesarias, defendibles y, por tanto, exigibles.