Por: John Cortés
Es posible que el nombre de Maira Alejandra Sánchez Peña no sea reconocido por muchos lectores, pero si hablamos de Maleja Bestial, seguramente los gomosos de las redes sociales la encuentren familiar, pues es una personalidad de estas plataformas. También habrá muchos que la reconozcan gracias a su paso por un popular reality que se transmitió en un canal privado de televisión el año pasado.
Y es que es en estos lugares donde Maleja, una mujer de 28 años nacida en un barrio popular de Bogotá, construye la segunda parte de su vida, una llena de brillo y buena energía, donde el deporte y la actividad física son uno de los pilares. Pero no siempre fue así. Por mucho tiempo, sus días estuvieron sumidos en las drogas, de las cuales logró salir gracias a su tenacidad, perseverancia y su empeño por convertirse en una deportista integral, a través del atletismo, las pesas y el spinning, entre otros.
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Maleja acompañó a la alcaldesa, Claudia López, en su visita a las obras del Bronx Distrito Creativo, el pasado 16 de mayo, como parte de la jornada de Juntos Cuidamos Bogotá que realizó la mandataria distrital en localidad de Los Mártires. Ver cómo renace ese lugar la hizo recordar su pasado, en el cual deambuló por esas peligrosas calles, y no pudo evitar hacer un paralelo con su historia. Ella también tuvo una etapa oscura, de la que logró salir como ahora lo hace la otrora temida Calle del Bronx.
“En este momento tengo muchas emociones encontradas. Me llena de felicidad ver lo que viene para la juventud. También siento mucha emoción al ver que Bronx ha tenido una evolución, similar a la que he tenido yo como persona. Hemos crecido a la par”, comentó Maleja mientras recorría las obras de las peligrosas calles que ella transitó hace muchos años, sin tener aún un proyecto de vida.
Su historia es similar a la de muchos: una familia humilde con problemas económicos, con un padre ausente y una mamá que, debido a esto, tenía que trabajar demasiado.
Sumado a esto, creció con problemas para socializar y tener amigos. “En el colegio que estudié conocí a las personas que, de cierta forma, me indujeron al consumo de drogas”, recuerda Maleja y agrega: “Para mí en ese momento era hasta chévere, porque no tenía ni idea que me iba a llevar a un camino tan turbio”.
Como resultado, empezó a visitar lo que fue la antigua Calle del Bronx a sus 14 años. Corría entonces el año 2008, y esos espacios eran la zona de perdición para miles de personas. Maleja comenta que llegó a este lugar porque se podía consumir con tranquilidad y todo era más barato: “Además, la Policía no decía nada, hacías lo que querías y no pasaba nada”.
En esas difíciles épocas, la deportista recorría el Bronx con amigos del barrio y de su escuela, muchos de los cuales se perdieron allí. Al pensar en ellos, es consciente de que estuvo expuesta a cosas muy difíciles, algunas incluso horribles, pero que, de alguna manera, era algo por lo que tenía que pasar: “Siento que, en medio de todo, Dios tenía un propósito para mi vida, y tal vez era ver todo eso para ahora poder llevarles a las personas que me ven y me siguen el mensaje de que sí es posible salir es eso”, sostiene Maleja llena de ilusión.
En este momento, la vida de Maleja Bestial es totalmente diferente a lo que pasó por esas calles. En este momento siente aceptación, algo que nunca había vivido, y lo ve como el resultado de trabajar con amor, con disciplina y con entrega, lo que hace que todo en la vida sea posible. En sus redes transmite ese mensaje, confiando en que sus seguidores lo interioricen y repliquen.
Mientras camina, Maleja no puede ocultar su emoción con la transformación del Bronx: “Verlo rehabilitado, como lo estoy yo, es algo maravilloso. El Bronx Distrito Creativo es un lugar que nos trae arte, cultura y oportunidades para la juventud. Eso es vital. Hay algo aún más importante, y es que los chicos que están en estado de vulnerabilidad en los barrios aledaños podrán venir a que los cuiden, a educarse para que crezcan, emprendan, puedan crear una empresa y tener una oportunidad diferente a estar en la calle consumiendo drogas o haciendo cosas que no le aportan ni a sus vidas, ni a la vida de nadie”.
Antes de partir, Maleja comparte una última reflexión, y es sobre las oportunidades. Ella asegura que estas nunca van a venir a tocar a la puerta o a caer del cielo. “Las oportunidades van a estar ahí esperándonos, para que todos nos esforcemos lo suficiente para alcanzarlas y además merecerlas”, afirma. Por eso, les recuerda a quienes se han unido al recorrido por el Bronx Distrito Creativo la enorme oferta que tiene Bogotá, y los invita a conocerla para poder salir de, “Esa burbuja en la que ustedes sienten que no hay oportunidades, pues estas sí existen. Salgan y búsquenlas”.
Luego de la visita, al dejar atrás esas calles llenas de obras y recuerdos, Maleja no puede evitar ver en esa transformación una imagen de su propio renacer. El Bronx está cambiando, como hace unos años lo hizo ella, y el futuro de ambos luce lleno de oportunidades.