Al contrario de la mayoría de los casi 500 mil venezolanos que viven en Bogotá, que arribaron a la capital luego de caminar varias semanas al sol y al agua para huir de su país, Mirleidy Uzcátegui, llegó en un avión que despegó de ciudad de Panamá. Allí vivía, con parte de su familia, pero decidió buscar más y mejores oportunidades en Colombia, para ella y su pareja.
Mirleidy es uno de los cuatro migrantes venezolanos o ‘nuevos bogotanos’ que hoy trabajan con el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud, Idipron, en una estrategia que tiene el propósito de generar un acercamiento menos traumático con ´los paisanos´, como ella los llama.
´´Los paisanos me reconocen porque la manera de abordarlos es distinta; sabemos qué decirles y de repente cuando uno los ve en una actitud hostil, uno les dice: ´Mira, así no es´. Hay una manera de tratarlos y abordarlos para que no se sientan atropellados y que tampoco atropellen a los funcionarios, pero cuesta mucho”, reconoce Mirleidy, quien es especialista en el área de belleza y tiene un master internacional en técnicas con acrílicos y telas de uñas.
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A continuación,el tuit de Idipron sobre los 4 venezolanos que apoyan procesos de abordaje de sus compatriotas.
💯💪🏼Cuatro migrantes venezolanos ingresan a reforzar los equipos de #TerritorioCalle y #TerritorioPrevención en los procesos de abordaje del @idipronbogota#SoyNuevoBogotanohttps://t.co/jNIyfRs7J1pic.twitter.com/8ktAug1aqK
— IDIPRON (@idipronbogota) September 14, 2022
Ayudan sobre todo con las niñas, niños y adolescentes
Esta caraqueña de 42 años, no solo tiene experiencia en belleza. Gracias al trabajo que ha hecho con organizaciones no gubernamentales que ayudan a los migrantes, encontró en el Distrito una oportunidad para seguir dando la mano.
“Atendiendo las directrices de la alcaldesa mayor de Bogotá, ellos nos están facilitando esa tarea en calidad de ‘nuevos bogotanos’, que son de Venezuela, pero ya trabajan en la administración; nos están ayudando de una manera muy valiosa, sobre todo con niñas, niños, adolescentes y jóvenes en la calle”, agradece Carlos Marín el director del Idipron. “Ellos están trabajando con nosotros porque ellos tienen un saber. Y es el que queremos rescatar para todo el trabajo social que requiere Bogotá”.
Para seguir fortaleciendo ese trabajo, el 31 de agosto pasado, la alcaldesa Claudia López lanzó la estrategia ‘Intégrate’ para personas migrantes, refugiadas y retornadas; una ventanilla única de inclusión para atenderos. “Decirles, una vez más, a esos 500 mil nuevos bogotanos, a esos ‘panas’, que estos ‘parceros’ los recibimos con todo el amor, con toda la solidaridad, que ustedes son parte de nuestra ciudad, que son parte de nuestro país y son bienvenidos siempre”, dijo la mandataria.
Mira el video del nuevo Centro de Desarrollo Social en Suba.
Hay 2 Centros de Desarrollo Social para Migrantes
En julio de 2021, el Distrito abrió en Kennedy el primer Centro de Desarrollo Social que, como en el de Suba, atiende población migrante, refugiada y retornada que tiene la capital del país.
Mira la foto de Mirleidy Uzcátegui en el Centro de Desarrollo Social para Migrantes de Suba.
Justamente allí, en Suba, está trabajando por estos días Mirleidy quien ya ha recorrido la ciudad en el campo de la prevención, buscando a los niños y jóvenes para ofrecerles los distintos servicios que para ellos tiene el Distrito, desde la regularización con el Registro Único de Migrantes Venezolanos hasta la asesoría para recibir una protección oportuna.
Caminando por Bosa, Perdomo, Kennedy y Los Mártires, son muchos los casos que ha tenido que afrontar, pero hay uno que se le quedó anidado en la mente.
“Vi una niña, en la calle, en un basurero, donde estaban todas las familias juntas: la mamá estaba quemando cobre, algo ilegal aquí, y cuando llegamos empezaron a correr por todos lados; la mamá, el tío; corrían, corrían y ver a un niño en esa situación tan compleja, tan difícil, no era lo que esperábamos ni a lo que estábamos acostumbrados a ver en nuestra infancia. Es algo supremamente doloroso porque los niños son como las tacitas de cristal -se quiebra su voz-. Entonces ver que se ha desdibujado la sonrisa de los niños, ver que no tienen una garantía plena de derechos, es muy triste”, dice.
“Yo tengo una semillita aquí que va a nacer bogotana”
Una emoción que se le acentúa porque está embarazada y espera dar a luz en enero o febrero. “Yo tengo una semillita aquí que va a nacer bogotana”, dice y se ríe. Después anuncia que por ahora no piensa regresar a su país, hasta que no cambien las circunstancias que la obligaron a salir.
Se estima que en Colombia hay más de 2.4 millones de migrantes venezolanos, el 21.3 % de ellos radicados en Bogotá, es decir 495.236 personas. En los últimos tres años, más de 369.000 ‘nuevos bogotanos’ han recibido la atención necesaria para facilitar su plena integración a la ciudad: servicios humanitarios y sociales; protección y regularización migratoria; acceso a la salud, a la educación y a la cultura son algunos de los beneficios priorizados.
En lo corrido de esta administración, Integración Social ha atendido, a través de diferentes servicios sociales, 60.574 personas provenientes de flujos migratorios mixtos, de todos los grupos etarios y en las 20 localidades de Bogotá. 8.625 corresponden a primera infancia de 0 a 5 años; 3.127 a infancia de 6 a 12 años; 1.746 a adolescentes; 15.394 jóvenes, entre los 18 y los 26 años; 29.840 adultos, entre 27 y 59 años y, el resto, en atención a persona mayor de 60 años.
Don Venancio venía de paseo a Colombia y ahora es su segunda patria
Otro ‘nuevo bogotano’, que trabaja con Idipron e Integración Social, es Venancio Pino, quien lleva 5 años en Colombia, a donde muchas veces vino de vacaciones, pero que al final debió convertir en su residencia permanente por ser un perseguido político.
A continuación, una fotografía de Venancio Pino cumpliendo con su trabajo en Bogotá.
‘’A Colombia lo consideró como un país hermano; la mitad de la población venezolana es colombiana. Cuando dicen ‘los venezolanos’, les digo: ‘No, no son venezolanos porque si hay 3 millones de venezolanos, dos millones son descendientes de colombianos con ciudadanía venezolana; son colombianos porque sus padres, sus abuelos, son colombianos, y viven en Venezuela y se consideran venezolanos’’’, sostiene.
Ingeniero agrónomo, don Venancio, de 71 años, brinda su experiencia, adquirida como líder sindical y social, para que sus compatriotas tengan un mejor vivir y más oportunidades para dejar de ser nómadas. “El martes me tocó ir por la zona de Santa Fe y conseguimos algunos paisanos a los que les pregunté qué proyecto tenían y respondieron: ‘Nosotros estamos haciendo esto, ahorrando recursos, porque nos vamos para Estados Unidos. Somos un grupo de 4 familias, no queremos pagar hospedaje porque estamos haciendo una platica para irnos. Y les pregunté por dónde: ‘Nos vamos por el Darién’, me contestaron”.
Son 4 ‘nuevos bogotanos’ trabajando por sus paisanos
Don Venancio, Mirleidy y Carla Justiniani y Richard García –los otros dos migrantes que trabajan con el Idipron, – continuarán ayudando con su conocimiento y familiaridad a sus paisanos para que, con el apoyo del Distrito, ese cerca de medio millón de venezolanos que viven en la ciudad, se sientan como en casa; con las bondades y los beneficios de ser unos ‘nuevos bogotanos’.