Colombia es tierra de maestros en letras y eso nadie lo discute. De generación en generación, los colombianos han crecido con el Rinrín Renacuajo de Rafael Pombo, La Vorágine de José Eustasio Rivera, María de Jorge Isaacs, y la memorable, 100 años de soledad de Gabriel García Márquez.
Te puede interesar: El Equipo Bogotá sigue al comando de los Juegos Nacionales Juveniles 2024
Unos, fábulas y cuentos; y otras, novelas de las más icónicas de la literatura de habla hispana. Pero todas estas obras han sido escuela para cualquier colombiano sin importar su edad. Es más, su inclusión en cada biblioteca escolar es una obligación. Quizás, esto es lo que ha inspirado la tradición escritora de miles de niños que sueñan con alguna vez lograr la ‘pluma’ de estos maestros de antaño, cuyo legado trasciende las épocas y coyunturas.
Contenidos relacionados
En tiempos donde la digitalización está mandando la parada, la tradición escrita resiste a devaluarse. Así lo demuestran las tantas convocatorias de cuentos que siguen perdurando en la actualidad, como la que ha promovido el IDRD en conjunto con el programa de Ciclovía para conmemorar los 50 años de esta emblemática actividad deportiva de la capital.
Del pasado 21 de octubre hasta este 8 de noviembre, miles de niños pudieron inscribirse a este concurso dirigido a estudiantes del programa Jornada Escolar Complementaria (JEC) de las Instituciones Educativas Distritales (IED) de Bogotá, plasmando sus habilidades e imaginación en un relato original relacionado con la Ciclovía.
Gabriela Mora es una de las aspirantes. Con siete años, esta estudiante de tercero de primaria del colegio Colombia Viva IED escribió una historia inspirada en los guardianes, quienes, en su relato, vienen a salvar a los habitantes de una ciudad triste y oscura, para darles un ambiente de felicidad y armonía resaltando la importancia del parque lineal más grande del mundo.
“Se llama ‘Ciudad Bogotica’, y trata de una ciudad que está mal, con cielo gris y sus habitantes tristes que no se daban cuenta de lo linda que es la Ciclovía. En la ciudad había una superheroína que no podía respirar por el cielo gris, así que se metió en una cápsula amarilla en donde encontró a los guardianes de la ciclovía y su mascota Hannah, quienes liberaron a la ciudadanía de Bogotica”, cuenta Gabriela, quien a su vez revela que el personaje de Hannah está inspirado en su perrita, que lleva el mismo nombre.
‘Gabi’, como le dicen de cariño, llegó a la convocatoria del Concurso de Cuentos “Ciclovía 50 años” gracias a un familiar, quien, sabiendo su amor por los cuentos, la animó a participar para seguir desarrollando sus dotes con la escritura.
“La inspiración de escribir esta historia viene de mi mamá, porque ella me ha contado que los superhéroes pueden salvar el mundo de los villanos”, dice.
No te vayas sin leer: Gran Fondo de Ciclismo de Bogotá x Egan Bernal este domingo 17 de noviembre
Y es que su mamá ha sido la protagonista en la historia de vida de Gabriela, pues ella también ha sido quien la ha impulsado a perseguir un sueño deportivo en el patinaje. La pequeña es patinadora desde los tres años y actualmente hace parte de la categoría infantil del club Gold Friends Line. Entrena de lunes a sábado después de su jornada escolar en el Polideportivo Molinos 2 y en el Velódromo 1 de mayo.
“Me encanta el patinaje. Comencé porque me regalaron unos patines y una vez empecé a practicar, me encantó este deporte”, resalta.
Gabriela Mora es una de las miles de niñas y niños de Bogotá que sueñan con ser deportistas de alto rendimiento en el futuro, pero para ella es claro que el estudio debe ir de la mano y por eso invita a sus demás compañeros a “Estudiar para aprender mucho y seguir haciendo deporte para ser fuertes y llegar a ser los mejores. A los niños también les digo que disfruten la Ciclovía utilizando su bicicleta, sus patines, o lo que tengan en la casa”. 50 años, pero la tradición de la Ciclovía de Bogotá sigue pasando de generación en generación.