Durante el VI Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá: La Belle Époque, te invitamos este sábado 8 de abril al concierto de la Orquesta Filarmónica Juvenil.
La cita es a las 4:30 p.m en el Auditorio Fabio Lozano de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (Carrera 4 # 22 - 40). Entrada con boletería.
La batuta del concierto será el director Rubián Zuluaga y el solista, el flautista Gaspar Hoyos.
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En el repertorio de este concierto estará el compositor francés Gabriel Fauré con 'Pavana, Op. 50' (versión sin coro). Por eso, a continuación te presentamos un breve perfil del Fauré.
Los inicios de Gabriel Fauré
Gabriel Fauré nació en Pamiers (Francia) el 12 de mayo de 1845. A los 9 años, en 1854, lo trasladaron a París para estudiar en l'École Niedermeyer. Allí, estuvo durante once años y se formó como organista de iglesia y director de coro. Además, tuvo como profesor al talentoso compositor Camille Saint-Saëns.
Luego de salir de la escuela, Fauré se enlistó en el ejército y participó en la Guerra franco-prusiana en el año 1870. Sin embargo, la música no quedó atrás, durante la guerra dio clases en la Escuela Nedermeyer en Rambouillet (Suiza). La escuela había sido desplazada a ese lugar.
La trayectoria
En octubre de 1871 regresó a París y fue nombrado organista de la Iglesia de San Sulpicio. Además, con regularidad asistió a los salones de Saint-Saëns y de Pauline Viardot-García para encontrarse con los principales músicos parisinos de la época. De estas reuniones nació la 'Sociedad Nacional de Música'.
En el año 1874, el compositor francés dejó su trabajo en St. Sulpice y remplazó en la iglesia de la Madeleine a su amigo Saint-Saëns, quien a menudo estaba ausente. También se convirtió en el director de coros de la iglesia.
Durante esta época, Fauré se comprometió con Marianne Viardot, hija de la cantante de ópera y compositora Pauline Viardot-García. No obstante, el compromiso no se logró concretar y Gabriel Fauré decide viajar a Weimar, Alemania.
Sin embargo, el amor le sonrió nuevamente y se casó en 1883 con Marie Fremiet, con quien tuvo dos hijos. Para sostener a su familia siguió trabajando en la iglesia de la Madeleine y dictó clases de piano. Además, buscó espacios para componer a pesar de que ganara poco dinero.
En esa época, Fauré escribió varias obras importantes, numerosas piezas para piano y canciones, pero las destruía en su mayoría luego de algunas presentaciones. Esto pudo ser debido a la depresión y melancolía que sintió por el poco reconocimiento musical de sus composiciones.
Empezó a ascender
En la década de 1890 viajó a Venecia, donde se reunió con algunos amigos y escribió varias obras. Además, en 1892, se convirtió en inspector de los conservatorios de música de la provincia y dejó de darle clases a estudiantes principiantes.
Luego, el año 1896, fue nombrado organista jefe en la iglesia de la Madeleine y después ascendió como profesor de composición en el Conservatorio de París, hasta que en el año 1905, fue nombrado director. Allí ganó por fin la fama y el dinero.
Todo iba muy bien en el Conservatorio, pero empezó a perder la audición y disminuyó notablemente su producción musical. Y en 1920, a los 75 años, Fauré se retiró del Conservatorio y recibió la Gran Cruz de la Legión de Honor.
Gabriel Fauré murió de neumonía el 4 de noviembre en 1924, en París, y los funerales nacionales tuvieron lugar en la Iglesia de la Madeleine donde trabajó.
El legado de Gabriel Fauré
Fauré destacó en la creación de música de cámara y para piano, también de melodías para voz y piano. Se destacan sus dos sonatas para violín y piano (1876 y 1917), sus dos cuartetos con piano (1879 y 1886), los 'Nocturnos para piano solo' (1875-1921), el ciclo de melodías sobre poemas de Verlaine 'La buena canción' (1894) y su 'Réquiem' (1887), entre otras obras.
También incursionó en la escena lírica, con títulos como 'Prometeo' (1900) y 'Pénélope' (1913), y la música compuesta para los dramas 'Pelléas y Mélisande' (1898) y 'Siciliana' (1893).
¡El concierto!
El repertorio del concierto de este sábado 8 de abril de Orquesta Filarmónica Juvenil también incluye el 'Concierto para flauta' de Jacques Ibert y la 'Sinfonía n.º 2 en la menor, op. 55' de Camille Saint-Saëns.