Por: Santiago Clavijo y David Orduz
Santiago Pimentel Ortiz, oriundo de Natagaima (Tolima), es un ejemplo de superación, esfuerzo y compromiso. Este joven atleta de 19 años, quien recientemente ganó la medalla de oro en lanzamiento de jabalina en los Juegos Nacionales Juveniles, se ha convertido en un orgullo para el Equipo Bogotá, mi Ciudad , mi Casa y es una promesa del deporte colombiano.
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Santiago nació en un hogar humilde y enfrentó desafíos desde su infancia. Aunque no conoció a su padre biológico, encontró en Juan, el esposo de su madre, un ejemplo de amor y apoyo
Tras mucho esfuerzo, Pimentel se colgó la medalla de oro en la prueba de jabalina con una marca bastante distante a sus rivales: 64.92 metros. Una distancia que lo pone, a la vez, más cerca de su gran sueño: llegar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
"Las sensaciones fueron muy, muy buenas. Gracias a Dios y a la Virgen todo salió bien, fue una competencia que disfruté y soñé. Gracias a mi entrenador, a mi familia y al Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) que siempre estaba ahí apoyándonos, sé que vendrán muchas cosas más", indicó
Dejar Natagaima, un municipio de 23.000 personas, para pasar a Bogotá, una capital con cerca de 8 millones de habitantes, no es fácil para cualquiera y menos para un joven de la edad de Santiago. Estudiar, trabajar y entrenar era su rutina diaria, el frío también le costó, pero aún con lo duro que suena realizar esas tres cosas al tiempo, ‘Santi’ ve ahora los frutos de ese esfuerzo y ahora cuenta con el apoyo del IDRD para poder tener una vida relativamente más tranquila en Bogotá, mientras se prepara para cosechar más triunfos deportivos en el horizonte.
"El apoyo del IDRD ha sido incondicional en todas las competencias. Nunca me ha faltado algo. Siempre está el transporte ahí, la implementación, todo ha sido perfecto, también le doy muchas gracias a ellos por estar ahí siempre pendientes. Ha sido fantástico contar con un respaldo así porque yo antes pagaba todas las competencias a las que tenía que viajar, entonces el IDRD me quitó un peso de encima. Yo siempre me decía 'tengo talento, tengo que explotarlo y ya'. Encontré a mi entrenador en Barranquilla, entonces de ahí ya decidimos venirnos de una vez para Bogotá", cuenta.
Los triunfos de Santiago no han sido ajenos a otras ciudades, quienes le han hecho cantos de sirena a los oídos para tratar de llevárselo, pero aunque Natagaima es su tierra natal, Pimentel se siente un bogotano más de corazón. Su compromiso es total por la responsabilidad que tiene luego de la confianza que el IDRD ha depositado en él para pulirlo como una figura del lanzamiento de jabalina y bala en el país.
"Bogotá es muy agradable, me encanta estar allá, anhelé ser de la Liga Bogotá. De otras ligas me decían 'Santiago usted tiene talento, véngase para acá que le vamos a pagar', y yo decía que no porque Bogotá me abrió sus puertas y siempre estaré ahí apoyando a Bogotá en lo que sea y estaré ahí siempre", apuntó.
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Los sueños de este trabajador incansable no acaban acá. Es más, en estos Juegos Nacionales Juveniles comienza el porvenir de Santiago Pimentel, quien agradece los apoyos fundamentales de “principalmente mi papá y de mi mamá, que siempre está orando a Dios y así es que todo ha sido posible". El trabajo no traiciona, y ‘Santi’ sabe que su fe, lo llevaran a cruzar más kilómetros de los que ya ha atravesado gracias al deporte.
"Sueño con hacer marca mínima para el Mundial y prepararme para romperla el año que viene, además de poder llegar a los Olímpicos de Los Ángeles 2028". De Natagaima para el mundo, Santiago Felipe Pimentel Ortiz, orgullo del Equipo Bogotá