En Bogotá, mi Ciudad, mi Casa, uno de los principales atractivos de la cuarta edición de la Feria Nacional de Editoriales Independientes La Vuelta que se llevó a cabo en el Centro Felicidad Chapinero junto a las bibliotecas de BibloRed, fue el área de libros infantiles que llegó cargada de ilustración motivando e incentivando a los niños el hábito de la lectura
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En ese sentido, uno de los libros más vendidos fue Tucusito, de Jhon Moreno y Paula Ortiz, de la Editorial Lazo. También llamaron la atención, las publicaciones Chigüiro, escrito por Ivar Da Coll; Caperucita Roja, en la edición especial de la editorial Entela Libros, que hace de los personajes unas marionetas; y la edición de la Cartilla Coquito en braille de Dado Braille.
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Pensar proyectos para la infancia
La industria editorial enfrenta diferentes retos para la producción de material bibliográfico para las infancias, que implican la adaptación del contenido a diferentes edades, mantener el equilibrio entre entretenimiento y aprendizaje, representar las diferentes realidades sociales y culturales y, por supuesto, la preocupación por la accesibilidad y el diseño universal para público infantil con discapacidad auditiva, visual o cognitiva, entre otros retos.
Así, La Vuelta, además de ser una vitrina para promocionar los catálogos de las editoriales independientes y emergentes de Bogotá y Colombia, también propició el encuentro y diálogo sobre el futuro de la edición independiente y sus desafíos. De tal manera, Ángela Hernández, editora de Ediciones Anteojos, participó en un conversatorio que abordó los retos que ha enfrentado la industria editorial en la creación de publicaciones para público infantil, señalando, que: “siento que la noción de infancia cambia constantemente y trae consigo desafíos que la industria editorial se apropia para crear sus historias. Tal es el caso de Cataplum, que ganó en Bolonia el Premio BOP a las Mejores Editoriales Infantiles del Año. Es una muestra de que la literatura infantil colombiana se está posicionando en el mapa global”.
Libros que también atrapan a adultos En La Vuelta, la literatura infantil no pasó desapercibida para padres de familia que buscaban algo para sus hijos y también adultos que son amantes de las ediciones de libros infantiles por sus historias, personajes, apuestas gráficas y formatos. Por ejemplo, Raúl Orozco, editor de Raeioul, expresó: “Yo sé que mis libros son para primera infancia, pero en las ferias veo que los compran adultos para ellos mismos. Tengo una hija de 11 años, pero compro libros infantiles que son para mí, porque me gustan los dibujos, la ilustración o porque tienen gatos, más allá de si es para niños o no”.
Es muy importante la mediación que los adultos realizan para comprar un libro infantil con sus hijos. En algunos casos, ellos suelen orientar qué deben leer los menores, pero a veces son los niños y niñas quienes desde su autonomía escogen cuál llama más su atención. En La Vuelta 2024, Tucusito fue un ejemplo de ello, pues varios niños llegaron a la publicación por la calidad de sus ilustraciones. "Finalmente el niño es el que escoge, porque hay un montón de posibilidades. Cuando un niño elige tu libro y lo lee, lo usa, lo relee y se lo aprende, esa es la parte más gratificante de este trabajo", aclara Raúl Orozco.
Oportunidades para llegar a un público potencial
Una conclusión general de los editores de literatura infantil es que esta industria está teniendo un crecimiento destacado. Sin embargo, sigue siendo un fenómeno cambiante, que carece de fórmulas más allá del trabajo duro y el rigor. Los acercamientos de las editoriales con promotores de lectura y librerías enfocadas en el público infantil ha sido un elemento clave para el crecimiento del sector.
"No podemos desconocer que estamos en un mundo que está cambiando a velocidades enormes y que trae cada vez más innovaciones. Pienso que el reto desde la parte editorial es adaptarse a esos retos, pero sin perder la esencia de lo que somos”, indicó Ángela Hernández.
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De esta manera, en La Vuelta se demostró que el público infantil tiene potencial para las editoriales, pues cada vez la oferta es más amplia y diversa en formatos, géneros, autores y temáticas que interpelan a un público que se inicia en la lectura.
