Mucho antes de destacarse como autor literario, Miguel Torres ya había demostrado con éxito su talento como artista teatral. Torres fue uno de los actores que en 1966 acompañó al maestro Santiago García en la fundación de La Casa de la Cultura, más adelante rebautizada como Teatro La Candelaria.
Tras esa etapa en el que fue uno de los pilares de la consolidación del teatro moderno en Colombia, Torres fundó su propio grupo, el Teatro El Local, con el que montó celebradas adaptaciones de obras literarias como 'La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada', el famoso relato de Gabriel García Márquez, y la novela 'El proceso', de Franz Kafka.
Luego, en la década de 1990, Torres estrenó 'La siempreviva', desgarradora historia sobre una de las desaparecidas en la toma y la retoma del Palacio de Justicia en 1985. La pieza se convertiría en una de las obras más importantes de la historia del teatro colombiano.
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Torres luego daría el salto a la literatura, campo en el que creó una saga que retrata las cicatrices más profundas de la sociedad colombiana. Se trata de la 'Trilogía del 9 de abril', nuestro recomendado literario de la semana, que inició con 'El crimen del siglo', que se publicó en 2006.
En el libro, Torres dirigió su mirada a un personaje enigmático: Juan Roa Sierra, el presunto asesino de Jorge Eliécer Gaitán. El caudillo liberal apenas aparece esbozado en la novela, que se dedica a contar la intimidad de Roa Sierra, un hombre que vivía en un barrio humilde de Bogotá con su madre y que se había separado de la madre de su hija.
Las depresiones de Roa Sierra, su idolatría inicial por Gaitán, que luego se convertiría en odio, y sus posteriores relaciones con oscuros personajes del bajo mundo de la Bogotá de la época van construyendo el rompecabezas de la vida de este hombre, que a su vez marcó la vida de Colombia.
'El crimen del siglo' finaliza en el momento del asesinato de Gaitán y plantea la duda sobre quiénes fueron los verdaderos responsables. Y es justamente en ese preciso instante en el que inicia la segunda parte de la trilogía, 'El incendio de abril', que se lanzó en 2012.
Este libro tiene un aliento coral y sus protagonistas son hombres y mujeres del común que cuentan desde su cotidianidad qué estaban haciendo aquel 9 de abril de 1948. Estudiantes, enfermeras, comandantes, ebanistas, maestros, taxistas, amas de casa y hasta carteristas relatan cómo lograron sobrevivir a ese cataclismo histórico.
De esta manera, Torres logra que el 'Bogotazo' se construya en estas páginas casi en tiempo real, poniendo al lector en un lugar privilegiado que se alimenta de esa pluralidad de miradas.
La última parte de la 'Trilogía del 9 de abril' es 'La invención del pasado', que se publicó en 2016. En esta parte, el autor desmigaja las consecuencias del Bogotazo a través de una familia que trata de reconstruir su vida sobre las ruinas de los saqueos y los incendios.
Aquí, la mirada es más intimista, la acción se concentra en esa casa del centro de Bogotá en la que conviven los libros y las rosas y cuyos integrantes también sufren las consecuencias de esa violencia, que siempre está al acecho.
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